Las cosas no van bien en los talleres de SpaceX. La compañía espacial de Elon Musk sufrió anoche —a eso de las 23:20 hora de España peninsular— el último de los reveses en el desarrollo de la nave que promete llevar a la humanidad a Marte dando como resultado una gran explosión en la parte baja del propulsor.
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El protagonista fue el Super Heavy Booster 7, el séptimo prototipo del propulsor más potente la compañía, que se enfrentó a una prueba de encendido. Esta unidad en particular ha conseguido posicionarse como la mejor candidata para acoplarse a una Starship y así comenzar con las maniobras orbitales de la nave espacial.
"Sí, en realidad esto no es bueno. El equipo está evaluando los daños", respondió el propio Elon Musk a la retransmisión en vídeo del evento. El Super Heavy Booster 7 corresponde a la primera etapa de todo el sistema de propulsión de la nave Starship con 33 motores Raptor situados en la parte baja y que serán los encargados de impulsarla en los primeros minutos.
Tras la espectacular explosión captada en vídeo, los ingenieros de SpaceX comenzaron a estudiar los posibles motivos que, por el momento, se desconocen oficialmente. Aunque el propio Musk apuntó en Twitter que "el combustible criogénico es un desafío adicional, ya que se evapora y crea un riesgo de explosión de combustible y aire en una atmósfera parcialmente [compuesta] de oxígeno como es la Tierra". Quizá apuntando a una posible causa.
"Dicho esto, tenemos muchos sensores para detectar eso", concluye el tweet. También apunta a un cambio en las pruebas futuras aplicando una tecnología que estaba presente en el transbordador espacial. En concreto, quemar las fugas del combustible (hidrógeno) criogenizado con pequeñas chispas en la parte baja de los motores. Y así evitar que se acumule y den lugar a una explosión.
"Este problema en particular, sin embargo, era específico de la prueba de arranque del motor (Raptor tiene una secuencia de arranque compleja", comenta en Twitter Musk. "En el futuro, no haremos una prueba de arranque con los 33 motores a la vez".
El ensayo se estaba llevando a cabo en las instalaciones de la compañía en Boca Chica (Texas) y, por el momento, no se conoce lo que realmente SpaceX estaba probando. Lo que sí se sabe es que esta primera etapa de la Starship se ha convertido en un quebradero de cabeza para la compañía que ya ha podido comprobar el buen rendimiento de las etapas más altas lanzando prototipos a gran altitud.