Los drones han pasado de ser aeronaves reservadas a algunos países con la tecnología militar más avanzada a elementos comunes del día a día. Aquellos futuros distópicos donde estos pequeños —y no tanto— aviones sin tripulación copan los espacios aéreos de las ciudades todavía están algo lejos, pero poco a poco todo está cambiando. Y hoy en día, en España, se emplean en tareas tan dispares como en la cartografía, la vigilancia para la seguridad ciudadana e incluso en el reparto de comida.
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La ingente cantidad de aplicaciones que se consiguen cubrir con los drones tienen su base en compañías como SITEP, que cuenta con helicópteros no tripulados propios y servicios de integración de sensores de todo tipo a bordo. Esta empresa nació en Barcelona hace ahora 23 años con el objetivo de ofrecer sistemas de información geográfica, sector en el que están muy especializados y donde pasaron 17 años de dedicación exclusiva.
Pero algo cambió hace ya un 6 años en las oficinas de la compañía. "Vimos el negocio de los vehículos aéreos no tripulados como una pata fundamental para nuestro negocio existente", ha comentado a EL ESPAÑOL - Omicrono Ermengol Casanovas, fundador y director general de SITEP. "Y nos metimos en esto".
A partir de ese momento, tanto el equipo directivo como los técnicos de SITEP se encontraron frente a un mundo nuevo para ellos. "Comprobamos de primera mano la problemática que tenía, cómo teníamos que evolucionar, qué servicios podíamos prestar o qué tipos de aeronaves debíamos utilizar en función de las misiones".
Desarrollo de drones
Las primeras piedras de SITEP en el desarrollo de sus propios drones vinieron de la mano del impulso tecnológico que este tipo de aeronaves no tripuladas tuvo hace menos de una década. "Lo primero que hicimos fue desarrollar nuestra propia plataforma de transporte. Un multicóptero con una masa de 18 kilogramos y podía volar hasta 30 minutos con poca carga y unos 15 minutos con carga máxima".
Este equipo ya les sirvió como aperitivo para comenzar a realizar trabajos topográficos para la Administración Pública con el levantamiento de 43 vertederos de escombros. "Fue todo un éxito", comenta Casanovas. También incluyeron una tecnología de georreferenciación directa propia que les permite obtener una gran precisión sin necesitar desplazar a un topógrafo al campo.
"Después nos dimos cuenta de que el multicóptero no tenía mucha más aplicación industrial". Las limitaciones tanto de carga como de autonomía junto con los buenos resultados del dron primigenio les llevaron a redoblar esfuerzos en el sector. "Y así es cómo nació nuestra nueva línea de helicópteros hace 3 años".
Actualmente, el plantel de SITEP se compone de un helicóptero de 25 kilogramos de masa al despegue, denominado H02, y otro del que tienen varias versiones de entre 135 y 165 kilogramos, que recibe el nombre de H01. Ambas versiones cuentan con un motor rotativo —ciclo Wankel— de 40 caballos de potencia alimentado por gasolina.
"Aprendimos mucho sobre la gestión de la energía con las baterías en los trabajos en los vertederos", apunta Casanovas. La batería se agotaba rápido y la única solución era acarrear un gran número de ellas al campo junto con un cargador alimentado por gasolina para tener energía en mitad del campo. Un sinsentido. "La huella logística utilizando pilas recargables era inviable. Te tienes que gastar más en ellas que en el propio dron".
Con el empleo de gasolina la autonomía de las nuevas plataformas también se disparó. El más grande de todos —el de 135 kilogramos— puede permanecer en el aire durante 8 horas mientras que el más pequeño se queda en 2 horas y media. Nada que ver con los escasos 15 minutos del multicóptero original.
"La tecnología aplicada a los drones es totalmente nuestra, desarrollada en Barcelona", indica. Los componentes utilizados son hechos en España o, si no es posible, dentro de la Unión Europea. "La electrónica de algún tipo de sensor es canadiense, mientras que la sensórica es austriaca o alemana".
Una parte importante de estas aeronaves es la flexibilidad que aportan al poder integrar cualquier tipo de sensor. "Ser fabricantes de nuestra propia plataforma y haber adquirido una gran cantidad de sensores nos permite desarrollar integraciones personalizadas que aumentan la flexibilidad de aeronaves. Podemos colgar cualquier cosa de nuestro helicóptero".
Carta de sensores
Los helicópteros de SITEP van acompañados de una lista de sensores totalmente compatibles que la compañía ya ha probado e integrado en su plataforma. Además, según ha indicado Casanovas, se puede modificar en cualquier momento para añadir alguna nueva si así lo requiere el cliente.
