La visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi ha abierto viejas heridas en la isla asiática. La mano derecha de Biden aterrizaba a eso de las 16:40 hora de España a bordo de un Boeing C-40C de transporte VIP operado por la Fuerza Aérea del país estadounidense no sin movilizar algunos efectivos chinos.
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Prácticamente al mismo tiempo que el avión de Pelosi perdía altura y se aproximaba al aeropuerto de Songshan —situado al noreste de la capital Taipéi—, un número no determinado de cazas Su-35 cruzaban el estrecho de Taiwán, según anunciaron medios estatales chinos. Se desconoce hasta dónde llegaron y si realmente sobrevolaron durante muchas millas el espacio aéreo a cargo de Taiwán.
A pesar de volar para el Ejército de Liberación Popular, el Sukhoi Su-35 es un modelo de avión ruso de los que China cuenta actualmente con 24 unidades. Esta aeronave, basada en la plataforma del probadísimo Su-27 Flanker-D, levantó por primera vez el vuelo en 2008 y se trata de una de las últimas incorporaciones de China que recibió el lote en 2019 tras aportar 2.500 millones de dólares.
Es uno de los cazabombarderos más capaces dentro de las filas chinas y cuenta con mejor tecnología que sus antepasados directos y que la inmensa mayoría de aeronaves que se fabrican en el gigante oriental.
El Su-35 tienen una autonomía de 1.600 kilómetros y una altitud máxima de 18.000 metros. Su par de motor firmados por la rusa Saturn con postquemador consiguen impulsarlo a 2.400 kilómetros por hora gracias a su contenido peso de 34,5 toneladas.
En el apartado de armamento, además del cañón de 30 milímetros, dispone de una amplísima variedad de misiles y bombas compatibles que se pueden acoplar en sus 12 anclajes, tanto internos como externos. En total, puede acarrear hasta 8 toneladas de armamento.
La carta de municiones está compuesta por cohetes aire-tierra, misiles aire-aire con alcances de más de 300 kilómetros con sistemas de guiado y misiles preparados para la guerra electrónica. Estos últimos son capaces de dejar fuera de juego sistemas tan elementales como los radares de los aviones enemigos.
También dispone de bombas guiadas por cámara, por láser y por satélite. El Su-35 se encuentra actualmente operativo en Rusia y China, siendo este último país el primero en estrenar las exportaciones de la aeronave. También se conoce que Egipto pidió en 2021 un total de 24 unidades y algunos reportes han indicado el interés de Argelia para hacerse con otro lote.