A eso de las 14:33 de España peninsular habrá quienes se tomen el aperitivo en la playa, detengan su primera jornada laboral tras las vacaciones o estén haciendo cualquier otra cosa que les permita estar pendientes del despegue del cohete SLS y la cápsula Orión rumbo a la Luna. Se trata de una misión espacial de la NASA, conocida como Artemis I, con la que pretenden que el ser humano ponga un pie sobre el satélite natural de la Tierra como hiciera Neil Armstrong hace más de 50 años.
[Vídeo | La espectacular prueba de fuego del cohete SLS con el que la NASA volverá a la Luna]
Aunque que en esta ocasión no haya individuos inmersos en la expedición, no significa que las naves vayan a ir 'vacías'. Sucede cada vez que alguien acude como turista a un sitio que quizás no vuelva a visitar, termina comprando algún objeto —normalmente un imán para la nevera— que le sirva para recordar aquella experiencia. O si se muda dejando atrás la ciudad que le vio nacer, seguro que también se lleve un recuerdo de su lugar de origen. Pues bien, la NASA no iba a ser menos, y lleva ya más de 60 años con esta tradición de incluir objetos dentro de las naves espaciales.
En la misión que dará inicio al programa Artemis I, el lanzamiento del cohete SLS y la cápsula Orion, se han estimado unos 50 kilos de recuerdos y otros artículos que pertenecen al kit del vuelo oficial. Esta costumbre se ha repetido también en expediciones de tal envergadura como el disco de oro de la sonda Voyager y el microchip del rover Perseverance de 10,9 millones de nombres.
El despegue, que está programado para este 29 de agosto desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida), hará que juguetes, maniquíes, peluches e incluso el asistente de Amazon, Alexa, pongan rumbo a la Luna. Pero, ¿cuál es el fin con el que se envían todo este tipo de objetos?
Utilidad de los objetos
Por si alguien no lo había pensado ya, la NASA no toma ninguna decisión sin que pueda ayudar a los resultados de sus expediciones. En el caso de Artemis, los curiosos objetos servirán para recopilar datos sobre lo que las futuras tripulaciones humanas podrían experimentar en un viaje lunar.
Es por este motivo por lo que el asiento del piloto de la cápsula Orion estará ocupado por el comandante Moonikin Campos, en homenaje a Arturo Campos, un administrador del subsistema de energía eléctrica de la NASA que ayudó en el regreso seguro del Apolo 13 a la Tierra. En la parte trasera de su asiento y en el respaldar habrá colocado sensores que rastrearán la aceleración y la vibración durante la duración de la misión, que se espera que dure unos 42 días.
Sin embargo, Moonikin Campos no viajará solo, sino acompañado de los "fantasmas" Helgar y Zohar, que también irán en el Orion. Estos maniquíes tienen alrededor de 5.600 sensores y 34 detectores de radiación que miden el nivel de exposición a la radiación que se producirá durante la misión. Su 'vestimenta' está hecha de un material que imita los tejidos blandos, los órganos y los huesos de una mujer. Y es que esta misión llevará a la primera mujer a la Luna, en una hazaña con huella española.
Dentro de todos los objetos que llevará Artemis I, también se encuentra el asistente de Amazon, Alexa,. Una presencia que no llama la atención, pues no resulta extraño que el magnate Jeff Bezos haya decidido participar en el regreso del ser humano a la Luna. Lo ha hecho acompañado de las empresas Lockheed Martin y Cisco, con los que han desarrollado "Callisto", un nombre con el que rinden homenaje a uno de los asistentes de caza de Artemisa de la mitología griega.
Se trata de una demostración tecnológica para probar cómo funcionan estas aplicaciones de teleconferencias en el espacio. Así, una tableta con pantalla táctil compartirá video y audio en directo entre la nave espacial y el Centro de Control de Misión del Centro Espacial Johnson en Houston. Además, los astronautas y los controladores de vuelo pueden usar la tecnología para hacer que sus trabajos sean más seguros y eficientes a medida que los humanos exploran el espacio profundo.
Juguetes en el espacio
La historia del espacio y el personaje de cómics Snoopy siempre han ido de la mano. De hecho, el módulo lunar del Apolo 10 recibió el nombre del propio perro porque su trabajo consistía en husmear y explorar el lugar de aterrizaje del Apolo 11, según reconocen desde la NASA. Aunque la relación no se queda ahí, pues en 1990 un peluche de Snoopy voló por primera vez al espacio a bordo del transbordador Columbia.
Donde un niño ve un simple juguete, la agencia espacial estadounidense está viendo un "indicador de gravedad cero". Así es como se refieren en la NASA a los juguetes, que comienzan a flotar una vez que la nave espacial ha entrado en gravedad cero. La misión Artemis I llevará, además de un peluche de Snoopy, un pequeño juguete de la oveja Shaun, que formó parte de la película conocida en España como Wallace & Gromit.
Tratándose de un 'maletero' repleto de juguetes, no podía faltar la empresa danesa LEGO. Y es que en Orion habrá cuatro bloques de construcción, como resultado de la asociación que mantienen la NASA y LEGO para que jóvenes y adultos se interesen en la denominada "Educación STEM", que agrupa a los campos de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas.
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