Con el paso del tiempo los automóviles incorporan más dispositivos electrónicos, desde GPS hasta sensores y cámaras para aparcar. Un sector cuyo futuro pasa por modelos eléctricos y que se conducen solos, y en España ya se pueden encontrar unos que reparten comida en Madrid. Sin embargo, según las nuevas tecnologías avanzan los robos de coches se vuelven más sofisticados y los hackers entran en escena.

Años atrás abrir las puertas de un vehículo particular dependía de una cerradura mecánica, por lo que el ladrón necesitaba obligatoriamente tener las llaves en su poder o utilizar una serie de técnicas, como el conocido sistema de ganzúas. En la actualidad y con las nuevas tecnologías que incorporan, robar coches ha pasado a ser un delito tecnológico, como indican en Panda Security.

Esto se debe a que muchos modelos que existen incorporan sistemas 'keyless', una tecnología que permite tanto abrir el coche como arrancar el motor sin la necesidad de tener una llave tradicional y con tan sólo pulsar un botón. Los hackers cuentan con una serie de trucos para aprovechar las vulnerabilidades de estos sistemas y hacerse con estos vehículos en apenas segundos y sin que la víctima se entere.

Llaves falsas y tu móvil

Una de las técnicas más utilizadas consiste en programar unas llaves nuevas. Con este sistema los hackers consiguen arrancar sin problemas un coche, sin tener que forzarlo ni hacer un puente. Para llevar a cabo este golpe utilizan un dispositivo, que se puede comprar barato, que realiza una conexión con el software de arranque del vehículo en sólo 15 segundos.

Otra forma de robar uno de estos vehículos rápidamente es mediante el smartphone de la víctima. Son muchos los coches que utilizan el sistema 'keyless' y algunos modelos cuentan hasta con una aplicación que sustituye a dicha tecnología, que cada vez se va popularizando más. En esta ocasión, el ciberdelincuente tan sólo tiene que hackear el móvil de la víctima o crear una app falsa que, a través de un malware, sea capaz de acceder a la aplicación oficial y controlar el coche.

Otro de los trucos más conocidos de los hackers es colocar un inhibidor de un tamaño reducido cerca de un coche o adherirlo a los bajos. Se trata de un aparato que, cuando el dueño del coche aparca el vehículo, consigue emitir la señal de cerrar las puertas y bloquearlas. De esta manera, se quedan abiertas para que los ladrones accedan cómodamente al interior.

Con una 'Game Boy'

Los hackers también pueden acercarse lo más posible a un coche con un dispositivo repetidor, mientras un cómplice se sitúa al lado de la casa con un aparato receptor para captar las ondas que transmite la llave que se encuentra dentro de la vivienda de la víctima. Un proceso que lleva sólo unos segundos y que permite sustraer un vehículo sin que nadie se entere.

Por último, y el método más curioso de todos, es utilizando un dispositivo con forma de consola portátil con el que los ladrones consiguen desbloquear y arrancar un coche. Se trata de un aparato en el que se puede indicar tanto el fabricante como el modelo del coche y que comienza a funcionar cuando se presiona el botón de la puerta del vehículo.

En ese momento, este dispositivo recoge la señal y registra el código único del coche para hacerse pasar por la llave real. Lo llamativo es que este aparato cuenta con un diseño similar a una Game Boy de Nintendo, lo que permite a los hackers pasar desapercibidos; y se fabricó con la finalidad de ayudar a los dueños de los coches en caso de perder las llaves, pero los cascos han sabido cómo sacarle provecho.

¿Cómo evitarlo?

El informe también refleja una serie de acciones que los usuarios pueden llevar a cabo para intentar evitar que los hackers se lleven sus coches. Una de las más llamativas es dejar las llaves dentro de una lata metálica en casa "para mantener el sistema aislado", aunque también se puede tanto apagar las llaves como retirar las pilas al mando por las noches.

Los expertos en ciberseguridad también recomiendan comprobar siempre si las puertas del coche se han quedado cerradas cuando se aparque, instalar un localizador oculto en el vehículo y mantener siempre actualizado el software. Eso sí, destacan que en ocasiones las vulnerabilidades en los sistemas de seguridad no dependen de los usuarios, sino de los propios fabricantes.

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