Así es la guerra de los mamíferos marinos: de los delfines rusos antisabotaje a las belugas que espían
Los mamíferos marinos tienen un papel fundamental en algunos ejércitos con funciones dentro del espionaje y la vigilancia de instalaciones.
30 abril, 2022 03:25Noticias relacionadas
Entre misiles, escudos aéreos y carros de combate, la fauna marina también está teniendo un papel muy relevante dentro de la estrategia militar de Rusia. La invasión a Ucrania, para la que España está enviado material, ha dejado ver cómo el ejército de Moscú ha desplegado delfines entrenados en las inmediaciones de una base naval en pleno Mar Negro.
El Instituto Naval de Estados Unidos (USNI, de sus siglas en inglés) ha conseguido identificar a estos mamíferos marinos en el puerto de Sebastopol mediante imágenes satelitales. Los corrales subacuáticos llevan instalados desde el pasado febrero al resguardo del malecón del puerto. Antes incluso de que empezara la invasión.
La elección del lugar no se ha dejado al azar. Sebastopol es la base naval más importante de las que tiene Rusia en el Mar Negro, según recoge el analista de inteligencia H I Sutton. Un emplazamiento clave para las fuerzas acuáticas del Kremlin donde atracan sus navíos más avanzados.
Con la protección de las embarcaciones garantizada contra los misiles ucranianos, uno de los puntos de posibles sabotajes proviene precisamente de la zona subacuática. Y es precisamente ahí donde los delfines adiestrados por las tropas rusas pueden usarse pare realizar "operaciones de contrabuceo" enfocadas a vigilar y entorpecer a los submarinistas ucranianos que quieran atacar y sabotear las embarcaciones.
Aunque pueda parecer algo muy novedoso, lo cierto es que el adiestramiento de animales acuáticos se lleva realizando desde la década de los 60 siendo Estados Unidos, Israel y Rusia —antes la Unión Soviética— como puntas de lanza. Programas de investigación multimillonarios mediante, los científicos han conseguido emplearlos como un elemento más dentro de los ejércitos.
Los delfines se han convertido en los animales preferidos por estos programas de adiestramiento gracias a que son los más equilibrados en cuanto a tamaño, capacidad de inmersión de hasta 540 metros y una velocidad de hasta 30 kilómetros por hora. Pero no son los únicos. Aunque también se han entrenado belugas que pueden sumergirse hasta 640 metros, leones marinos que pueden llegar hasta los 40 kilómetros por hora y, en menor medida, focas.
Desde los años 60
El comienzo oficial de los primeros programas de adiestramiento de mamíferos marinos se remonta a la Guerra Fría. En ese momento, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética inauguraron líneas de investigación científica para conocer cómo utilizar a estos mamíferos en las tareas subacuáticas diarias.
El Programa de Mamíferos Marinos (NMMP) de la Navy estadounidense abrió sus puertas en 1960 con el objetivo de investigar el funcionamiento de los sónares naturales que tienen las belugas y los delfines para mejorar los diseños electrónicos. También se usaron, junto con leones marinos, para aprender la mecánica de flujos alrededor de sus cuerpos y así mejorar las embarcaciones.
A raíz de las primeras pesquisas, los científicos de la Navy decidieron adiestrar a algunos de estos mamíferos para que realizaran tareas bajo el agua. Por ejemplo, la entrega de equipos de submarinismo a los buzos, la localización y recuperación de objetos perdidos en el fondo marino o incluso tareas de protección y vigilancia.
Los éxitos no tardaron y Estados Unidos comenzó a emplear a los animales marinos en la Guerra de Vietnam primero y en la del Golfo Pérsico después. Durante varias décadas, los datos recogidos por el NMMP se consideraron material clasificado y tuvo su época de apogeo —con más de 100 delfines y 8 millones de dólares de presupuesto— en los años 80. Actualmente, el programa continúa bajo la tutela del Centro de Información Naval de Guerra del Pacífico.
De las investigaciones científicas soviéticas poco queda salvo algunos reportes que apuntan a un comienzo coetáneo respecto a los estadounidenses. Se conoce que contaron con diversos programas de adiestramiento de delfines en el Mar Negro con una unidad muy cerca de Sebastopol, que se transfirió a manos ucranianas con la caída de la Unión en 1991. Actualmente cuentan también con belugas en la Flota del Norte.
Para defensa... y ataque
Los campos donde se han especializado los animales acuáticos comprenden ramas tanto defensivas como ofensivas. La tarea más popular para las que han sido entrenados es la de detectar posibles saboteadores en bases militares navales gracias a los afinadísimos sentidos de delfines o belugas.
Los animales pueden marcar objetivos subacuáticos con una boya visible para el personal de vigilancia en tierra firme o embarcado. Permitiendo una rápida y muy efectiva identificación de submarinistas o drones submarinos que no deberían estar cerca de las instalaciones protegidas, según apunta H I Sutton.
Para los animales más grandes, como las belugas, pueden entrenarse para entorpecer las lanchas y semirrígidas que se suelen emplear como base de operaciones de submarinistas. Una forma de interferir en los botes pequeños antes de que un solo humano se sumerja.
Otra función que se ha asociado a los animales entrenados es en la identificación de minas de fondo o minas amarradas. Para esta tarea, pueden emplearse cámaras acopladas al cuerpo del mamífero o bien boyas para identificar los artefactos explosivos gracias a su agilidad y al silencio con el que se propulsan.
