En plena visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a Filipinas surge un enfrentamiento entre este país y China por los restos de un cohete lanzado desde el sur de China. Se trata de los restos de una lanzadera anterior a la que amenazó a principios de mes con caer sobre España, la marina filipina acusa a china de haber incautado por la fuerza las piezas.
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La guardia costera de China habría incautado por la fuerza los restos de uno de sus cohetes chinos cuando eran remolcados por marineros filipinos, así lo afirma el comandante militar filipino que controlaba la operación de traslado de las piezas encontradas.
China, por su parte, lo niega y asegura que fueron las fuerzas filipinas quienes entregaron los escombros después de una "consulta amistosa". El Ministerio de Relaciones Exteriores de Filipinas dijo en un comunicado que llevaría a cabo una revisión exhaustiva del accidente que incrementa las tensiones entre ambos países por el control del Mar de China Meridional.
Incautación en pleno mar
Ya van cuatro cohetes chinos que caen sin control alguno sobre la Tierra después de completar su misión. En 2020, tras el primer lanzamiento de este tipo de cohetes, las partes del vehículo supuestamente cayeron en Costa de Marfil. En abril, otro Long March 5B cayó en el océano Índico y en julio, entre 5 y 9 toneladas de restos de un tercer cohete se localizaron en Malasia.
Los restos ahora en disputa pertenecerían a ese cohete lanzado en junio pues se han localizado en la isla Thitu, frente a la costa de Malasia.En su momento se dijo que los restos habían caído en un área en el mar de Sulu, al este de la isla filipina de Palawan en el Pacífico norte. Explica al vicealmirante Alberto Carlos, que los marineros de la zona vieron el domingo pasado los escombros con una cámara de largo alcance. Los restos estaban a la deriva en un fuerte oleaje cerca de un banco de arena de unos 540 metros de la costa.
Con un bote los recuperaron y remolcaron de regreso a la isla, entonces afirman ver a un barco de la guardia costera de China con el número de proa 5203 que se acercaba a ellos y bloqueaba su paso en dos ocasiones. Afirma en su relato que la guardia costera desplegó un bote con personal que cortó la línea de remolque que unía el bote con el objeto encontrado y se lo llevó. Los marineros regresaron a la isla tras el encuentro sin resistirse a la incautación.
Por la otra parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China en Beijing niega que se haya incautado por la fuerza. "El lado filipino rescató y remolcó el objeto primero. Después de una consulta amistosa en el sitio, la parte filipina devolvió el objeto a China y China expresó su agradecimiento por eso", dijo el portavoz del ministerio, Mao Ning a Associated Press.
Caerán más cohetes
Los restos se han identificado como parte de la carga útil de un cohete, la carcasa que protege el cono de la nariz de una nave espacial que lanzó a mitad de año China para seguir la construcción de su estación espacial. Nada se sabe de los restos que cayeron en el centro-sur del océano Pacífico.
El Ejército de Estados Unidos confirmó la caída y varios ciudadanos australianos aseguran haber visto el fogonazo en el cielo, pero todo apunta a que las piezas caídas se perderán en el mar por la lejanía con la costa. No obstante, desde la agencia espacial china han confirmado que este tipo de maniobras se repetirán para poner en órbita una constelación satelital que llevará conexión a internet a cualquier punto del país, aunque los cohetes Long March 5B no cuenten con una reentrada controlada.
La NASA ha criticado en anteriores ocasiones esta dinámica de la agencia china. Tras el lanzamiento de Artemis I la semana pasada, el administrador de la agencia estadounidense Bill Nelson reiteró que ve difícil la colaboración entre ambas agencias por la "falta de transparencia" del programa espacial chino.
Insistió en el peligro que supone dejar caer un cohete sin control sobre la Tierra, además de no informar de su trayectoria. También criticó que China aún no haya compartido con la comunidad internacional las muestras que han traído de la Luna, algo que en otras misiones sí ha hecho la NASA.