Los microrobots tienen forma de animales: como un pez.

Los microrobots tienen forma de animales: como un pez. ACS Plubications Omicrono

Tecnología

Los microrobots que atacan al cáncer navegando por los vasos sanguíneos

Unos investigadores han fabricado unos microrobots con forma de animales que se controlan con imanes y pueden administrar medicina contra las células cancerosas.

25 noviembre, 2021 06:03

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El cáncer está diagnosticado en más de 13 millones de personas en todo el mundo y es la segunda causa de muerte de toda la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La tecnología lleva tiempo buscando soluciones para identificar y combatir esta enfermedad, como una española que creó una máquina que detecta el cáncer de mama en la orina. Ahora se ha ido un paso más allá y han desarrollado unos microrobots que navegan por el cuerpo humano para terminar con el cáncer.

En la actualidad los pacientes de esta enfermedad se someten a un tratamiento de quimioterapia con el que reciben los fármacos que terminan con el cáncer, ya sea vía oral o intravenosa. Sin embargo, esta técnica puede derivar en efectos secundarios. Unos investigadores han desarrollado una nueva tecnología que podría revolucionar el tratamiento del cáncer, ya que con ella consiguen suministrar los medicamentos solamente en donde se necesitan: en las células cancerosas.

La American Chemical Society ha dado a conocer un proyecto de unos investigadores que han desarrollado una nueva forma de transportar los medicamentos de quimioterapia directamente a las células cancerosas, lo que haría más fácil la cura de esta enfermedad, que cuenta con una variedad de tipos. Para ello, estos científicos han creado unos pequeños robots que se adentran en el cuerpo humano y que se podrían controlar con imanes.

Impresos en 4D

Durante su investigación los científicos han probado tres microrobots con diferentes formas de diminutos animales: un pez, un cangrejo y una mariposa. Unas máquinas que se imprimieron en 4D a partir de hidrogel sensible al pH usando un láser de femtosegundos. Una técnica que utiliza los principios de la impresión 3D, creando un objeto tridimensional que puede cambiar su forma; es decir, piezas que se adaptan al entorno.

Estos microrobots administran medicamentos a las células cancerosas

Durante las pruebas los microrobots consiguieron cambiar de forma cuando se expusieron a un cambio en el nivel de pH, y hay que tener en cuenta que las células cancerosas son por lo general más ácidas que las células normales. Estas nanomáquinas cuentan en su estructura con pequeños huecos que sirven para transportar partículas de quimioterapia.

En ciertas áreas, como la boca del robot en forma de pez o las pinzas del cangrejo, la densidad del hidrogel se ha ajustado con el objetivo de que estos elementos se puedan abrir y cerrar como respuesta a los cambios de acidez. Con esto se consigue que solamente liberen la carga útil de fármaco cuando están en el ambiente ácido alrededor de un tumor.

Uno de los principales problemas que se encontraron los científicos fue lograr un método para guiar a los microrobots una vez estuvieran dentro del cuerpo humano. Tras estudiarlo, apostaron por sumergirlos durante 12 horas en una solución que contenía nanopartículas de óxido de hierro para hacerlos magnéticos. Con ello, con unos imanes consiguieron dirigir estas pequeñas máquinas por el cuerpo hasta llegar al tumor y lanzar el fármaco directamente en las células cancerosas.

Aún en pruebas

Los investigadores realizaron diferentes pruebas en el laboratorio que fueron satisfactorias. En una de ellas, y guiado por un imán, condujeron un microrobot con forma de pez a través de una placa de Petri -un recipiente redondo de cristal- llena de vasos sanguíneos artificiales.

El microrobot con forma de cangrejo.

El microrobot con forma de cangrejo. ACS Plubications Omicrono

Cuando el microrobot con forma de pez llegó a la parte más ácida, terminó reaccionando y abrió la boca para liberar un fármaco de quimioterapia que mató las células cancerosas. Sin embargo, los científicos han explicado que antes de que estas pequeñas máquinas se puedan utilizar en pacientes reales se deben realizar aún más pruebas.

Otra de las principales cuestiones a resolver es la de hacerlos más pequeños para que puedan navegar por los vasos sanguíneos reales y los científicos aún deben identificar un método adecuado para rastrear sus movimientos y obtener imágenes una vez estén dentro del cuerpo humano.

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