"Fundamentalmente trabajamos con sensor de captura de datos térmicos —adaptada para que pueda hacer ortofotografía térmica en tiempo real—, un captador de imágenes multiespectrales de 6 bandas diferentes y el sensor de fotogrametría de 50 megapíxeles".
Un campo muy importante en el que trabajan es el LIDAR, un sistema láser capaz de medir la distancia a millones de puntos al mismo tiempo con el que realizar perfiles y levantamientos por nube de puntos. "Con precisión milimétrica o submilimétrica". Disponen de dos sistemas capaces de enviar 550.000 puntos por segundo y otro de 1,5 millones de puntos por segundo.
Otro de los sistemas que tienen planeado integrar en SITEP es el de captura de gases. Un sensor realmente útil para las compañías que se dedican a la distribución de gas o en situaciones de emergencia de tipo químico o petrolífero. Como por ejemplo, "medir el aire contaminado que está provocando una fuga". Puede elaborar un mapa de la cantidad de partículas por millón de los diferentes químicos que hay en suspensión.
SITEP ha trabajado en un sistema tipo plug and play para que una misma plataforma pueda cambiar de sensor a bordo muy fácilmente. "Está todo estudiado y diseñado para que cambiar entre un sensor y otro lleve aproximadamente 2 minutos". Con ello, se dota al helicóptero de una flexibilidad operativa muy importante.
Defensa y emergencias
"Con estos equipos nos hemos presentado a las Fuerzas Armadas, a la Guardia Civil... Prácticamente a todas las fuerzas de seguridad y emergencia". Una de las últimas muestras de SITEP ha sido frente a la DGAM (Dirección General de Armamento y Material) dependiente del Ministerio de Defensa y quien se encarga de las adquisiciones para el Ejército.
"Les hicimos una demostración de un levantamiento mediante LIDAR de 550.000 puntos de su acuartelamiento y quedaron muy impresionados", afirmas Casanovas. Actualmente se encuentran esperando a que pase la siguiente fase donde la DGAM publicará los requerimientos técnicos para que más compañías apliquen y seguir el cauce de contratación habitual.
Para defensa, el dron puede emplearse en vigilancia marítima gracias a sus sensores térmicos a bordo. "Imagina que se está monitorizando una embarcación sospechosa, el helicóptero podría tomar imágenes y enviarlas al centro de control en tiempo real". Proporcionando a su vez la posición exacta y el seguimiento durante la autonomía restante de la aeronave.
"El dron siempre es un equipo de doble propósito: puedes realizar labores humanitarias o ejecutar ataques". Para este último propósito, SITEP trabaja con un país de la OTAN que no puede detallar vendiéndoles sus helicópteros no tripulados, asegura Casanovas. "Nosotros no estamos dispuestos a armar drones en fábrica si no es para el Ejército español", asevera.
"Podemos suministrar la plataforma y que ellos hagan con ella los que les apetezca". Otra de las aplicaciones en la que ya han suministrado varios equipos es la referente a utilizar sus helicópteros como blancos de tiro para maniobras militares "a un país europeo" que no quiere mencionar.
En el apartado de las emergencias, Casanovas menciona el control de incendios como una de las aplicaciones más importantes donde se pueden emplear sus helicópteros. Junto con el sistema de cámara térmica, se pueden establecer los frentes de los incendios o establecer las zonas quemadas o con rescoldos. Una información clave.
"En inundaciones tenemos una cámara de vídeo con infrarrojos que es capaz de hacer seguimiento de personas atrapadas en tejados o azoteas". Esto se puede realizar gracias a su tecnología de georreferenciación pura en tiempo real. "Nosotros podemos volar sobre una zona totalmente cubierta de agua sin perder la posición de la aeronave ni de la cosa que estamos vigilando" que puede ser transferida a los servicios de emergencia.
Uno de los puntos más críticos de un sistema de control remoto es la distancia a la que puede operar el helicóptero desde la base de operaciones. La tecnología de SITEP permite actualmente una cobertura de control ilimitada siempre y cuando se coloque una estación intermedia que haga de puente entre la aeronave y el control.
"Si bien el centro de operaciones puede estar a miles de kilómetros de distancia, necesita de un enlace en forma de estación intermedia que no debe situarse a más de 100 kilómetros de distancia del helicóptero". Teniendo en cuenta la tecnología civil. "Aunque la militar puede alcanzar los 300 kilómetros", indica Ermengol Casanovas.