Llega la última frontera de la compra online: que el propio repartidor te llene la nevera
La cadena de supermercados estadounidense Walmart ofrece un servicio de entrega de productos directamente en la nevera de la cocina.
9 enero, 2022 03:03Noticias relacionadas
La evolución tecnológica que han experimentado los supermercados y las grandes superficies en los últimos años conduce a servicios de entrega de productos nunca antes vistos. Mientras en España la inmensa mayoría de las compañías apuestan por un reparto a domicilio, en otros países como Estados Unidos el panorama es bien distinto.
Grandes corporaciones como Amazon -con su programa Amazon Key- apuestan por entregas dentro del propio domicilio sin que haya nadie en casa. Por ejemplo, con la entrega de los paquetes dentro de los garajes con el fin de resguardarlos de manos ajenas y de la meteorología adversa.
La segunda derivada de este concepto proviene de Walmart, otra gigante de la distribución estadounidense, cuyos repartidores directamente pueden llenar la nevera de casa. Un paso más allá donde la confianza con el repartidor debe ser plena para dejarle entrar, literalmente, hasta la cocina.
Walmart lo hace a través de su servicio InHome, un programa que puso en funcionamiento en el año 2019 y que para finales de este 2022 llegará a más de 30 millones de hogares en Estados Unidos, según acaba de anunciar la compañía.
Nevera llena
"Hemos estado operando InHome en algunos mercados seleccionados durante los dos últimos años y hemos descubierto que es una solución perfecta para los clientes que desean vivir sus vidas sin preocuparse por llegar a la tienda o estar en casa para recibir una entrega", ha comentado Tom Ward, vicepresidente de última milla de Walmart Estados Unidos.
La esencia del servicio InHome es que el propio repartidor es el que llega hasta la cocina del domicilio y se encarga de colocar los productos perecederos dentro de la nevera. Un gran paso hacia adelante respecto al mencionado programa Amazon Key cuyo límite se encuentra a escasos centímetros tras la puerta.
"Nuestro propósito es identificar formas de ayudar a nuestros clientes a ahorrar tiempo y dinero, y nada lo muestra mejor que la entrega InHome", recalca Ward. Para ello es necesario disponer de un sistema de cerradura inteligente y también tener la absoluta confianza en el supermercado proveedor.
La primera parte, la más tecnológica, está más que superada con ecosistemas completos de seguridad para el hogar que no requieren de instalaciones complejas. El servicio InHome se basa en códigos de acceso únicos, que sirven para que los repartidores puedan entrar en el domicilio una sola vez.
También indican que el proceso de entrega queda grabado durante 7 días dentro de los servidores de Walmart y queda a disposición del usuario. Para ello, los repartidores cuentan con cámaras para grabar todo el proceso y no se utilizarán para mejorar el servicio o se compartirán con otras compañías.
Con este par de medidas aplicadas por la compañía se elimina una parte importante de la preocupación de los potenciales usuarios de InHome. Aunque dejar que un desconocido llene la nevera de casa y con capacidad para deambular por ella requiere un extra de confianza.
Precisamente para proporcionar la mayor transparencia posible en un servicio tan delicado con la intimidad y la privacidad, Walmart apuesta por poner cara a sus repartidores con personal entrenado y que lleva trabajando en la compañía varios años. Un sello de garantía extra que describe en la propia web como "entregas realizadas por caras conocidas", aludiendo a que su equipo de repartidores de InHome es muy reducido y el usuario terminará conociendo a todos ellos.
InHome tiene un coste de 148 dólares por año o 19,95 dólares en el plan de pago mensual. Sin límite de entregas. El único requisito es que la vivienda cuente con un sistema de cerradura inteligente compatible con la app del servicio o bien un teclado numérico para acceder por el garaje. Walmart tiene disponible su propia cerradura para InHome por 49,95 dólares.
Máxima comodidad
Que el repartidor sea la persona encargada de colocar los alimentos en la nevera es la última línea que los distribuidores de alimentación pueden cruzar. Mucho más que las entregas programadas en el interior de los domicilios, pero cerca de la puerta, como el servicio de Amazon Key. Y es que la participación activa del cliente en este tipo de transacciones cada vez tiene menos relevancia.
A diferencia de España, donde el comercio electrónico y las entregas a domicilio tuvieron su verdadero auge por la pandemia, en Estados Unidos esta práctica se encuentra mucho más extendida desde hace años. Con iniciativas tecnológicas como las entregas por robot que ya emplean algunos restaurantes en ciudades como Virginia.
En 2018, Amazon Key incluía un servicio de entrega de paquetes en algunos modelos específicos de coche. El cliente podía autorizar al repartidor a abrir el maletero del coche -mediante una app específica en coordinación con el fabricante del vehículo- para que dejara ahí los productos adquiridos. Un servicio que, tras 3 años en funcionamiento, Amazon suspendió el pasado octubre, pero que da una idea del nivel de confianza de algunos usuarios.
Con este tipo de iniciativas se evita el mayor inconveniente al que se enfrenta un usuario a la hora de recibir un paquete: la necesidad de estar en casa. Con unas ventanas horarias de entrega realmente amplias es muy complicado adaptarse a ellas y reprogramar la recogida o hacerlo en las taquillas suele ser la mejor alternativa.
Llegar a casa y encontrarse la nevera llena puede ser la solución a diversos problemas de compatibilidad familiar y laboral de muchos usuarios. También una especie de sueño cumplido para las personas reticentes a acercarse a los supermercados y tener que colocar posteriormente la compra.