Los huesos necesitan tiempo para curarse de una rotura y esas semanas o meses de reposo con una escayola pueden parecer eternos entre picores, calor y la inmovilidad que la cura requiere. Estas molestias podrían evitarse en cierta medida con un nuevo tipo de inmovilizador en 3D, similares a unos diseñados en España, y con cremallera que se fijan y quitan en minutos fácilmente.
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La empresa OrthoHeal ha creado un tipo de inmovilizador ortopédico que garantiza la ventilación de la piel y simplifica el fijado y la retirada de la herramienta una vez se ha curado la fractura. Para manos y pies cuentan con diferentes diseños para adaptarse a diferentes lesiones.
¿Quién no ha soñado con poder aliviar el picor y el calor cuando se lleva una pesada escayola? La piel de las extremidades sufre durante el largo periodo de cura sin poder lavarse y ventilarse. Este diseño consigue que el tratamiento sea menos desesperante, además de permitir que la fijación se quite sin tener que cortar el producto.
Escayolas sin yeso
Férula y escayola se funden en el diseño de FlexiOH para inmovilizar una mano, un brazo o una pierna, pero lejos del aparatoso proceso que requiere el tradicional enyesado. El material es al principio flexible y se amolda a la forma de la extremidad que sea necesaria para comenzar con la cura.
Una vez está colocado, se endurece con un equipo de luz ultravioleta que hace que el material se vuelva tan rígido como el yeso. Este proceso solo dura entre 3 y 10 minutos dependiendo del tamaño de la escayola.
El estilo de maya en 3D libera parte de los pies del brazo o pierna para que durante las semanas que hay que llevarlo puesto no se vea afectada. Se reducen así los picores y se podría lavar sin tener que cubrir el aparato. Otras empresas están apostando por este estilo más liberador como una start-up de Girona y otra malagueña que crean escayolas en 3D.
Con cremallera
A la hora de terminar el tratamiento, el inmovilizador cuenta con una novedad un tanto curiosa, una cremallera. Los creadores indican que así es más fácil abrazar la extremidad con el material cuando está blando, pero también retirarlo cuando ya está rígido. En algunos diseños pequeños para la mano y la muñeca optan por correas en vez de cremallera.
En la web, la empresa no detalla cómo se puede evitar que el paciente retire con la cremallera el inmovilizador antes de tiempo saltándose las recomendaciones del médico. Se puede apelar a la responsabilidad de cada individuo, pero en el caso de los niños puede ser más complicado de entender.
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