Te acercas a los tornos del metro, vas con prisa porque el tren está a punto de entrar al andén, la diferencia entre subirte a uno de sus vagones o quedarte esperando al siguiente puede estar en si has perdido el tiempo buscando la tarjeta de transporte o usar simplemente la mano. La artista Lucie Davis ha creado esta manicura electrónica para acceder al metro de Londres sin el abono. Quizá algún día se pueda ver a la gente con las uñas pintadas con el color rojo del metro de Madrid y Barcelona.
La tecnología de identificación por radiofrecuencia o más conocida como contactless han facilitado mucho el pago con tarjetas. Se puede encontrar en abonos de transporte, tarjetas bancarias y móviles para realizar el pago con solo acercar el objeto a un sensor que lo reconozca.
Es fácil ver a algunas personas llevar la tarjeta abono transporte en una parte concreta del bolso o mochila para pasarla cerca de la máquina y pasar rápido sin tener que sacarla y guardarla cada vez que quieren acceder al transporte público. Sin embargo, el uso de uñas postizas lleva esta técnica a un nivel hasta ahora desconocido.
Siempre a mano
Davis ha creado "Touch in and out" como proyecto final de universidad tuneando sus uñas postizas con chips RFID. Con solo deslizar el dedo, las puertas se abren en el metro de Londres que no saben distinguir si el usuario está usando una tarjeta Oyster normal o un accesorio tan peculiar.
Su creadora ha sido honesta y antes de poner en práctica su idea pidió permiso al organismo que regula el "tubo" londinense. Cuando recibió el permiso comenzó a trabajar en la idea.
Las uñas se componen de la clásica pieza acrílica en la que se incrusta el microchip. Tras muchas pruebas consiguió que la señal fuera legible y el diseño cómodo para utilizar en la mano. Además, las ha adornado con los colores de la tarjeta, lo que no significa que no se puedan decorar con otros tonos si se populariza la propuesta.
Pagando con la uña
"Reúno inspiración reconociendo ciertos patrones de nuestro comportamiento humano diario, jugando con significados y frases convencionales, cuestionando nuestros movimientos y gestos mundanos y observando el lenguaje de la vida moderna" explica la artista que está muy vinculada con el sistema de transporte de la capital británica y también ha creado un tatoo con el mapa de las líneas de metro.
Es una forma divertida de evitar las molestias que suponen buscar la tarjeta cuando esta se pierde en el bolso, aunque quienes usan este tipo de uñas saben que también pueden romperse. El proyecto se puede ampliar a otros usos como el pago en tiendas. Es, sin duda, más cómodo y reversible que la idea de implantar un chip en la mano o brazo como se ha planteado. Qué cada uno elija pagar con el móvil, efectivo, la tarjeta, el reloj o la uña.
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