En España se hacen cosas. O mejor dicho, se inventan. Una batería basada en energía termofotovoltaica o un aerogenerador sin aspas son un claro ejemplo de que los inventores españoles están preocupados por las energías del futuro. Sin embargo, también hay quienes optan por crear inventos menos 'trascendentales' como un robot camarero que sirve cervezas. Aunque todos ellos tienen un punto en común: desmontan el 'mito' de que para desarrollar una idea en España lo primero que hay que hacer es ver el precio de un viaje de ida a Estados Unidos, Alemania o cualquier otro país.
Este es el caso también de Juan Garrido Requena, un granadino que con tan solo 9 años quería construir su propio kart. Y lo hizo: "Creó el kart bajo la sonrisa de los vecinos, que veían a un niño cortando tubos de hierro y juntando dinero para comprarse un soldador", rememora Rubén, su hermano, en una entrevista a EL ESPAÑOL-Omicrono. De aquello hace ahora ya 27 años. Actualmente, ambos forman parte de INNengine, la empresa que pretende revolucionar la industria del automóvil y que nació en el mismo garaje en el que Juan había construido desde cero su primer go-kart.
El primer paso para esta revolución recibió el nombre de e-REX, un motor cuya patente se encuentra ya aprobada en Europa, EEUU, China, Japón y Corea del Sur. Además, este primer prototipo —que tiene su origen en el proyecto final de carrera de Juan Garrido— consiguió arrancar por primera vez con solo dos cilindros y 40 cilindradas, lo que superó todas las expectativas a pesar de los escasos medios de fabricación.
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Y es que, como reconoce Rubén Garrido, en un principio tan solo pensaban en desarrollar la idea de un motor sin precedentes. Sin embargo, para reducir los tiempos, que no para abaratar costes, decidieron fabricar el motor con máquinas de prototipado que instalaron en su propia sede. De esta forma, de los 11 motores REX-B (el "hermano menor" de e-REX, como lo conocen en INNengine) que han lanzado al mercado, han conseguido vender ocho hasta la fecha. También cuentan con una reserva de unidades por 100 euros, que ya sí fabricará un manufacturero. Pero, ¿qué tienen estos motores que los hace tan prometedores?
Cuál es su diseño
Puede resultar extraño, pero los motores de INNengine no lo parecen a simple vista: no tienen cigüeñal, ni válvulas, ni árbol de levas o culata. Entonces, ¿cómo es posible que funcionen? La respuesta está en los dos discos opuestos unidos por un eje principal hueco y los ocho pistones enfrentados.
Cada uno de ellos recorre el bisel de los discos opuestos haciéndolos girar mediante la explosión clásica de una mezcla de combustible y aire. Tanto la admisión como la expulsión de los gases de escape se realiza a través de unas lumbreras, que se abren y cierran por el propio recorrido de los pistones.
Aunque también se trata de un motor en el que se ha eliminado la vibración, tanto primaria como secundaria. Todas las piezas en movimiento en el e-REX lo hacen de manera recíproca, en equilibrio en los 3 planos acorde a la curva armónica, cancelándose así las unas a las otras.
Más allá de su diseño, una de las características más destacadas de un motor como este es que pesa tan solo 35 kilogramos. Eso implica que es un 55% más pequeño y un 70% más ligero que cualquiera de los motores de cuatro tiempos que hay en el mercado. Y es que con el e-REX tienen como objetivo reemplazar a los motores de cuatro tiempos, ya que tiene cuatro veces más combustiones por revolución que los actuales. "Por su parte, el REX-B, que es una versión simplificada de 125 cilindradas competirá en el mercado de los motores de dos tiempos", explica Garrido, que actúa como director de Marketing y Estrategia de la empresa granadina.
Es por este motivo que desde INNengine han optado por definirlos como motores de un tiempo: cada cilindro combustiona el doble de veces que un dos tiempos y cuatro veces más que un cuatro tiempos. Así, con solo 125 cilindradas, los cuatro cilindros refrigerados por aire del Rex-B alcanzan una potencia de 22.7 cv a 6.000 rpm, alrededor de un 80% más potencia que cualquier otro motor atmosférico.
Qué aplicaciones tiene
A diferencia del Rex-B, el primer prototipo de INNEngine ya se ha probado en el Mazda MX-5, un clásico de la compañía japonesa. Consiguió generar 120 cv de potencia colocando un motor de 500 cilindradas, aunque desde INNengine esperan terminar un bloque de 700 cilindradas para finales del año 2023.
Sin embargo, esta no es la única aplicación de este 'hermano mayor', pues han decidido implementarlo también en el ámbito marítimo. No solo para proporcionar electricidad, sino también potencia para accionar los sistemas hidráulicos del barco. Además, gracias a su cámara de combustión a prueba de fugas, su capacidad multifuel y la densidad de potencia, el e-REX ha sido elegido para propulsar aeronave con combustible de hidrógeno, dentro del proyecto PHIADI.
En el caso del Rex-B, proveerá a los drones con la autonomía extra que tanto necesitan, tanto propulsando el propio dron como produciendo electricidad para alimentar sus motores eléctricos. De hecho, como banco de pruebas y test final utilizaron un avión por radiocontrol, que será su primer producto terminado en el mercado.
Además de adentrarse en el mundo de la automoción, los barcos y la aeronáutica, esta innovadora compañía española también quiere hacerse un hueco en el campo de la generación de energía. Y es que, al tratarse de un generador compacto, el Rex-B es capaz de entregar la suficiente potencia como para recargar la batería de un vehículo eléctrico en cualquier sitio.
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