Campos y bosques plagados de minúsculos robots que trabajan en masa reconociendo el terreno o polinizando la fauna de regiones en peligro por el cambio climático, que también sufre España. Cada vez son más frecuentes los proyectos que trabajan para llevar más lejos una robótica flexible y de proporciones mínimas, pequeños dispositivos que imitan a los insectos y que el MIT ha conseguido que vuelen más rápido.
Los investigadores del MIT han desarrollado nuevos músculos artificiales para que las alas de estos robots necesitan menos voltaje y puedan batir más rápido, llegando más lejos. Se ha conseguido incluso que el robot pueda transportar casi el triple de su peso.
"La gente tiende a pensar que los robots blandos no son tan capaces como los rígidos. Demostramos que este robot, que pesa menos de un gramo, vuela durante más tiempo con el menor error durante un vuelo estacionario", explica Kevin Chen, autor del estudio y director del Laboratorio de Robótica Suave y Micro en el Laboratorio de Investigación de Electrónica (RLE)
Robots insectos
Este microbot rectangular cuenta con cuatro conjuntos de alas que deben llevar su peso lo más lejos posible. El cuerpo del dispositivo pesa una cuarta parte de un centavo de dólar, muy ligero para ayudar a los músculos artificiales que ejercen de alas y que son el gran avance que anuncia el MIT.
Las alas están compuestas de capas de elastómero que se intercalan entre dos electrodos muy delgados y luego se enrollan en un cilindro blando. Al aplicar voltaje al actuador, los electrodos contraen el elastómero forzando al músculo a hacer un movimiento similar al aleteo de un insecto.
"Cuanta más superficie tiene el actuador, menos voltaje se requiere" dicen los investigadores. Por este motivo, se han construido los músculos artificiales alternando tantas capas ultrafinas de elastómero y electrodos como ha sido posible, llegando a crear un ala con 20 capas, cada una con 10 micrómetros de espesor.
Por otro lado, el equipo consiguió optimizar los electrodos delgados compuestos de nanotubos de carbono, o lo que es lo mismo, rollos de carbono súper fuertes que tienen aproximadamente 1/50.000 del diámetro del cabello humano. La concentración alta de nanotubos permite aumentar la potencia del actuador y reducir el voltaje.
Robots más potentes
El microbot resultante requiere menos de 500 voltios para funcionar, y puede transportar objetos que pesan casi tres veces su peso. Además, el dispositivo seguía respondiendo bien tras haber sido accionado más de 2 millones de ciclos, superando la vida útil de otros actuadores.
El objetivo actual del equipo es seguir perfeccionando el diseño hasta conseguir pasar de 10 a 1 micrómetro de grosor. "Cuando se trata de robots, más grande no siempre es mejor" aseguran desde el MIT y estos nuevos minirobots pueden tener muchas aplicaciones.
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