Paseando por la Fira de Barcelona estos días era fácil toparse con algún perro robot como Spot de Boston Dynamics, al que ya conocimos en Madrid hace unos meses. Varias marcas han traído al Mobile World Congress de 2022 sus propias versiones, entre ellas estaba Xiaomi, cuyo cyberdog ha captado la mirada de todos los que se acercaban a su stand.
Albert, como llaman los técnicos al robot, está en una zona privilegiada que recuerda a una ring de boxeo, el robot se tumba, se levanta, patalea y se sienta imitando al que es considerado el mejor amigo del ser humano. Los visitantes se paran, le hacen fotos y esperan que haga algo espectacular, algunos tienen suerte y le ven moverse, otros solo consiguen observarle inmóvil, la verdadera demostración ocurre en una sala más privada.
Equipado con tecnología de Nvidia e Intel, el robot puede reconocer personas y objetos, incluso detecta cuando le tocan. Albert está aún en fase de desarrollo, en busca de aquellas tareas en las que pueda resultar de utilidad, por ejemplo para llevar la compra o como ayudante de personas mayores o con discapacidades. Pedro Hunolt, vicepresidente de ventas de Xiaomi en España explica a EL ESPAÑOL - Omicrono que, por el momento, el cyberdog es simplemente una representación de lo que puede conseguir la compañía con su tecnología, aunque no tienen más planes de crear otros animales robótico o ponerlo a la venta en España.
Hace monerías
El stand de Xiaomi en la Fira de Barcelona es puro músculo de la compañía. No sólo es de gran tamaño, sino que en sus paredes reposan todo tipo de dispositivos para el hogar, los móviles de Poco que se han presentado en esta feria o televisores, pero lo que se lleva todas las miradas y obliga a detenerse a cada visitante que pasa por esta zona del pabellón 3 es su perro robot.
Este tipo de máquinas suele causar admiración y rechazo a partes iguales, aunque el modelo de Xiaomi es más pequeño que el de Boston Dynamics, su aspecto sin cabeza y el ruido de sus patas al moverse lo alejan mucho de la tierna imagen de un cachorro.
Preguntamos a algunos de los observadores que se detienen a hacerle una foto y en su respuesta no falta la mención a Spot, el perro robot que ha hecho famosa a Boston Dynamics. Aunque siguen resultando sorprendentes, como demuestra el corrillo que siempre tiene a su alrededor, la población se está acostumbrando en cierta forma a ver las proezas que estas máquinas realizan. Una persona nos recuerda que Spot ayudó a inspeccionar los restos de una nave de SpaceX tras su explosión en un lanzamiento.
No es un público muy objetivo, de todas formas, por estos pabellones pasean personas dedicadas a todo tipo de tecnologías, amantes del software y el hardware acostumbrados a ver robots el cual más extraño. Sería diferente si el cyberdog de Xiaomi hubiera podido darse una vuelta por las calles de Barcelona, aunque su batería no es muy extensa todavía, aguanta unos pocos minutos de exhibición.
Lejos de las miradas de curiosos, en otra zona más cerrada del stand Albert tiene más trabajo mostrando a pequeños grupos casi todos sus trucos, así se mantiene un poco más el misterio y expectación de este canino futurista. Frente a unas 10 personas anda, se sienta, se balancea, e incluso se pone sobre dos patas y da la patita cuando alguien le acerca la mano a la cara.
El truco de erguirse sobre las patas traseras recuerda a los perros cuando quieren llamar la atención de las personas, puede parecer una tontería, pero demuestra la fuerza de sus delgadas extremidades y la capacidad de equilibrio. Otros robots de este tipo como Spot ponen a prueba su equilibrio realizando coreografías, aunque el animal de Xiaomi, se mantiene en una demostración más conservadora. Las piruetas que se le ha visto hacer en otras demostraciones no ha sido posible verlas en la Fira de Barcelona por seguridad, tampoco es que tenga mucho espacio en la sala.
¿Dónde será útil?
Estas máquinas se suelen usar para rescates, vigilancia, como observadores detallados de zonas en las que las personas correrían peligro al acercarse. Albert, por ahora, está en esa fase de experimentación en la que descubrir dónde puede ser más útil. Xiaomi vende su robot a otros desarrolladores para que enseñen al cyberdog a realizar cualquier tarea que su tecnología lo permita.
El perro cuenta con un procesador de Nvidia, un Jenson Xavier NX que tiene hasta 21 teraflops (TOPS) de potencia y con hasta 6 micrófonos incorporados. Tanto Intel como Nvidia han aportado los componentes, entre los que se incluyen cámaras estereoscópicas para tener un ángulo más amplio de visión.
Por delante, detrás y en la zona del tronco, el robot está cubierto de sensores RGB y táctiles. Este conjunto tecnológico le da la posibilidad de ver hacia donde se está moviendo, reconocer objetos y personas, así como notar el tacto de los técnicos que utilizan sus manos para cambiar la configuración del robot, como cuando al rozar los auriculares inalámbricos se cambia de canción o se sube el volumen.
En el futuro, Xiaomi se está planteando añadir sensores con los que dotar de olfato a Albert, pero de momento este equipamiento ya le abre todo un abanico de posibilidades. También puede cargar algo más de tres kilos de peso, lo que incita imaginarle llevando las bolsas de la compra por la calle.
"Nosotros no restringimos ninguna posibilidad" nos dice un técnico. Xiaomi vende su cyberdog en China únicamente a desarrolladores por un precio de solo 1.500 euros aproximadamente. Es un coste muy bajo para facilitar que diferentes compañías puedan adquirirlo y dotarle de nuevas funciones. Uno de los proyectos en los que se está estudiando el uso de este robot es la ayuda a personas con discapacidad o mayores, quizás no sea una compañía tan achuchable como una mascota de carne y hueso, pero podría ayudar guiando al usuario.
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