Ya sea para buscar algo en internet, activar un dispositivo en casa o para hacer una llamada con el manos libre del coche, muchas personas en España ya confían en las facilidades que les aportan los asistentes virtuales de Google, Amazon o Apple. Pero y si el asistente no reconoce lo que se le pide o la persona no puede pedírselo en voz alta, para eso han desarrollado este collar inteligente.
"SpeeChin tiene el potencial de aprender los patrones del habla de una persona, incluso con cuando habla de forma silenciosa" explica su creador, un estudiante de la Universidad de Cornell. Hablar con Siri en medio de una biblioteca con este dispositivo sin ser expulsados sería posible.
Además de facilitar a los usuarios susurrar a su móvil en un lugar público, Cheng Zhang y Ruidong Zhang, profesor y estudiante de la Facultad de Informática y Ciencias de la Información de Cornell también apuntan a aquellas personas con problemas de habla. El dispositivo aprendería a entenderles con sus particularidades al expresarse.
¿Cómo es SpeeChin?
Este collar es heredero de la tecnología que este mismo estudiante desarrolló para NeckFace, un colgante que reconocía expresiones faciales. La intención ahora es que analice los movimientos de la cara y reconozca lo que la persona susurra o trata de decir, es decir, una forma de leer los labios. Explican sus creadores que han optado por el formato del collar para que sea más cómodo frente a los auriculares que pueden incomodar en los oídos, una idea que ya se ha visto en otros prototipos.
El pequeño robot que cuelga del collar consiste en un dispositivo de reconocimiento de voz silencioso (SSR) que identifica comandos en un volumen bajo estudiando la deformación de la piel del cuello y la cara a través de una cámara infrarroja (IR) montada en el cuello.
Impreso en 3D, el collar tiene dos alas a cada lado para mantener la estabilidad en el esternón de la persona y que la cámara apunte a la barbilla en todo momento, incluso si el sujeto se está moviendo. Debajo, una pequeña moneda ejerce de peso para incrementar esa estabilidad.
El hecho de que apunte a la cara desde abajo, también aspira a priorizar la privacidad del usuario, según detallan los investigadores: "Una cámara frente a tu cara está tomando fotos de lo que hay detrás de ti y eso plantea problemas de privacidad".
SpeeChin a prueba
Para poner a prueba este dispositivo, la universidad reclutó en primer lugar con 20 participantes. De este grupo, 10 debían pronunciar frases sencillas en inglés y 10 en mandarín mientras andaban. SpeeChin reconoció los comandos en inglés y mandarín con una precisión promedio de 90,5 % y 91,6 %, respectivamente.
Después decidieron complicar más la tarea, susurrando los comandos, entre palabras y consonantes y vocales para saber si el sistema las reconocía. También realizaron movimientos de cabeza mientras caminaban. Dice la universidad que esta segunda prueba consiguió menos tasa de éxito por las dificultades.
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