Lanzamiento del misil hipersónico chino Starry Sky-2

Lanzamiento del misil hipersónico chino Starry Sky-2 Science and Technology Daily

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China busca su bomba electromagnética: un misil hipersónico que llega a las bases militares de EEUU

Una investigación llevada a cabo por China y que acaba de ser publicada describe la tecnología de un misil hipersónico capaz de crear el caos con un pulso electromagnético.

13 octubre, 2021 02:53

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Con la carrera por desarrollar misiles hipersónicos en el esprint final, las grandes potencias mundiales comienzan a estudiar sus posibles aplicaciones más allá de montar ojivas explosivas. Con España y prácticamente toda la Unión Europea al margen, poco a poco van apareciendo los proyectos que hasta hace muy pocos meses se cocían en los centros tecnológicos más secretos de cada país.

Estados Unidos, Rusia, Corea del Norte y China conforman el selecto club de los avanzados en materia hipersónica. Siendo esta última una de las naciones con programas más sorprendentes. Lo último que se ha dado a conocer en el gigante asiático mezcla lo hipersónico con el pulso electromagnético, dando como resultado un arma que parece sacada de cualquier película de ciencia ficción.

"Provocar la destrucción efectiva de los dispositivos electrónicos clave en la red de información dentro de un rango de 2 kilómetros", según ha publicado Sun Zheng, ingeniero, y sus coinvestigadores en un artículo en la revista nacional china Tactical Missile Technology. El arma sería capaz de dejar fuera de juego cualquier dispositivo mínimamente tecnológico, sin dañar a los humanos directamente, y ha sido propuesta por ese grupo de científicos en China, según recoge SCMP.

Bomba electromagnética

Los efectos del pulso electromagnético (EMP, de sus siglas en inglés) se descubrieron a raíz de los ensayos con bombas nucleares que el Ejército de Estados Unidos realizó tras las Segunda Guerra Mundial. El experimento Starfish Prime, llevado a cabo en 1962, consistió en la explosión de un artefacto nuclear de 1,4 megatones a 400 kilómetros de altura sobre una región deshabitada del Pacífico.

Hermeus 4

Hermeus 4

Las consecuencias del pulso electromagnético se sintieron en Hawái, que está a 1.500 kilómetros de distancia, dañando las líneas de distribución eléctrica y las comunicaciones por microondas. A partir de ese momento y tras la realización de más pruebas, el ejército de Estados Unidos comenzó a estudiarlo en profundidad. En una situación de experimentación muy similar se encontraba la extinta Unión Soviética.

Conocidos los devastadores efectos de este tipo de radiación electromagnética, en los últimos años se ha ido mejorando la tecnología dejando a un lado el empleo de bombas nucleares para generar el EMP. Según Sun Zheng, actualmente se pueden utilizar otro tipo de explosivos químicos en lugar de nucleares.

El funcionamiento de la bomba electromagnética química se produciría por una explosión que comprimiría un imán cargado eléctricamente conocido como "generador de compresión de flujo". El sistema convertiría la energía de choque de la explosión en pulsos cortos pero extremadamente potentes del espectro de las microondas.

Ya en el año 2017, Estados Unidos estuvo estudiando la posibilidad de emplear un misil de largo radio con una ojiva de pulso electromagnético contra las instalaciones nucleares de Corea del Norte. La idea se rechazó ante la posibilidad de ser detectados por el ejército coordinado por Kim Jong-un que lanzaría inmediatamente una contraofensiva.

Boeing X-51, aeronave hipersónica

Boeing X-51, aeronave hipersónica U.S. Air Force

El arma de Sun Zheng está diseñada para generar un intenso pulso electromagnético capaz de destruir las líneas de comunicación y las de suministro eléctrico. Según las estimaciones, el misil sería capaz de alcanzar una autonomía de 3.000 kilómetros cubriendo esa distancia a 6 veces la velocidad del sonido en 25 minutos. Esa cantidad de kilómetros, precisamente, es la que separa la costa este de China con la isla de Guam, un enclave estadounidense en mitad del Pacífico.

"Puede disparar el 95% de la energía almacenada en tan solo 10 segundos, adecuado para descargas instantáneas que provoquen daños por pulsos electromagnéticos", según la investigación publicada.

Furtivos

Pero el programa que manejan en China es sustancialmente diferente. En lugar de emplear un misil de crucero, Sun Zheng y su equipo apuestan por un misil hipersónico capaz de volar más allá de 5 veces la velocidad del sonido y, lo que es más importante: a baja altitud.

Esta última característica es clave para evitar cualquier tipo de sistemas antimisiles. Al viajar a unas pocas decenas de kilómetros de altitud, los radares de los escudos tan solo los detectarían a muy pocos minutos -quizá segundos- de explotar. Dejando a cualquier contramedida inútil.

Otro punto importante es la generación de una finísima capa de plasma que se produce cuando un objeto vuela a velocidades hipersónicas por la atmósfera. Las moléculas de aire se ionizan y crear ese fino recubrimiento que amortiguan los ecos de los radares.

Del mismo modo, para menos detectable todavía, el arma sería capaz de convertir el calor ambiental generado por el rozamiento (más de 1.000 grados centígrados) en electricidad. Que se usaría para alimentar los numerosos generadores de plasma ubicados en diferentes áreas del cuerpo del misil.

Misil HAWC hipersónico de Estados Unidos

Misil HAWC hipersónico de Estados Unidos

Con el objetivo de recortar en el peso del misil para alcanzar velocidades hipersónicas, el sistema no equipará ningún tipo de batería. En su lugar, se utilizarían supercondensadores con una densidad de potencia 20 veces mayor que las baterías y se cargarían utilizando los generadores de plasma mencionados antes.

"El arma sigilosa de pulso electromagnético basada en la regeneración de energía se ajusta a la tendencia de desarrollo actual de guerra rápida, confrontación fuerte y daño de información de dimensiones completas", recalca el equipo investigador. Por el momento, el arma no deja de ser un concepto, aunque recalcan su confianza en que será de mucha utilidad para el futuro armamentístico chino.

Fortalezas volantes

La preocupación de los diferentes países ante la amenaza de una bomba de pulso electromagnético ha hecho que algunos ejércitos cuenten con aeronaves especialmente diseñadas para resistirlo. El más famoso es el conocido como Doomsday Plane o avión del juicio final que sirve dentro de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Este Boeing 747-200, profundamente modificado, ha sido desprovisto de todo dispositivo electrónico que no es estrictamente necesario para la operatividad de la nave. Los prescindibles han sido retirados y sustituidos por sistemas analógicos más resistentes a los pulsos electromagnéticos, mientras que los digitales que han quedado se han reforzado.

Il-80 de la Fuerza Aérea de Rusia

Il-80 de la Fuerza Aérea de Rusia Alex Beltyukov Omicrono

Rusia tampoco se iba a quedar atrás en esto de los aviones preparados para resistir un EMP. De hecho, el presidente Putin lo renovará próximamente por una aeronave más nueva que el Ilyusin Il-80 de los años 70 que tiene actualmente. El remplazo elegido, también ruso, es el Il-96-400M, un tetramotor que será modificado para mantener seguro al presidente de la Federación en caso de ataque electromagnético. Bien sea producido por una bomba nuclear o por cualquiera de las nuevas armas que se están desarrollando.

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