El proceso de recogida de basura en España es sencillo. Se bajan las bolsas a la calle y se depositan en su contenedor correspondiente, y el usuario se olvida de ello para siempre. Durante la madrugada un camión la recoge y transporta hacia el vertedero o a un almacén para llevar a cabo un tratamiento de valorización. Unos vehículos que podrán verse menos cada vez menos gracias al innovador sistema automatizado protagonizado por unas tuberías subterráneas que gestionan los desechos.
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La empresa finlandesa MariMatic ha desarrollado y fabricado MetroTaifun, un ingenioso sistema de recogida de basura automatizado que incluye una maraña de tuberías conectadas a novedosas papeleras que trasladan desde las que se envían las bolsas. Éstas además hacen uso de tecnología de etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) para abrir su tapa, con lo que registran el peso de las bolsas, lo que permite controlar cuántos residuos genera cada habitante.
Es decir, es un sistema completamente distinto al de los cubos soterrados que se pueden encontrar en muchas ciudades de España. Aquí en ningún momento pasa un camión por cada instalación para recoger lo depositado en el día sino que el sistema de tuberías envía la basura de una punta a otra de la ciudad.
Aunque no se trata de un proyecto nuevo, pues se dio a conocer por primera vez hace seis años, en los últimos meses ha acelerado su desarrollo y construcción y ya se encuentra presente en diferentes países del mundo, como Suecia, Rusia, China, Finlandia o Noruega; y continúa expandiéndose con La Meca como próximo gran proyecto.
Tuberías de basura
El sistema de tubos es la clave, ya que 'absorben' las bolsas de basura aspirando el aire del interior haciendo efecto vacío para transportarlas durante kilómetros a una planta de almacenamiento de basuras a través de una gran red de tuberías subterráneas. Cada papelera en superficie, acaba en un gigantesco contendor al otro lado de la ciudad y permite diferenciar los desechos si se trata de residuos orgánicos, plástico, papel o vidrio.
Una de las principales características de estos tubos kilométricos es que miden 30 centímetros de diámetro, lo que reduce el consumo de energía y minimiza la posibilidad de obstrucciones. Los residuos llenan la tubería con mayor facilidad, dando una mayor fuerza de vacío para su desplazamiento. Incluso se puede cambiar la dirección del flujo de aire, lo que también facilita la eliminación de posibles obstrucciones.
MetroTaifun es un sistema que propone una recogida de basura automatizada, limpia y sin olores. Las papeleras cuentan con un diseño peculiar de color blanco y alargado, en el que se han dibujado dos ojos encima del dispositivo que lee la llave RFID, que hace de nariz; mientras que la tapa del cubo simula ser la boca. El uso de este sistema resulta incluso más sencillo e higiénico que los contenedores tradicionales.
Los habitantes llevan sus bolsas de basura al punto de recogida más cercano a sus casas y acercan la llave RFID -que identifica a cada usuario- al lector para abrir automáticamente la tapa de la papelera; por lo que en ningún momento hay que tocar el contenedor con las manos. Incluso se puede utilizar una aplicación para dispositivos móviles en lugar de la llave.
La aplicación registra diferentes estadísticas que son de gran utilidad, como el tipo de residuo que se tira en función del tipo de contenedor que se abre o la frecuencia con la que se hace. Una vez que las bolsas de basura están dentro de la papelera, el sistema registra su peso y las almacena en contenedores cilíndricos -que forman la primera parte de los tubos-, lo que da lugar a un entorno sin olores, ni insectos ni plagas; y donde se compactan en un 20%.
870 toneladas al día
Cuando la zona de almacenamiento se llena, los tubos mueven las bolsas de basura directamente a una terminal de recogida, donde se colocan en grandes contenedores que, cuando están completos, se montan en un camión para transportarlos a una planta de tratamiento. Allí los residuos mezclados se valorizan para producir calor, frío y electricidad; mientras que los residuos biológicos se aprovechan para la producción de biogás y biofertilizantes.
Los creadores de esta tecnología aseguran en su página web que esta técnica se diseñó inicialmente para recoger hasta 300 toneladas de residuos por día, aunque ya trabajan en sistemas de mayor capacidad. Además, afirman que con este mecanismo se reduce los problemas de higiene y la necesidad de salas de desechos y de contenedores de residuos, se contamina menos y se ofrece un entorno más seguro en comparación con el tráfico convencional de residuos y los camiones de basura.
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Un sistema que promete solucionar varios contratiempos a los que se enfrentan los usuarios en la actualidad: se dice adiós a los camiones en las calles, por lo que se previene de que con su ruido puedan despertar a alguien; no hay que tocar las papeleras para meter las bolsas y se evitan los malos olores cuando se abren la tapa o que los contenedores se llenen antes de que pase el camión y la basura termine en la acera.
En la actualidad, la compañía finlandesa está levantando en La Meca (Makkah), en Arabia Saudí, el sistema de recogida automática de residuos más grande del mundo; que estará terminado en 2024 y, en el caso de este proyecto, será capaz de recoger 870 toneladas de basura al día.
Situado en una nueva parte de la ciudad llamada Masar Makkah, funcionará en la mezquita Masjid al-Haram (conocida como Gran Mezquita) y sus alrededores, donde sus bulevares peatonales están equipados con estas papeleras y donde hay más de 210 parcelas con hoteles y edificios de apartamentos conectados a una red 31 kilómetros de tuberías.