El fabricante de electrodomésticos Dyson quiere ser pionero en la creación de robots para hogares inteligentes. Lejos de los aspiradores que están conquistando las casas, la marca persigue desde hace tiempo diseñar nuevas máquinas con brazos o capaces de subir escaleras. Para ello Dyson quiere contratar a los ingenieros más brillantes del mundo para que impulsen sus prototipos que muestran en un vídeo.
Un robot que meta los platos en el lavavajillas después de la cena o que recoja los juguetes antes de pasar el aspirador. Son algunos de los ejemplos que muestra Dyson en sus laboratorios de donde han surgido ideas tan extrañas como los auriculares con purificador de aire y cancelación de ruido, Dyson Zone.
La compañía anuncia la contratación de 250 ingenieros de robótica en disciplinas como la visión por ordenador, el aprendizaje automático, sensores y mecatrónica, además de otros 700 en el campo de la robótica en los próximos cinco años. El objetivo de este nuevo programa de investigación y desarrollo es "llevar esa tecnología a los hogares de los usuarios a finales de la década".
Los robots del futuro
Los nuevos empleados trabajarán en el aeródromo de Hullavington (Inglaterra), un nuevo laboratorio londinense cercano al Dyson Robotics Lab del Imperial College, aunque también los habrá emplazados en la sede mundial de Dyson en Singapur. Durante los últimos seis meses, Dyson ha estado reacondicionando en secreto uno de los principales hangares del aeródromo de Hullavington para preparar este nuevo programa.
La tecnología que nace de estos centros es "top secret", llegando a pixelar algunas partes del vídeo para ocultar los nuevos prototipos que están creando. Hablan de mejorar el cerebro de las máquinas, por ejemplo, para impulsar el entendimiento de los robots del entorno que les rodea, que sepan mapear la distribución de los hogares en los que trabajan.
Los robots aspiradores de Dyson, así como los del resto de marcas, ya son capaces de crear mapas del suelo de las casas. Donde hay una escalera por la que se pueden caer, donde un mueble o donde está la alfombra, pero en el futuro podría reconocer más objetos, analizar el diseño de un sofá y limpiarlo.
Desarrollan la resistencia de los robots, cuyos brazos y otros elementos deben soportar todo tipo de golpes, así como mejorar las capacidades de visión y reconocimiento de las máquinas para que no choquen con los miembros de la familia o las paredes Si quieren ser capaces de ordenar la cocina, deberán diferenciar un vaso de una botella y tratarlo con cuidado para no romperlo, cerrar y abrir puertas, algo que ya se ha visto hacer a los robots de Boston Dynamics.
Científicos e ingenieros
A diferencia de los perros de esta compañía que sirven en rescates o misiones de vigilancia, Dyson aspira a llevar su robótica directamente a los hogares y crear asistentes de limpieza que hagan algo más que dejar el suelo reluciente.
El plan a largo plazo implica para Dyson una inversión de 2.750 millones de libras en nuevas tecnologías, productos e instalaciones, de los cuales 600 millones se gastarán este año. Una cifra que se ha destinado en parte a la contratación de 2.000 personas, de las cuales el 50% son ingenieros, científicos y programadores.
Llegarán muchos más, todos para trabajar en esos tres centros de investigación entre Inglaterra y Singapur. Tres laboratorios de los que deberían salir robots capaces de liderar la industria de electrónica doméstica en los próximos años.
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