Compañías de todo el mundo llevan años impulsando proyectos para rediseñar el transporte aéreo en un negocio más sostenible. Poder ir de una ciudad a otra en España en poco tiempo sin aumentar la contaminación es una opción cada vez más factible con proyectos como Atea.
La compañía francesa Ascendance ha diseñado este coche volador, con tecnología híbrida y rotores en sus cuatro alas para recorrer largas distancias. La empresa asegura que Atea podrá cubrir una distancia mayor de la que separa Madrid de Zaragoza, con solo 10 minutos para reabastecerse.
Desde Ascendance prometen reducir de forma paulatina la dependencia de esta nave del combustible para que los viajes sean más sostenibles. La producción está prevista que comience en 2025, pero se estrenará en las Juegos Olímpicos de París, cuando se introducirá en una industria de la que se espera que reduzca en gran medida la contaminación ambiental que genera el actual tráfico aéreo.
Más limpia y silenciosa
La nueva nave es la culminación de tres años de investigación y desarrollo, pensada para operar en áreas entre urbes y campo. Su equipamiento le permite tener una autonomía de 400 kilómetros, unas dos horas de vuelo, y solo necesita 10 minutos para volver a repostar.
Atea cuenta con un sistema híbrido entre combustión y batería eléctrica que nutren al motor eléctrico. Según avance la tecnología de las baterías, la compañía tiene pensado ir reemplazando de forma gradual la fuente de energía de combustión para que el uso de este coche volador sea más limpio.
La industria de la aviación se ha propuesto con medidas como esta alcanzar en los próximos años el objetivo de cero emisiones netas de carbono, todo un desafío, al que Ascendance se acerca prometiendo una caída del 80% de las emisiones con Atea. Pero no solo se persigue ensuciar menos el aire, sino también hacer menos ruido.
Para ello, Ascendance ha patentado una tecnología de rotor que permite una mayor potencia durante el despegue y aterrizaje, y que también consigue reducir de forma significativa el ruido que hace Atea.
Atea, "el avión del mañana"
El diseño copado por dos hélices y ocho rotores pretende asegurar la maniobrabilidad durante el vuelo si alguno se estropea. Las hélices del morro y la cola, además, ayudan a separar los vuelos en vertical y horizontal. Esto elimina la dependencia de un mecanismo de pivote, suavizando el riesgo de fallo y aporta mayor seguridad.
Sus creadores definen Atea como "el avión del mañana para transporte de pasajeros, servicios de emergencia, tareas logísticas o para vuelos de vigilancia". Aunque su producción está programada para 2025, la compañía quiere estrenar el vehículo en los Juegos Olímpicos de París en 2024 realizando los primeros vuelos públicos.
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