El avión soviético que ahora quiere el Pentágono: las claves para que EEUU tenga un ekranoplano
El Pentágono, a través de DARPA, acaba de publicar los requisitos que deberá tener un avión que base su vuelo en el efecto suelo y que deberá ser transoceánico.
13 septiembre, 2021 01:50Noticias relacionadas
Los diferentes formatos que ha dejado la industria aeronáutica en su poco más de cien años de vida son tan diferentes como extraordinarios. Algunos han terminado por hacerse los dominantes, como los aviones o helicópteros, mientras que otros como el ekranoplano o el autogiro (inventado en España por Juan de la Cierva) han quedado relegados a un segundo lugar.
Aunque parece que con el primero de estos 'segundones' no está todo perdido. Los ekranoplanos tuvieron su momento álgido hace ahora 50 años, cuando una todavía resplandeciente Unión Soviética se enfrentaba a Estados Unidos en la Guerra Fría y pusieron a trabajar a sus gabinetes de ingenieros para la creación de estas naves que emplean el efecto suelo para volar.
Ahora, el Defense Advanced Research Project Agency, más conocido por su acrónimo DARPA, acaba de lanzar una solicitud de información a la industria acerca de la situación tecnológica de los ekranoplanos que podrían convertirse en una de las líneas de investigación de la Agencia dependiente del Pentágono para su futura incorporación en la Navy.
Ekranoplano americano
Los ekranoplanos utilizan el conocido efecto suelo para volar bajo sobre el terreno, independientemente si es agua o tierra. La altitud que alcanzan es realmente escasa y depende del modelo y del diseño, esto les ha condicionado mucho en su evolución a lo largo de la historia pues su uso se reserva a superficies de agua extensas, como mares o grandes lagos, desde donde pueden despegar y aterrizar. Porque no lleva un tren de aterrizaje con ruedas como un avión convencional. Algo así como un hidroavión que nunca levanta el vuelo más allá de unos pocos metros.
Aunque su baza está en lo grandes que pueden llegar a ser. Al emplear el efecto suelo, algo así como volar por encima de un colchón de aire, se pueden crear ekranoplanos de cientos de toneladas. Esto permite a usuarios militares movilizar grandes cantidades de material o tropas -mucho- más rápido que un barco o buque al tiempo que pueden equipar misiles o diferentes armas.
En cuanto al proyecto que busca el Pentágono, la Oficina de Tecnología Táctica del DARPA publicó el pasado agosto un documento en el que afirma que quiere "una nueva clase de vehículo". Haciendo referencia específica a uno que utilice el mencionado efecto suelo.
En las especificaciones técnicas publicadas por la Agencia, también mencionan la capacidad de despegar y aterrizar sobre el agua para ser independiente de una pista de aterrizaje convencional, así como una "capacidad de vuelo extendida fuera del efecto suelo para evitar obstáculos, volar sobre tierra o evitar meteorología adversa".
Del mismo modo, se valorará la capacidad para realizar vuelos transoceánicos utilizando este mismo efecto suelo. Lo que llevará a investigar cómo pueden afectar los grandes oleajes o las zonas de inestabilidad meteorológica para recorrer de forma segura distancias tan largas.
Desde DARPA también apuntan a que el ekranoplano debe tener un coste de desarrollo y mantenimiento bajos dejándose por el camino algunas funciones como la presurización de la cabina. Que teniendo en cuenta la escasa altitud que está diseñado a alcanzar tan solo añadiría peso a la aeronave.
Versión soviética
Si bien Estados Unidos acaba de comenzar a estudiar la posibilidad de construir ekranoplanos, la Unión Soviética se convirtió en una auténtica experta en los años 70. Uno de los más famosos y que saltó el año pasado a la palestra es el MD-160.
Una mole de 8 motores que Rusia trasladó -remolcado- en agosto de 2020 entre dos puertos militares con unas intenciones que no estuvieron del todo claras. Algunos reportes apuntaban que su misión sería el de la conservación, pero lo último que se supo es que se había abandonado en las proximidadades de una playa.
Inicialmente, se planeó la construcción de 2 unidades de MD-160 aunque finalmente tan solo se llevó a cabo una de ellas, entrando en servicio en 1987. El servicio del ekranoplano no fue dilatado, pues fue retirado en algún momento de finales de los años 90. Quedando en la reserva desde entonces.
Con una longitud de 73,9 metros y 19,2 de envergadura, este híbrido de aeronave y barco es capaz de transportar hasta 137 toneladas en su interior. Dentro de las cuales hay que incluir los misiles P-270 Moskit que equipaba y cuyos cañones se sitúan en la zona superior del fuselaje.
En el caso soviético, el ekranoplano estaba diseñado para alcanzar los 550 kilómetros por hora, levantarse unos 5 metros del suelo y una autonomía de 2.000 kilómetros. Las propuestas que salgan de la consulta de DARPA, todavía no se conocen y es muy probable que la investigación se dilate en el tiempo o que, sencillamente, se descarte.