Los relojes inteligentes se han convertido en uno de los wearables más populares en España gracias a sus funciones de salud y deporte. Sin embargo, estos pequeños dispositivos electrónicos no se desmontan ni se reciclan fácilmente. Los usuarios, cuando se hacen con un nuevo modelo, suelen enviar sus antiguos smartwatches a un cajón o los tiran a la basura. Para ayudar en su reciclaje, han creado un reloj inteligente que se disuelve en agua cuando ya no se usa.
La obsolescencia programada y el rápido ritmo de las innovaciones tecnológicas llevan a que los fabricantes reemplacen continuamente sus dispositivos antiguos con versiones mejoradas. Un proceso que genera millones de toneladas de desechos electrónicos al año. El reciclaje puede reducir el volumen de esta basura y es obligatorio en muchos países, pero es complicado porque no se puede aprovechar prácticamente nada de ellos.
Reciclar este tipo de dispositivos es una tarea tediosa, ya que incluye la necesidad de tener que desmontarlos a mano y los materiales que se obtienen durante este proceso no cuentan con mucho valor. Además, algunos pasos del reciclaje, como la quema al aire libre, pueden causar tanto problemas de salud como contaminación ambiental. En cambio, los dispositivos solubles que se disuelven en el agua pueden terminar con estos contratiempos.
En apenas 40 horas
Unos investigadores de la American Chemical Society (ACS) han creado un reloj inteligente desechable que se disuelve tras dejarlo sumergido en agua durante 40 horas. Esto es posible gracias a que los científicos han desarrollado un nanocompuesto de dos metales para los circuitos que se desintegran cuando están en agua.
En China, el químico Xian Huang junto con investigadores de la Universidad Tianjin, desarrollaron un nanocompuesto a base de zinc que se disolvía en el agua para utilizarlo en circuitos temporales. Sin embargo, no era lo suficientemente conductor para la electrónica de consumo. Entonces, ahora los científicos de ACS modificaron dicho nanocompuesto agregando nanocables de plata, lo que lo hace altamente conductivo.
Posteriormente, serigrafiaron la solución metálica en piezas de polialcohol vinílico, un polímero que se degrada en el agua, y solidificaron los circuitos aplicando pequeñas gotas de agua que facilitan las reacciones químicas y luego se evaporan. Tras ello, el equipo ha fabricado un reloj inteligente con múltiples placas de circuito impreso con nanocompuestos dentro de una caja de poli (alcohol vinílico) impresa en 3D.
Totalmente funcional
Los investigadores también han dotado a este reloj inteligente desechable de tecnología de última generación, ya que cuenta con sensores que miden con precisión la frecuencia cardíaca de una persona, los niveles de oxígeno en sangre y el recuento de pasos. Del mismo modo, también envía la información recopilada a una aplicación para móviles a través de conexión Bluetooth.
El reloj inteligente es totalmente funcional y la única diferencia en comparación con otros modelos es su capacidad de disolverse en el agua para mejorar su reciclaje. Los investigadores han señalado que su nuevo dispositivo desechable es capaz de aguantar el sudor, pero una vez que se sumerge completamente en agua, tanto la caja de polímero como los circuitos se disuelven por completo en 40 horas.
Este sistema es un gran método de reciclaje para estos dispositivos electrónicos, ya que una vez terminado el proceso se puede recuperar partes reutilizables, como la pantalla LED, sin necesidad de tener que estar desmontándolo manualmente. Los investigadores aseguran que este nanocompuesto de dos metales se puede usar para producir dispositivos transitorios con un rendimiento similar al de los modelos comerciales, pero contribuyendo a resolver los problemas de los desechos electrónicos.
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