Una bomba más potente que la explosión de Beirut: el test extremo de EEUU para probar sus buques
La explosión de la bomba que se registró como un terremoto ha servido para probar la resistencia de la estructura del recién incorporado portaviones USS Gerald R. Ford.
22 junio, 2021 01:22Noticias relacionadas
Es imposible comprender al ejército de Estados Unidos sin sus pruebas explosivas. En otra época, las bombas nucleares abrían todos los periódicos como una auténtica revolución tecnológica capaz de destruir cualquier atisbo de vida en kilómetros a la redonda. Aunque también trajeron desgracias indirectas en España como la caída de 4 bombas nucleares en Palomares (Almería) en 1966 tras accidentarse dos aviones estadounidenses.
Más de 50 años después de aquel incidente, las diferentes armas del ejército del país norteamericano siguen realizando pruebas con bombas para diferentes fines. Entre ellas se encuentra una que busca validar la tecnología naval a golpe de explosión, sometiendo a la embarcación a un frente de ondas expansivas generadas por una bomba situada a una cierta distancia.
Una forma realmente empírica de demostrar que un barco resiste a los envites de una explosión a cierta distancia y está listo para entrar en guerra. Este examen tiene la denominación de full ship shock trial o prueba de choque total del barco dentro de la Navy de Estados Unidos y se ha convertido en el broche final de los periodos de certificación de sus buques. Una tradición -que tiene su base científica- que tampoco está exenta de polémicas medioambientales.
Bomba de 18 toneladas
La última de estas pruebas explosivas se llevó a cabo el pasado viernes a 161 kilómetros de la costa este del estado de Florida. Allí se encontraba el portaviones USS Gerald R. Ford, el último de su clase en entrar en servicio oficial, esperando a ser sometido a una explosión que servirá para "garantizar que el barco está reforzado para resistir las condiciones de batalla", según apunta la propia Navy en un comunicado.
Ever wonder what a 40,000 pound explosive looks like from the bridge wing of a @USNavy aircraft carrier?
— USS Gerald R. Ford (CVN 78) (@Warship_78) June 20, 2021
Watch footage from #USSGeraldRFord's first explosive event of Full Ship Shock Trials and find out! 🤯#ThisIsFordClass #WeAreNavalAviation #Warship78 pic.twitter.com/2kbeEkF0g1
La Navy recibió al Gerald R. Ford hace casi dos años y el buque culminó el pasado mes de abril los 18 meses de comprobaciones iniciales de rigor. Salvo la "prueba de impacto". En la mañana de ese viernes 18 de junio, el buque de guerra se sometió a la explosión de una bomba de 40.000 libras (algo más de 18 toneladas) que ha servido para probar la resistencia del casco.
La cuenta oficial en Twitter del portaviones publicó un vídeo en grabado desde una de las alas del puente de mando del portaviones. A la cuenta atrás le sigue la explosión, la onda expansiva que hace vibrar la cámara y una enorme columna de agua.
La detonación alcanzó tal energía que el United States Geological Survey (Servicio Geológico de Estados Unidos o USGS) ha recogido un seísmo de 3,9 magnitud exactamente en el mismo lugar y en la misma hora de la prueba.
Para poner la magnitud en perspectiva, investigadores del Centro Sismológico Europeo-Mediterráneo calcularon que la explosión de Beirut del pasago agosto tuvo una magnitud equivalente a un terremoto de magnitud 3,4. Mientras que el USGS reportó una de 3,3. Teniendo en cuenta que la escala es logarítmica, la explosión cercana al barco liberó varias veces la de Beirut.
"La US Navy realiza pruebas de choque de nuevos diseños de barcos utilizando explosivos activos para confirmar que nuestros buques de guerra pueden seguir cumpliendo los exigentes requisitos de la misión en las duras condiciones que podrían encontrar en la batalla", recogen desde el arma.
Esta explosión del día 18 inaugura una serie de pruebas que la US Navy tiene programadas para este buque en las próximas semanas y corresponde con la primera llevada a cabo desde el año 2016. Cuando finalicen estos test este mismo verano, el USS Gerald R. Ford entrará en una última fase de preparación antes de comenzar a servir de forma operativa.
Una explosión de este calado -y aún más cuando se publicita en redes sociales- no ha estado falta de polémica. Aunque desde la US Navy anuncian que "se cumplen los requisitos de mitigación ambiental, respetando los patrones de migración conocidos de la vida marina en el área de prueba", la posible afectación de la fauna subacuática ha sido el centro de las quejas en redes sociales.
Un portaviones gigante
El Gerald R. Ford es el primer portaviones de su clase y fue botado a mediados del año 2017 tras 9 años desde que se firmara el contrato de construcción con Northrop Grumman por 5.100 millones de dólares. En los últimos 4 años, el buque de guerra ha estado realizando las pruebas necesarias para su puesta en funcionamiento.
Cuenta con 337 metros de eslora y una masa de desplazamiento de aproximadamente 100.000 toneladas propulsadas por un par de reactores nucleares capaces de proporcionar el equivalente a 168.000 caballos de potencia cada uno. Esto le permite superar los 30 nudos (56 kilómetros por hora) de velocidad de crucero.
Al ser nuclear, su autonomía es prácticamente ilimitada y tan solo está condicionada por los víveres a bordo. El portaviones es capaz de operar más de 75 aeronaves y cuenta con el más avanzado sistema de armamentos. Está previsto que esté operativo en la primera mitad del 2021.
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