Marruecos continúa con afán de renovación y ampliación de sus aeronaves militares. Ante la atenta mirada de España y con unas relaciones bilaterales que parecen haber mejorado en las últimas semanas, el país africano no pierde el tiempo negociando la adquisición de nuevas tecnologías del sector aeronáutico de defensa.
Los últimos datos correspondientes a 2020 ya recogen un incremento de un 30% en el gasto militar marroquí y a ello se une la buena sintonía diplomática con Estados Unidos. Esa combinación de factores le ha granjeado una buena cantidad de contratos, siendo la compra de 24 unidades de helicópteros Apache -con opción a 12 más- una de las más importantes.
Lejos de darse por satisfecho, la Fuerza Aérea Real de Marruecos planea la compra de varias unidades de helicópteros turcos T129 y ya se encuentran en "negociaciones avanzadas", según Morocco World News. Una intención que ya se materializó en 2018, pero se vieron retrasadas debido a las sanciones que Estados Unidos levantó contra ese país a finales de 2020 debido a la compra de misiles a Rusia.
Helicóptero turco
El modelo elegido en esta ocasión por Rabat es el T129 Atak construido por la compañía nacional Turkish Aerospace, aunque está basado en el italiano Augusta A129. De hecho, el concepto del helicóptero Apache y del T129 es muy similar, ambos tienen espacio para un par de tripulantes y están concebidos exclusivamente para actuar en el campo de batalla, dejando atrás otros conceptos más polivalentes que también puede transportar tropas.
El T129 incluye un "procesador avanzado de guerra electrónica, un receptor de advertencia de radar, un sistema de advertencia láser, un sistema de advertencia de misiles y una autoprotección avanzada con un sistema de dispensación de contramedidas", según recoge la ficha del fabricante. Este equipamiento es el que se puede encontrar en muchos aviones caza actuales que prestan mucha atención a todo lo relacionado con la guerra electrónica. Convirtiéndolo en uno de los mejores helicópteros de guerra de su clase.
Junto a todos esos sistemas de seguridad, el T129 incluye un par de alas en los costados bajo las cuales se puede equipar todo un arsenal. En total, dispone de 4 espacios en los que se pueden acoplar misiles antitanques, cohetes, misiles guiados, misiles aire-aire o tanques de combustible auxiliares. Todos ellos también de fabricación turca.
En cuanto a tamaño, tiene una longitud de 14,54 metros, una altura de 3,40 y una anchura de 3,49. Para ponerlo en perspectiva, el Apache de Estados Unidos tiene 15 metros de largo, 5,29 de ancho y una altura de 3,87. Lo que coloca al turco en una posición muy similar al del país norteamericano.
En cuanto al rendimiento puro, el T129 es capaz de mantener los 281 kilómetros por hora de crucero a máxima velocidad, una autonomía máxima de 537 kilómetros y un techo de vuelo de 4.572 metros. Todas estas características le confieren poder desempeñar papeles de ataque, reconocimiento armado, escolta, ataque de precisión, apoyo aéreo y guerra en entornos urbanos. Una auténtica navaja suiza en el campo de batalla de la que, por el momento, no se conocen datos sobre el estado de las negociaciones entre ambos países ni mucho menos cuándo podrían llegar a suelo marroquí.
Los que sí han podido probar el T129 en el campo de batalla son los pilotos y artilleros -de ahí los dos tripulantes- de varios escuadrones y unidades de policía de Turquía. Cuyas primeras unidades llevan operativas desde el 2013 en el Ejército y más recientemente la policía ha recibido las primeras de un total de 9 unidades para la lucha antiterrorista.
Y también drones
Las relaciones de Marruecos con Turquía no han podido ser más fructíferas en los últimos meses. Hace tan solo unas semanas, se anunció la compra de 12 unidades de drones Bayraktar TB2, uno de los más avanzados tecnológicamente de su segmento. Los planes del país africano pasan por colocar al menos 3 de esos drones en la base militar de Monte Arruit (Nador) a escasos 30 kilómetros de Melilla.
A diferencia de los drones Predator de reciente incorporación en el Ejército del Aire de España, los TB2 cuentan con capacidad de ataque al poder acarrear misiles bajo sus alas. Según el fabricante, puede disponer de dos modelos de misiles con un alcance de hasta 14 kilómetros y la capacidad de guiarse mediante láser.
También tiene la opción de equipar sensores para realizar "misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento", según la misma web. Para ello, cuenta con un sistema de transmisión de imágenes en tiempo real desarrollado por la propia compañía turca así como otra tecnología de navegación autónoma que le permite incluso despegar y aterrizar sin intervención humana.
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