También el espionaje es de los campos donde es probable que haya animales acuáticos entrenados. Las cámaras y los sensores de todo tipo que pueden llevar a áreas de interés pueden ejecutar labores de recopilación de datos de inteligencia. Muy similar a las tareas que realizan los drones submarinos, pero con la ventaja de ser menos detectables por los sistemas de contrainteligencia.
Algunos reportes también indican la posibilidad de que puedan emplearse para ejecutar ataques. Su particular facilidad para internarse en cualquier puerto sin ser detectados hacen a este tipo de animales perfectos para atacar las filas enemigas desde dentro. A pesar de ello, la imposibilidad de diferenciar entre amigos y enemigos los convierte en un arma delicada.
El poderío ruso
Rusia es el país con mayor programas de adiestramiento animal y también el que más diversidad de especies emplea para ellos, según H I Sutton. La mayoría de ellos provienen de una herencia soviética que prestó mucha atención a este tipo de experimentos, aunque los últimos informes apuntan a un incremento significativo de la actividad tras algunos años de decadencia.
Actualmente, cuentan con un programa de entrenamiento de focas y belugas en el Ártico y otro con delfines en el Mar Negro. Las focas del Ártico están destinadas a la vigilancia de submarinistas en las instalaciones de la Flota del Norte en la península de Kola, mientras que la labor de las belugas allí destinadas no está demasiado claro.
Lo que sí se conoce es que en abril de 2019 apareció una beluga espía en aguas de Noruega. El descubrimiento corrió a cargo de un buque de pesca donde se pudo ver que el animal llevaba un arnés para acoplar una cámara estilo GoPro. Poco después, se instaló un corral submarino en una base militar cercana.
En cuanto a la ubicación en el Mar Negro, tan solo se conoce que los delfines allí ubicados hacen la cobertura a la Flota naval ubicada en Sebastopol (Crimea). Y hay evidencia de su despliegue en Tartus (Siria).
El fallido proyecto ucraniano
Dentro de la era soviética, Ucrania también disponía de un programa de entrenamiento de mamíferos marinos en un acuario cerca de Sebastopol. Con la caída de la Unión, la inversión quedó paralizada hasta que el gobierno ucraniano la reanudó en 2012. Tan solo 2 años después, Crimea caía en manos rusas y, con ella, los mamíferos adiestrados.
"Nuestros especialistas desarrollaron nuevos dispositivos que convierten la detección de objetivos por sonar submarino mediante delfines en una señal para el monitor del operador", según explicó una fuente involucrada a la agencia RIA Novosti.
"La armada ucraniana carecía de fondos para tales acontecimientos y algunos proyectos tuvieron que suspenderse", continuó. Lejos de abandonar lo iniciado por los ucranianos, Rusia decidió continuar con los programas de investigación. Tan solo dos años más tarde, la armada rusa anunció planes para comprar 5 delfines más por unos 21.000 dólares, según The Guardian.
La experiencia norteamericana
La Navy estadounidense tiene un programa de investigación para la aplicación de mamíferos marinos en ramas militares desde los años 60. El NMMP (Navy Marine Mammal Program) estudia a los delfines nariz de botella y los leones marinos de California para diferentes tareas en las instalaciones que tiene en San Diego.
Una de las ramas en las que más trabajan tanto los instructores como los entrenadores es en la detección de minas submarinas que contemplan una de las mayores amenazas para la marina estadounidense.
El delfín espera una señal del adiestrador antes de comenzar a buscar en un área específica utilizando su sistema de localización natural. Si detecta un objeto extraño —como una mina— se lo comunicará al adiestrador a través de diferentes gestos y liberará una boya para marcar la ubicación. Estados Unidos utilizó delfines adiestrados en el despliegue naval del Golfo Pérsico durante la guerra de Irak en 2003.
También se han utilizado los mismos delfines junto a los leones marinos como vigilantes de los puertos e instalaciones militares. Estos animales se han dedicado a inspeccionar la masa de agua en busca de submarinistas enemigos que pudieran sabotear las embarcaciones atracadas.
Una de las derivadas de la búsqueda de minas y explosivos acuáticos es la función de recuperación de objetos. El programa NMM ha conseguido adiestrar a leones marinos para la recuperación de equipamiento que puede haberse caído por la borda.
Delfines armados con arpones
El pasado enero, un vídeo publicado por Hamás en las redes sociales explicaba que Israel estaba utilizando delfines asesinos entrenados por sus fuerzas armadas. Todo salió a la luz debido a la muerte de un buceador del grupo yihadista que habría sido atacado por uno de estos mamíferos acuáticos.
Ayer Hamás publicó en sus redes este vídeo en el dice que ha capturado un delfín entrenado por la armada israelí para atacar a los buzos de Hamas. Ya en 2015 publicaron algo similar, pero esta vez presentan el supuesto dispositivo que llevaba adosado el delfín. pic.twitter.com/KUKGom4Kd3
— NIPORWIFI © (@niporwifi) January 11, 2022
En el mismo vídeo, también se muestra el supuesto artefacto tecnológico con el que se habría llevado a cabo el asesinato. Según un diseño publicado por H I Sutton, el dispositivo podría colocarse en el morro de un delfín y luego atarse mediante unas cintas y arneses a la aleta superior del animal.
Al tratarse de un disparo bajo el agua, algunas fuentes apuntaron a que realmente el arma podría disparar un arpón o algún tipo de flecha en lugar de munición basada en la pólvora. Israel no reclamó ninguno de los términos del posible ataque y no se aportaron más pruebas.