El GPS es un sistema que permite posicionar cualquier objeto con una precisión de hasta centímetros, pero tiene un gran inconveniente: no funciona en sitios donde las señales de los satélites no existen. Desde su lanzamiento en la década de los noventa se ha intentado sin éxito encontrar una tecnología equivalente que funcione en recintos interiores y cerrados, como en los edificios para saber en qué planta estás.
Ante la dificultad de encontrar una tecnología universal, varios investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) han desarrollado Angular Technologies, un algoritmo que permite combinar diferentes tecnologías para mejorar la localización de objetos y personas en interiores de entornos críticos, como pueden ser las minas. Una tecnología equivalente al GPS, universal, precisa y de bajo coste que por ahora está en la fase de pruebas.
Esta nueva tecnología permite obtener posiciones 3D precisas gracias al uso de radio en escenarios que son hostiles para los sistemas de geolocalización, como pueden ser las minas, y está siendo desarrollada por el grupo Wireless Networks (WiNe) de la UOC; quienes esperan que para finales de año su GPS esté en pleno funcionamiento.
Una posición precisa
Ante las dificultades para identificar la dirección de la que proviene una señal en interiores, los fabricantes y proveedores de soluciones de posicionamiento se han centrado tradicionalmente en una única tecnología adaptada para cada entorno en particular, algo que en la gran mayoría de casos es muy difícil de ajustar.
En cambio, la idea de los investigadores de la UOC ha sido la de montar un sistema que utilice todas o casi todas las tecnologías de geolocalización disponibles de forma colaborativa para integrarlas en un sólo dispositivo y aprovechar así la información útil que cada una de ellas puede aportar en un escenario particular.
"Ahora mismo estamos trabajando en el GPS y las tecnologías que queremos incorporar, que mínimo serán dos: AOA (una técnica para el rastreo de objetos) y Bluetooth. Una vez que el producto esté claro, funcione y tenga demanda, la idea es ir integrando todas las tecnologías para dar más flexibilidad al sistema, como puede ser el posicionamiento por wifi", indica Marc Guerrero, investigador de WiNe y de la UOC, a OMICRONO.
Básicamente, lo que este nuevo sistema hace es usar varias tecnologías y sensores que envían la posición que reciben o que calculan en cada momento a un sistema de central. A partir de ahí, los investigadores han diseñado un algoritmo que hace un filtraje del error, es decir, utiliza las posiciones que recibe de las tecnologías para sacar una posición más precisa y de confianza, o descartar una y quedarse con la otra.
Primero en minas
El objetivo a corto plazo de los investigadores es el de instalar el dispositivo en una mina y poder posicionar tanto a personas como objetos, como puede ser maquinaria. "Las minas son un entorno muy malo para el tema de las telecomunicaciones por el hecho de que hay mucha profundidad y muchos rebotes. Por eso es una situación perfecta para probar el sistema", afirma Marc Guerrero.
Un entorno en el que este sistema GPS puede ser de gran utilidad y hasta salvar vidas. "Si en una mina hubiese un derrumbe en dos o tres entradas diferentes, sabiendo si hay personas o no dentro, con esta tecnología se puede atacar mejor las maniobras de rescate al saber en qué posición exacta se encuentran esas personas", asegura Guerrero.
Los investigadores se centrarán primero en minas, pero si consiguen que su sistema funcione, su idea es la de expandirse a otros sectores, como hospitales o industrias logísticas. Incluso puede funcionar en aeropuertos, ya que no se interfiere ninguna banda de frecuencia.
Ahorrar recursos
En el mercado existen sistemas de posicionamiento para interiores que funcionan, pero los investigadores señalan que su principal diferencia con ellos es que su dispositivo utiliza todas las tecnologías disponibles, mientras que el resto sólo usan una, como AOA. Además, Angular Technologies puede ofrecer soluciones que se adapten al presupuesto de los posibles clientes.
"Si un hospital quiere posicionar a un paciente para saber si está dentro de una habitación o no, instalar un sistema como AOA sale por 3.000 euros por habitación. En cambio, nuestro sistema de presencia se adaptaría con un dispositivo Bluetooth que sirve para lo mismo y cuesta entre 60 y 80 euros como máximo por habitación. En entornos más críticos, podemos instalar localizadores más precisos pero más caros", concluye Marc Guerrero.
Otra de sus ventajas es que se puede ampliar fácilmente con tecnologías complementarias cuando se requiera, para que sea más completo. Este sistema que permite localizar objetos o hacer posicionamiento de activos en tiempo real podría, por lo tanto, ahorrar recursos, tiempo y dinero a industrias, hospitales e instituciones de cualquier tipo.
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