España se quema y estas tecnologías son decisivas para luchar contra los incendios forestales
Satélites, inteligencia artificial y medios aéreos son fundamentales para la prevención y extinción de los incendios que asolan la península.
23 julio, 2022 02:55Los ocho grandes incendios forestales que están activos ahora mismo en España amenazan con convertir este año en uno de los peores desde que existen registros, tanto en cantidad de grandes incendios como de superficie quemada. Ya sea por las altísimas temperaturas, por la acción intencionada de incendiarios y pirómanos o por la falta de previsión e inversión de las autoridades, el fuego sigue arrasando miles y miles de hectáreas cada día. Para luchar contra él, además del denodado esfuerzo de las brigadas de bomberos, la UME y los propios vecinos, existen soluciones tecnológicas que pueden ayudar tanto a prevenirlos como a extinguirlos.
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Dado que la emergencia climática contribuye a que los incendios sean más frecuentes y más graves, como se puede comprobar en este mapa de la NASA para seguir en directo la evolución de los principales focos, los métodos de respuesta y prevención están evolucionando para proporcionar herramientas adicionales para detectar, contener e incluso detener los incendios con mayor rapidez y seguridad. Aunque hay quien, a la desesperada, recurre al papel de aluminio para proteger su casa, son las soluciones tecnológicas las que pueden marcar la diferencia.
Hablamos de algoritmos de inteligencia artificial que ayudan a definir las zonas de mayor riesgo analizando cantidades ingentes de datos, satélites que permiten estudiar la progresión del fuego en tiempo real, drones de vigilancia y, por supuesto, de los grandes aviones cisterna que contribuyen a extinguir las llamas. Muchas de estas tecnologías son made in Spain y, juntas o por separado, están ayudando a mitigar, en la medida de lo posible, los peores efectos de este drama recurrente que parece no tener fin.
Satélites
Para estudiar y controlar un incendio, los datos son casi tan fundamentales como el agua. Los técnicos necesitan conocer lo más rápido posible cuándo y cómo se han iniciado las llamas y hacia dónde pueden dirigirse, y para eso son clave las imágenes que aportan los satélites.
El pasado mayo, un cohete de SpaceX lanzó Guardian1, el primer satélite español diseñado y fabricado exprofeso para vigilar incendios forestales. A cargo de la empresa Aistech Space, este es el primero de los integrantes de una futura constelación de satélites dedicada a "tomar la temperatura al mundo para saber qué le duele", en palabras de Guillermo Valenzuela, CEO y fundador de la compañía.
Aunque ya están trabajando en la siguiente generación, más avanzada en cuanto a la sensórica, este satélite es el primero de su serie en contar con una cámara térmica, capaz de medir la temperatura de la superficie y reconocer incendios de áreas tan pequeñas como 3 por 3 metros.
Actualmente, Aistech trabaja con el gobierno de Canadá, el de Andorra y también algunas comunidades autónomas españolas para identificar las zonas más peligrosas donde se pueden producir fuegos no intencionados. Además, su valor diferencial es que sus satélites incorporan un sistema de Internet de las Cosas (IoT) bidireccional, que les permite obtener datos de la Tierra captados por sensores en superficie para ofrecer todos los datos necesarios para la gestión de un incendio.
Inteligencia artificial
Cientos de gigas de imágenes de satélite por sí solas tampoco sirven de mucho, así que se necesita un buen algoritmo entrenado para reconocer patrones. La solución de Inteligencia Artificial de Esri España va más allá: también utiliza imágenes de cámaras inteligentes que se instalan en las torres de vigilancia y permanecen conectadas durante 24 horas sin necesidad de supervisión humana. Utilizan sensores térmicos y ópticos para la detección de humos, lo que les permite dar la voz de alarma a las primeras de cambio.
Diego Hidalgo, industry manager de Medio Ambiente de Esri España, habló con El Español - Omicrono sobre el funcionamiento de esta tecnología. "El uso de estas herramientas de posicionamiento de datos permiten integrar los datos de diferentes fuentes de información, geoposicionarlos, establecer patrones y darles significado".
Así, los técnicos pueden tomar las mejores decisiones para abordar un incendio, conociendo al milímetro la topografía del terreno, el tipo de uso del suelo, las vías de transporte, puntos de agua... Todo eso gracias a los mapas que ofrece el software de Esri, utilizado entre otros por la Xunta de Galicia en la aplicación XeoCode, desarrollada por Vexiza.
Aviones y drones
Para aplacar un gran incendio forestal como los que se están produciendo en diversas zonas de España este verano, toda ayuda aérea es poca. De ello se ocupa, entre otros, el 43 Grupo del Ejército del Aire, encargado de operar los aviones Bombardier CL-215T y CL-415, conocidos como 'botijos'. "El vuelo a muy baja altitud, el humo que disminuye la visibilidad, el viento que provoca turbulencias y aviva el fuego, la gran concentración de medios aéreos en la misma zona, la orografía... estos son sin duda factores de riesgo que asumimos", señalan.
Sus aviones pueden albergar en su bodega unos 6.000 litros de agua y 680 kilos de retardante químico. Para operar, necesitan de grandes superficies de agua a las que aproximarse. Tocan el agua con la panza del avión abierta sin detenerse y así cargan los tanques. Una vez llenos, el piloto asciende de nuevo para dirigirse al foco del incendio y realizar todos los trayectos que le permiten sus 4,5 horas de autonomía.
Los helicópteros son otro de los pilares de la extinción de incendios en España, y cada Comunidad Autónoma dispone de sus propios medios, aunque no es raro el trasvase de medios según la necesidad de cada momento. Aún así, el recurso más utilizado es el avión anfibio Air Tractor 802F, de gran maniobrabilidad y efectividad, capaz de entregar hasta 53.000 litros por hora para ataques extendidos o apoyo en tierra.
Hay una última aeronave, esta no tripulada, cada vez más utilizada para labores de prevención de incendios en España. Se trata de los drones DJI Matrice 600 Pro y Sensefly eBee operados por empresas privadas en Rabanal del Camino (León), Zaragoza, Cáceres y Albacete. Su versatilidad les permite realizar tareas nocturnas de vigilancia, observación de incendios, transmisión de imágenes georreferenciadas y generación de mosaicos.
Otra empresa española, SITEP, también es la responsable de helicópteros no tripulados que sirven, entre otras cosas, para el control de incendios. Con su sistema de cámaras térmicas, permite establecer los frentes de los incendios y establecer las zonas quemadas o con rescoldos, información clave para poder atajar cuanto antes las llamas.
También hay soluciones para superar la devastación que supone un incendio forestal. Los bosques acostumbran a recuperarse del fuego por sí solos, gracias a las semillas dispersadas por el viento o con ayuda de los animales, pero es un proceso lento que a veces necesita un 'empujón'. Es lo que pensaron los responsables de DroneSeed, una empresa de Seattle que utiliza estos dispositivos voladores para reforestar. Primero mapean en 3D la zona afectada y luego un enjambre de drones se encarga de dispensar en las zonas más propicias unas vainas biodegradables que contienen todo lo que el árbol necesita para crecer, incluidas las semillas.