El enquistamiento de la guerra de Ucrania al este del país está trasladando los focos a Taiwán, epicentro de otra de las grandes crisis diplomáticas y territoriales cuya presión no ha hecho otra cosa que incrementarse en las últimas semanas. En mitad del conflicto se encuentra Estados Unidos —miembro de la OTAN, como España— que se ha posicionado del lado taiwanés, enfadando a las altas esferas de China.
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El caldo de cultivo perfecto al que día a día se echa un ingrediente más. El último ha llegado directamente desde You Si Kun, presidente de la Asamblea Legislativa de Taiwán, quien ha declarado que el misil supersónico de crucero tiene capacidad para llegar a Pekín. En particular, se refiere al modelo Yun Feng que está diseñado, desarrollado y fabricado en el país.
"El misil Yun Feng ya puede impactar en Pekín", han sido las declaraciones exactas de You Si Kun. "China debe pensárselo dos veces antes de invadir Taiwán". También ha diferenciado su situación geográfica con la de Ucrania y Rusia, pues China debería cruzar el estrecho de Taiwán para poner sus tropas en el país. "Si el desembarco tiene éxito, todos en Taiwán deben estar tan decididos a morir, como en Ucrania".
Llegar a Pekín
El desarrollo del misil Yun Feng comenzó en 1996 inmediatamente después de la tercera crisis del estrecho de Taiwán. Por aquel entonces, China atacó a la isla con una tanda de misiles con la intención de aplicar su política de Una Sola China. Su objetivo era añadir el territorio taiwanés dentro de la República Popular.
La respuesta al ataque tuvo su repercusión internacional siendo Estados Unidos el que más se involucró enviando un gran destacamento de militar —principalmente naval— a la zona. La crisis finalizó en ese mismo momento y Taiwán emprendió los trabajos para sacar adelante el modelo Yun Feng.
Los primeros reportes, no oficiales, sobre el programa no salieron a la luz hasta diciembre de 2012 tras la aplicación de un riguroso plan de secretismo. Para lograrlo, Taiwán se pasó más de 6 años escondiendo los ensayos en mitad de otro programa —público— de desarrollo de misiles. El primer comunicado oficial no llegó hasta abril de 2020 cuando anunciaron que habían probado en vuelo misiles Yu Feng junto con otras municiones.
Los detalles específicos sobre el misil son realmente escasos. Taiwán ha tenido el especial cuidado de desarrollarlo bajo el más estricto de los secretos, guardándose datos clave como el alcance, la velocidad máxima e incluso la apariencia física.
Tan solo se conoce que es supersónico —que traspasa la velocidad del sonido, establecida en 1.200 km/h—, se se lanza desde la superficie y está especialmente diseñado para atacar también a la superficie.
La versión estándar del Yun Feng tiene un alcance de 1.200 kilómetros, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Eso lo dejaría por debajo de los 1.700 kilómetros que separan Taipéi —capital y situada al norte de Taiwán— y Pekín, lo que no encaja con las declaraciones de You Si Kun.
Debido a esto, existiría una segunda versión de Yun Feng con la autonomía ampliada, capaz de cubrir una distancia de 2.000 kilómetros. Esa distancia se conseguiría mejorando su sistema de propulsión, basado en un estratorreactor complementado con un motor de cohete alimentado por combustible sólido.
En el apartado del ataque, se estima que cuenta con una carga útil de 225 kilogramos, donde se integra una ojiva explosiva de alta energía o de fragmentación. Se desconoce tanto el número de unidades de Yun Feng fabricadas como el de dispositivos lanzadores.
Defensa costera
Además del abanico de posibilidades que abre el misil Yun Feng, Taiwán lleva unos años invirtiendo en el desarrollo de sistemas de defensa costera que les puedan servir de escudo ante la potencial invasión de China.
Uno de los protagonistas de esta categoría es el misil antibuque Hsiung Feng II (HF-2). Se trata de un arma subsónica fabricada por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan con una tecnología y poder equivalente al RGM-84 Arpón, tal y como recogen en The War Zone.
El desarrollo del HF-2 comenzó en 1983 y entró en servicio solo 7 años después. Aunque la primera vez que se mostró en público fue en 1998 con motivo de la fiesta de la Independencia de Taiwán. De esta misma plataforma se diseñaron un par de variantes con el objetivo de integrar los misiles en lanzadores estáticos en la costa y en aeronaves. Ambas entraron en servicio a lo largo de los 90.
Este misil, a diferencia del Yun Feng, cuenta con un radio de acción mucho menor. La versión estándar se queda en unos discretos 120 kilómetros, mientras que una con el radio extendido alcanza los 200. En las últimas semanas, ante el aumento de las tensiones con China, Taiwán ha estado ejecutando ensayos con el HF-2 en su versión embarcada.