La búsqueda de vida orgánica en Marte es una de las grandes misiones de la NASA. Y lo estamos viendo en España con el rover Perseveranceque lleva casi un año y medio en dicho planeta. Además de otorgarnos impresionantes imágenes del Planeta Rojo, el Perserverance ha hecho otro hallazgo muy relevante para su tarea en Marte: ha encontrado un tipo de roca que será determinante para saber si hay vida.

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O al menos, si la hubo. Según ha relatado en la propia web de la NASA Lydia Kivrak, estudiante involucrada en el proyecto de Perseverance por la Universidad de Florida, el rover ha encontrado una serie de rocas de grano fino, algo muy importante para los científicos. Y es que, según Kivrak, estas rocas "pueden ser la mejor oportunidad de preservar la evidencia de vida".

La clave está en que estas rocas, encontradas por el rover a su paso por el cráter Jezero, podrían preservar moléculas orgánicas complejas que indiquen si ha habido presencia de vida ya fuera en el pasado o en el presente. Así lo explica Kivrak detenidamente en la web de ciencia de la NASA.

La búsqueda de vida

Según Kivrak, las moléculas orgánicas están compuestas principalmente de oxígeno, hidrógeno y carbono. Conforman los elementos más básicos de la vida en la Tierra y estas moléculas se pueden producir incluso sin la presencia de vida. De hecho, se han podido ver ya en Marte, provocando que la simple presencia de estas moléculas en una formación rocosa no determine si ha habido vida en el presente.

Es aquí donde entran las moléculas complejas y grandes, o en su defecto, patrones específicos de moléculas orgánicas presentes en el terreno. La presencia de este tipo de moléculas sí que podría considerarse como un rastro biológico de vida. El problema es que este tipo de moléculas se descomponen con el tiempo en otras más pequeñas por diversos factores, como las reacciones con las rocas o la radicación solar.

Imagen del rover Perseverance tomada con la cámara Left Mastcam-Z, tomada el 18 de junio. NASA/JPL-Caltech/ASU Omicrono

Por ende, es necesario encontrar muestras de rocas que tengan más posibilidades de preservar este tipo de moléculas. Según Kivrak, las mejores son las rocas de grano fino, ya que estas son más propensas a contener grandes cantidades de minerales arcillosos que rocas con mucha arena o grava. Estos materiales, a su vez, tienen superficies cargadas que pueden unirse a moléculas orgánicas.

En caso de que las moléculas orgánicas en cuestión se unen a los materiales arcillosos, estas pueden sobrevivir a las inclemencias tanto del tiempo como del terreno, conservándose durante mucho más tiempo. El rover ha encontrado rocas con este tipo de composición, por lo que en un futuro será posible recogerlas para muestras.

Con precaución

Desgraciadamente, para conseguir dichas rocas habrá que esperar a otra misión que recoja estas muestras y luego vuelva a la Tierra. Algo que, debido a los costes de logística y plazos de este tipo de misiones, podría demorarse varios años, por lo que habrá que ser pacientes. Y, sobre todo, precavidos.

No es para menos: en un foro público de la NASA se ha dejado patente la preocupación de los científicos de que las muestras recogidas en el terreno rocoso de Marte incluyan patógenos desconocidos para los humanos, algo especialmente temible teniendo en cuenta que estos vienen de otro planeta.

¿Esto quiere decir que la Tierra podría enfrentarse a una crisis por la recogida de estas muestras? No realmente. Tal y como explica en Scientific American el astrobiólogo Steve Banners, debido a que Marte ha sido golpeado con anterioridad por asteroides y otros elementos espaciales, sustancias planetarias de Marte han sido disipadas hacia la Tierra desde hace milenios.

Aunque no debería haber ningún riesgo, la NASA ha asegurado que estas muestras se tratarán en entornos controlados biológicamente para minimizar cualquier posible amenaza.

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