Submarino Tramontana saliendo del Arsenal de Cartagena
Así es Tramontana, el vetusto submarino español que se une a la OTAN para vigilar el Mediterráneo
El sumergible, entregado en los 80, participará en la operación Sea Guardian con el fin de proteger el Mediterráneo de terrorismo y otras amenazas.
2 agosto, 2022 00:59Las obligaciones de España con la OTAN requieren de la participación de efectivos de tierra, mar y aire en las diferentes misiones que la Alianza tiene alrededor del mundo. Una de las más importantes es la Operación Sea Guardian que lleva 6 años patrullando el mar Mediterráneo con el fin de velar por la seguridad y que en la que el submarino Tramontana de la Armada se acaba de integrar.
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El submarino tiene su base en el Arsenal de Cartagena, desde donde zarpó el pasado día 28, y es el cuarto construido de su clase. Además, en este momento, es el único sumergible operativo con el que cuenta la Armada debido al mantenimiento que se está realizando a la otra unidad hermana —Galerna— y a la espera del Isaac Peral.
Según recoge el Estado Mayor de la Defensa en un comunicado, la dotación del Tramontana "la componen 68 hombres y mujeres valientes, con sigilosa vocación de servicio, inapelable motivación y el espíritu necesario para vivir más de un mes debajo de la superficie velando por la tranquilidad y seguridad de sus compatriotas".
Tramontana saliendo de Cartagena (Murcia) para integrarse en Sea Guardian
La Sea Guardian es una operación de la Alianza Atlántica enfocada en el "conocimiento del entorno para disuadir y luchar contra el terrorismo, así como mitigar el resto de amenazas". En un entorno económico donde cerca del 90% del volumen total de mercancías se mueve por el mar y donde el 65% del petróleo y gas que consume Europa Occidental pasa por el Mediterráneo.
El último Galerna
El submarino Tramontana fue el último en entregarse de la clase Galerna. En particular, lleva alistado en la Armada desde el 27 de enero de 1986 cuando se integró oficialmente en servicio activo.
Interior del Tramontana.
El desarrollo de la clase Galerna, también conocida como clase S-70, proviene del astillero francés DCN que licenció a la por entonces Bazán —hoy Navantia— para construirlos en España. Los submarinos españoles beben directamente del diseño de la clase Agosta que sirvió en la Marina francesa hasta 2001 y que comenzaron a diseñarse en los años 70.
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El Galerna, que da nombre a la clase, entró en servicio en 1983 inaugurando las entregas de un total de 4 sumergibles. El segundo —Sirocco— y el tercero —Mistral— en entrar en servicio se retiraron en 2012 y 2021, respectivamente. Dejando a España con dos submarinos en activo a la espera de la nueva clase.
Submarino Tramontana
Por su parte, el Tramontana cuenta con una eslora de 67,57 metros por una manga de 6,8 que alcanzan un desplazamiento en inmersión de 1.740 toneladas. Como propulsión emplean un sistema diésel-eléctrico de 2 motores que desarrolla unos 3.600 caballos de potencia que le permiten alcanzar una velocidad punta de 20,5 nudos.
La autonomía máxima la consigue a 9 nudos durante 16.600 kilómetros con snorkel (sistema de alimentación de oxígeno para el motor) o 45 días por víveres. Nada que ver con la autonomía de los submarinos nucleares que no necesitan recargar combustible en décadas.
Armas y electrónica
En cuanto al equipamiento interno, el Tramontana dispone de radar y sónar que se complementa con una carta extensa de sistemas más enfocados a la guerra. Cuenta con una suite de guerra electrónica Thomson de búsqueda y telemetría de hasta 3 fuentes de sonido simultáneas. Así como contramedidas para el lanzamiento de señuelos.
También dispone de 4 tubos lanzatorpedos de 550 milímetros que pueden desplegar hasta 20 municiones tipo F-17 de fabricación francesa con 250 kilogramos de ojivas y 18 kilómetros de alcance. El resto de la carta de municiones se completa con los L5 Mod4 de 7 km de rango efectivo y minas.
Interior de los tubos de torpedos del Tramontana.
De estas últimas puede equipar un total de 19 unidades que reducen el espacio disponible a 7 torpedos. Emplea la munición MCC-23D que trata de una mina magnética/acústica diseñada para lecho marino y que puede ser activada por cualquier barco que desplace más de 1000 toneladas. Cuenta con un tiempo de espera de 30 días y un contador de barcos programable que activa su ojiva de 530 kilogramos.
