Quizás hayas oído hablar en España de las ráfagas rápidas de ondas de radio o FRBs, por sus siglas en inglés. Desde el año 2007, estas ráfagas han causado auténticos quebraderos de cabeza a los científicos, ya que no se sabe exactamente qué tipo de objetos las producen. Estas señales llegan a la Tierra en fracciones de un milisegundo, y el descubrimiento de sus fuentes plantea nuevas preguntas sobre qué las origina.
[China inaugura un gigantesco telecopio para buscar alienígenas]
La fuente recientemente descubierta, calificada como FRB 190520B, parece emitir ráfagas de milisegundos de potentes ondas de radio, y fue descubierta por el radiotelescopio FAST ubicado en China. El 20 de mayo de 2019 se produjo una ráfaga de ondas de radio, pero no fue hasta noviembre del mismo año cuando esta misma ráfaga se descubrió en los datos del telescopio.
Estas FRB provienen de otras galaxias y pueden llegar a descargar en un instante energía equivalente a 500 millones de soles, según recoge el artículo publicado en Nature. Son señales que tienen muy intrigados a los astrónomos por su naturaleza, ya que suelen detectarse una única vez para luego desaparecer, dificultando su predicción y su rastreo.
Una extraña ráfaga de ondas
Esta fuente, además de emitir ráfagas rápidas de ondas de radio, también se dedica a lanzar emisiones de radio débiles pero constantes, que se intercalan en las ráfagas. Gracias a investigaciones del observatorio radioastronómico Karl G. Jansky Very Large Array realizadas en 2020, se pudo establecer la ubicación de esta fuente y observarla en frecuencias de luz visible.
Se determinó que estas ráfagas se originan en una zona periférica de una galaxia enana muy lejana, a 3.000 millones de años luz de la Tierra. En la Vía Láctea solo se ha detectado una de ellas, proveniente de una estrella del tipo magnetar. Después de descubrirse, FRB 190520B fue observada en frecuencias de luz visible con el telescopio Subaru, ubicado en el Observatorio Mauna Kea en Hawái.
Esta FRB comparte algunas características con otra bastante famosa, FRB 12102. Fue la primera señal rastreada hasta su fuente, y al igual que FRB 190520B, también proviene de una galaxia enana bastante antigua, a 3.000 millones de años luz de distancia. Ambas están asociadas con fuentes de radio persistentes y compactas.
De esta forma, los científicos han teorizado sobre el hecho de que podría haber hasta dos mecanismos distintos que produzcan estas ráfagas. Tal y como asegura el astrónomo de Caltech, Casey Law: "Ahora tenemos dos como este, y eso plantea algunas preguntas importantes".
Tanto las diferencias entre 190520B y 121102 como las demás FRBs existentes avalan la teoría de que o bien existen dos tipos distintos de FRB, resultado de dos mecanismos distintos, o bien que los objetos que los generan pueden comportarse de forma distinta en distintas etapas. Por ahora, la opción más plausible es que el origen de estas señales sean los ya mencionados magnetar.
El radiotelescopio FAST
El telescopio usado para descubrir FRB 190520 es el FAST, el radiotelescopio de plato único más grande del mundo. Tiene una apertura de 500 metros y fue abierto a finales de 2019. Es capaz de captar ondas de radio extremadamente débiles que emanan de objetos celestes o incluso de galaxias enteras. Es capaz de recoger ondas de radio en un área 2 veces mayor que la que podía escanear su predecesor, el Observatorio Arecibo en Puerto Rico.
Solo el plato del telescopio, recubierto de 4.400 paneles de aluminio, llevó 5 años de construcción. Usa 2.000 tornos mecánicos que se inclinan y mueven para enfocarse en las distintas áreas del cielo. Su localización tan alejada ha sido un problema para encontrar personal. El telescopio en cuestión ha podido detectar más de 100 púlsares.