El encuentro que ha tenido lugar hoy en Kiev entre Pedro Sánchez y Volodímir Zelenski se ha saldado con el anuncio por parte del presidente del Gobierno de España del envío de un nuevo cargamento de 200 toneladas de equipo militar a bordo de Ysabel, un buque logístico de gran capacidad que opera actualmente la Armada española.
El barco, que pertenece al Ejército de Tierra, se encuentra ya camino a Polonia con "la mayor ayuda militar realizada hasta ahora" por España, aseguró Sánchez, duplicando lo enviado hasta la fecha para reforzar al ejército ucraniano. En el equipamiento incluido en el envío figuran 30 camiones y 10 vehículos ligeros, además de ocho agentes del Ministerio de Interior que colaborarán con Cruz Roja.
Adquirido a finales de 2020 por el Ministerio de Defensa por 7,5 millones de euros, este modelo es una embarcación tipo Ro-Ro (roll on-roll off, en inglés) con capacidad para transporte de vehículos rodados y personal. Al más puro estilo de un ferri. Con una rampa que accede directamente desde el puerto a la bodega.
Tiene 149 metros de eslora y cubre el envío logístico entre España y Polonia para proveer de vehículos a Ucrania y así satisfacer una de las necesidades más acuciantes del país de Volodímir Zelenski. Para ello cuenta con seis cubiertas y una capacidad de carga de más de 1.200 vehículos militares y carros de combate, distribuidos entre los 4.793 metros lineales que ofrece.
En total, dispone de una capacidad que prácticamente duplica la que alcanzaban los dos anteriores buques de este tipo que sirvieron en el ejército, los icónicos Camino Español y Martín Posadillo, dados de baja en 2019 y 2020 respectivamente.
Desde la adquisición de Ysabel se han realizado varias modificaciones y obras de mejora en la habitabilidad para la tripulación, pero se descartó una reforma integral ante la falta de presupuesto. Por eso el buque no cuenta, entre otras cosas, con sistemas de armamento fijo. Su dotación está constituida por 51 personas y cuenta con una autonomía de 24 días.
Ysabel realizó su primera misión de prueba en febrero de este año tras salir de su base en el arsenal de Cartagena (Murcia) el 31 de enero, cargado con 126 vehículos ligeros y pesados y 13 contenedores. Su objetivo después de la misión en Ucrania es servir como apoyo logístico a las unidades del Ejército de Tierra en Ceuta y Melilla, los archipiélagos de Canarias y Baleares y a los destacamentos españoles en Líbano y Turquía.
Uno de los elementos más curiosos del barco es su nombre, equivalente a Isabel en castellano antiguo. Según recogía el Boletín Oficial de Defensa cuando se produjo la compra, "es un nombre muy ligado al ejercicio del poder por mujeres ilustres a lo largo de la historia de España".
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