Los movimientos de material militar y las maniobras chinas en el estrecho de Formosa también tienen su contrapartida taiwanesa. Tras elevar el estado de alerta y ordenar a su Ejército un incremento en la preparación de combate, Taipéi ha enviado 8 cazas Dassault Mirage 2000 —modelo que España no tiene— que se suman a los 4 ya estacionados en la base aérea de Taitung, al este de la isla, según recoge Liberty Times.
Esta aeronave de fabricación francesa es uno de los pilares de la fuerza aérea de Taiwán desde que recaló en el país en los años 90 tras un acuerdo alcanzado con Francia —país que los fabricaba— por un total de 60 aparatos. Repartidos entre unidades con carlinga en tándem para entrenamiento y otros individuales para los pilotos más experimentados.
Cuenta con una longitud de 14,36 metros y una envergadura de 9,13 con formato en ala delta. Su peso en vacío es de poco más de 7 toneladas, mientras que al despegue puede dar en báscula máximo 17.000 kilogramos.
Su sistema de propulsión está representado por un único motor con postquemador fabricado por la también francesa SNECMA que le permite una velocidad a gran altitud de 2 veces la del sonido y una autonomía en modo combate de 1.500 kilómetros. El techo de vuelo estimado se sitúa en 17.000 metros de altitud.
Las versiones exportadas de Francia a Taiwán carecen de sistemas de ataque aire-tierra, pero el resto de armamento sí está disponible. Como base, dispone de un par de cañones de 30 milímetros con 150 municiones cada uno que se complementan con 9 anclajes exteriores para acarrear armamento.
Desde ellos se pueden desplegar bombas, cohetes y una amplia carta de misiles aire-aire. Están disponibles municiones de corto y medio radio con sistemas de guiado por infrarrojos y radares activos. También algunos de más largo alcance que pueden superar los 100 kilómetros.
El último reporte de unidades en activo indica que la Fuerza Aérea de Taiwán dispone de 46 unidades del modelo Mirage 2000-5EI, la versión específicamente diseñada para servir en el país.
La visita de la mandataria estadounidense Nancy Pelosi revolucionó las ya complejas relaciones diplomáticas entre Taiwán y China. Este último, ya anunció la ejecución de un amplio programa de maniobras por mar y aire con fuego real que llevan realizando unos días en las inmediaciones de la isla. Por su parte, el ejército taiwanés —además de la movilización de las aeronaves militares— activó los sistemas antiaéreos y movilizó parte de su rama naval dentro de sus aguas.