Drones, perros robot e inteligencia artificial para evitar nuevos tiroteos masivos en EEUU
Ante la presencia de un arma desenfundada, la IA lanza una patrulla de drones y robots para dar tiempo a los agentes a reducir al tirador.
25 junio, 2022 03:22Nueve personas han muerto esta semana en un nuevo tiroteo en Estados Unidos. Mientras la clase política se plantea si reforzar el control de armas en el país, la cifra de asesinados en tiroteos masivos aumenta: se han producido varios por semana desde la masacre en una escuela primaria en Texas que conmocionó al público dentro y fuera de sus fronteras, también en España. Lejos de posibles leyes, parece que la robótica y la inteligencia artificial podrían servir como protección ante futuros ataques.
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La base de las Fuerzas Aéreas de Ellsworth en Illinois será el punto de partida de un proyecto de detección inteligente de armas que más adelante podría proteger colegios, hospitales y centros comerciales. Lo hará poniendo a prueba drones, robots e inteligencia artificial, todo un ejército tecnológico con el que detectar, frenar y dar la voz de alarma en pocos segundos para evitar el mayor número posible de victimas.
La empresa ZeroEyes es la creadora de este sistema inteligente, una de las diversas soluciones que han surgido en los últimos años como respuesta a este problema y que ahora se están aplicando en diferentes lugares, tanto públicos como privados, en bases miliateras y algunos centros educativos. La división AFWERX centrada en la innovación para las fuerzas aéreas ha otorgado a la compañía la subvención para probar esta tecnología durante 15 meses, según explican en un comunicado, con un coste de 750.000 dólares.
1ª fase: ojos inteligentes
La policía de Chula Vista, una localidad de California, cuenta desde hace dos años con un dron autónomo para atender algunas llamadas de emergencia. Explicaba The New York Times que así evitan que los agentes tengan que desplazarse, por ejemplo, con un helicóptero para reconocer el terreno o recoger información de lo que ocurre. Ese tarea de reconocimiento y medidas previas a la llegada de los agentes 'de carne y hueso' también se podría aplicar en alertas por arma.
Los tiroteos en espacios públicos, como el reciente del colegio en Texas, causan un impacto social y mediático muy fuerte por sus terribles consecuencias para las víctimas y sus familias. Pero atendiendo a las estadísticas, explican desde ZeroEyes, uno de cada cuatro tiroteos en el lugar de trabajo ocurre en propiedad del gobierno, por lo que una base militar puede ser un buen punto de partida para probar esta tecnología.
El sistema se compone de cinco fases en las que intervienen un amplio abanico de tecnologías, desde cámaras de vídeovigilancia, pasando por drones, hasta el reconocimiento de imágenes por inteligencia artificial. La monitorización del entorno da paso a la detección y bloqueo de un intruso peligroso; antes de pasar a las fases de alerta y respuesta, el sistema pasa una verificación rápida que descarta un falso positivo.
Las cámaras de seguridad sirven de punto de partida. Luego, las imágenes que recogen son inspeccionadas en tiempo real por la inteligencia artificial de ZeroEyes, que está entrenada para reconocer armas entre los habitantes o trabajadores que se mueven por la zona vigilada. El reconocimiento es posible con un buen número de armas como rifles, escopetas u otros modelos más pequeños en ángulos de 360 grados, para que sean reconocibles en cualquier posición y dar la voz de alarma.
Antes de que cunda el pánico, las imágenes de ese posible tirador se comparten con un operador, que puede ampliar la imagen para comprobar que realmente es un riesgo. La compañía asegura que este paso de verificación se realiza en segundos, para no restar mucho tiempo de respuesta ante una emergencia real.
Para ello cuentan con personal disponible las 24 horas, los 7 días de la semana, durante todo el año y son militares veteranos, "que están especialmente capacitados para evaluar la situación con precisión" explica Rob Huberty, director de operaciones y cofundador de la compañía, en un video promocional.
Aunque la IA necesite cierta supervisión para que no se den falsos positivos, el software es capaz de diferenciar entre tiradores peligrosos y los agentes de seguridad o militares que allí trabajan. Ya que se está implantando en bases militares, este es un requisito clave.
Y esa diferenciación no se consigue gracias al reconocimiento facial ni a distintivos visibles, si no que lo que influye es la actitud. Los algoritmos diferencian la forma de portar armas de los agentes del estado en su fundas y, en el momento en el que se sujeta entre las manos o se coloca en posición de ataque, es cuando la IA marca la situación como posible alerta.
2ª fase: acción
Una vez que el operador aprueba la detección de un tirador no autorizado, se inicia la segunda fase que consiste en frenar su avance hasta que las fuerzas policiales lleguen y actuen. El software comunica la alarma a los servicios policiales y de seguridad de la zona pero, mientras tanto, son los drones y robots los que entran en acción.
El despliegue puede utilizar tanto robots en tierra como drones por aire cuya tarea es interceptar, ralentizar y desorientar al tirador. En un vídeo promocional de la empresa se puede ver a Spot, el famoso perro robot de Boston Dynamics.
En el comunicado reciente no se especifica el tipo de drones ni robots que se podrían usar, solo que no irían armados. Aún así, el pasado 9 de junio anunciaron un acuerdo con la empresa Asylon Robotics, que trabaja con estos robots cuadrúpedos para gestionar operaciones de seguridad.
No van equipados con armamento, ni pueden reducir al tirador, pero sí usan luces estroboscópicas no letales y sonidos agudos, una técnica para intimidar y desconcertar.
Otros proyectos han planteado armar a los drones con pistolas paralizantes como la empresa Taser, que ha tenido que rectificar ante las múltiples renuncias de su junta de ética interna. Su propuesta de utilizarlas como herramienta de seguridad dentro de las escuelas recibió tantas críticas que ha provocado un verdadero terremoto dentro de la compañía.
En el caso de ZeroEyes, las luces y sonidos estridentes del operativo distraen al tirador, mientras las cámaras sirven de ayuda extra para seguir sus movimientos y posición por las instalaciones o el terreno. Esta información puede ser de gran ayuda a los agentes y militares que hayan acudido al lugar.
ZeroEyes ha conseguido una designación de la Ley de Seguridad del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU. El Oxford High School, cerca de Detroit, Michigan, también está probando este sistema. Si estas primeras pruebas dan buenos resultados, su sistema podría extenderse por centros educativos o en entornos laborales privados en los próximos años.