La pasión por el café está causando estragos en el planeta. El uso de las cápsulas para preparar está bebida en casa es una fuente más de millones de desperdicios plásticos que tardan años en degradarse. Aunque España aún no se ha planteado esta medida, otras ciudades europeas como Hamburgo las han prohibido por considerarlas un derroche. Como alternativa, estas bolas de café comprimido biodegradable que se preparan en una máquina fácil de reparar por piezas.
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Hay quienes prefieren el café recién molido o el sabor que consiguen las cafeteras italianas, pero las cafeteras de cápsulas facilitan mucho la vida cuando hay poco tiempo. De ahí que, ante la creciente preocupación por el desperdicio que suponen, surjan alternativas ecológicas, algunas de las cuales también ayudan a ahorrar dinero a los más cafeteros.
Se puede optar por cápsulas reutilizables que uno mismo debe preparar, luego están las cápsulas biodegradables y lo último en aparecer son estas bolas compactas de café con cafetera propia. Exprimidas dentro de la máquina, la cubierta restante se descompone en semanas. Los creadores también optan por un diseño modular que con piezas de reemplazo.
Para ti o tus plantas
Nada de aluminio ni plástico, solo café y componentes biodegradables. La mezcla molida y lista para servir de base en una buena taza de café se comprime en estas pequeñas bolas de la empresa Delica, filial del grupo suizo Migros, que ha lanzado CoffeeB. Tienen el tamaño de un bombón y se recubren de una fina capa transparente compuesta de algas marinas.
La mezcla y el tipo de tostado se graban en esa cubierta rígida que la protege. Aseguran los responsables de CoffeB que el compuesto de alimentos no aporta sabor ni afecta al resultado final. Siempre que se mantenga secas y a temperatura ambiente, (dentro del compartimento de la cafetera, por ejemplo) las bolas tienen una fecha de caducidad de tres meses, tras abrir el paquete.
No hay que preocuparse por esa cubierta vegetal pues lo que termina en la taza aromatizando toda la estancia es el café prensado en el interior de la bola. Al entrar en la cafetera, la bola se humedece con agua para reblandecer la capa exterior y el relleno. Posteriormente, una prensa aprieta la bola y una serie de pinchos la perforan para inyectar agua y extraer a presión el café de dentro.
El café extraído se elabora con una presión de 7 a 12 bar (102 a 174 psi) hasta terminar en la taza. El resto de la bola que no se ha usado en el proceso tiene una segunda utilidad, servir de fertilizante.
El resultado que se "desecha" es un disco perforado y hueco que con el paso de los días se va degradando hasta formar tarde del compostaje con los demás residuos orgánicos que se generan en casa. Calcula la empresa que la bola de café se biodegrada por completo en cuatro semanas, y lo compara con que las cápsulas de plástico biodegradable que tardan meses.
No obstante, las cápsulas biodegradables de la marca Halo, compuestas de caña de azúcar y pulpa de papel, afirman convertirse en compost también en cuatro semanas, incluso se aconseja usarlas de fertilizante para plantar nuevas semillas.
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Cafetera de bolas
La cafetera Globe, como ya se ha podido observar, es un modelo para servir una sola taza en cada ocasión. Al igual que el resto de cafeteras, este modelo permite elegir el tipo de bebida y su intensidad, aunque por lo que se muestra, las opciones no son tantas.
Tiene unas dimensiones de 153 x 267 x 373 mm y pesa 3,5 kilogramos con capacidad para contener nueve bolas, las que vienen en cada paquete. Entre las modalidades de café en la tienda hay Espresso, Ristretto y Lungo con diferentes intensidades.
Las bolas caen desde una plataforma superior parecida a una ruleta y la palanca lateral es el control para hacer que el café recién hecho caiga en la taza. El diseño es minimalista y desmontable para rellenar el depósito de agua, extraer la cápsula exprimida y limpiar el interior de la máquina.
En un proyecto con tantos tintes ecológicos no podía faltar una cafetera sostenible. Este modelo está fabricado con materiales reciclados, aunque no por completo. Además, para evitar el desperdicio y gasto que provoca obsolescencia programada, cuenta con un diseño modular con facilidad para reemplazar las piezas que se rompan de forma individual. Entre los repuestos que ofrece el servicio técnico de CoffeeB está la unidad de preparación, la electrónica, la bomba, el calentador y la válvula.
Cuando eso ocurra podrían rondar los 155 euros al cambio de 149 francos suizos. Mientras que un paquete de solo nueve bolas de café costaría 4,60 francos o lo que equivaldría a 4,77 euros. Planean ampliar la venta a más países en 2023.
Por supuesto, no es un precio barato, pero lo interesante de propuestas así es que se popularicen y la fórmula se abrace desde otras marcas para que sea económico además de contar con más opciones de sabores de café.