Es posible que te suenen los robots de Amazon llamados 'Scout', desplegados en ciertas partes del mundo como Estados Unidos para entregar paquetes de forma autónoma. Lo vimos desde España, y aunque Amazon no entró en detalles muy concretos sobre el porqué del desarrollo de este robot, afirmó que era un intento de reducir las emisiones producidas por la entrega de paquetes por humanos. Ahora, Scout ha muerto.
[Amazon recreó un barrio entero para probar sus robots de reparto]
Así lo ha confirmado Amazon a medios como The Register, explicando que la compañía ha cerrado el desarrollo de este robot de forma permanente. No así su intención de seguir mejorando respecto a los robots autónomos, ya que seguirán desarrollando su división para rentabilizar ciertas compras de tecnología pasadas. Es el ejemplo de Zoox, una compañía estadounidense que le costó a Amazon 1.200 millones de dólares con la idea bajo el brazo de realizar entregas con vehículos autónomos.
La portavoz de Amazon, Alisa Carroll, ha detallado tanto a The Register como a otros tantos medios que el proyecto no era lo que los clientes buscaban. "Durante nuestra prueba de campo limitada de Scout, trabajamos para crear una experiencia única, pero aprendimos a través de los comentarios que había aspectos del programa que no satisfacían las necesidades de los clientes".
Scout abandona
La idea detrás de Scout era sencilla desde su lanzamiento en 2019: reducir el impacto medioambiental que supone el transporte de paquetes mediante humanos. Por supuesto, Amazon no ha explicado exactamente cuál ha sido el problema, más allá de hablar sobre el feedback negativo de los usuarios. No obstante, existen ciertos problemas de logística alrededor de Scout.
Para empezar, los usuarios hablaban sobre cómo el dispositivo era bastante lento, más que un humano. Se movía, más o menos, al ritmo de una persona andando a velocidad media. Además, su reducido tamaño hacía que fuera complicado que transportase una cantidad importante de paquetes. Era del tamaño de una nevera pequeña, más o menos.
Esto tenía un porqué, ya que lo que quería Amazon era que estos Scout pudieran "navegar de manera segura y eficiente entre mascotas, peatones y cualquier otra cosa en su camino". A eso se le suma que la logística de países como Estados Unidos puede no ser todo lo eficiente que se desearía para estos robots, dificultando su paso por ciertas zonas. Sin ir más lejos, las zonas transitadas por Scout ya estaban ocupadas por los servicios postales del país.
El funcionamiento de Scout era muy sencillo. Salía de la central, iba al domicilio del usuario, le enviaba una notificación y este salía a recoger el paquete. En un principio iba acompañado de un empleado de Amazon para concretar la entrega. Se realizaron pruebas exitosas en ciertas zonas del país como Georgia o Seattle.
No ha sido hasta que la inflación y la situación económica actual han estallado, provocando que Amazon tenga que dar de lado sus proyectos más curiosos, priorizando beneficios e ingresos estables, pese a las buenas perspectivas de Scout en un principio. Ya lo pudimos ver con Amazon Prime Air, afectada por estos contratiempos y por una supuesta mala gestión que ha provocado que el proyecto sea un auténtico desastre.
Eso sí, esto no es así en otros países. Alibaba, el e-commerce más grande de China, usa 500 robots para entregar paquetes, entregando por el camino 10 millones de paquetes solo en 2022. Por supuesto, hay que entender que estos robots no solo son más grandes que Scout de Amazon, sino que iban por zonas más fáciles de navegar como campus universitarios y no suburbios de Seattle.