La fusión entre máquinas y personas ya es una realidad que dibuja los inicios de un futuro donde los móviles se controlen simplemente con el pensamiento. Diferentes empresas enfocan sus inventos en ayudar a personas con parálisis, como la que provoca la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) cada año en más de 4.000 personas en España, para más adelante construir esa sociedad propia de las novelas de ciencia ficción.
Mientras Elon Musk se queda atascado con su empresa Neuralink, que está siendo investigada por maltrato animal en Estados Unidos y ha retrasado varias veces sus últimos avances, sus competidores se adelantan, gracias a dispositivos que ya están demostrando su viabilidad en pacientes humanos. La empresa Synchron ha anunciado en la revista médica JAMA Neurology los resultados de un estudio que evidencia que su implante es seguro y fiable a largo plazo.
Durante un año, cuatro enfermos con parálisis han participado en un estudio de Synchron donde han podido controlar un ordenador con la interfaz cerebro-máquina sin presentar déficits neurológicos persistentes. "No sufrieron coágulos ni migración del dispositivo", asegura la empresa. Además, la calidad de la señal se mantuvo estable, sin evidencias de deterioro.
Esto ya lo habían conseguido en 2021 con Philip O'Keefe, australiano de más de 60 años, que sufre una parálisis ocasionada por la Esclerosis Lateral Amiotrófica o ELA. O'Keefe consiguió con esta tecnología ser la primera persona en publicar un tuit (a través de la cuenta del CEO de Synchron, Thomas Oxley) simplemente pensándolo.
¿Cómo se implanta?
Stentrode es una red cilíndrica que se introduce dentro del cerebro del paciente a través de los vasos sanguíneos junto a la corteza motora y solo realizando una pequeña incisión en el cuello. Un microcatéter se desliza por el torrente sanguíneo y deposita el sensor en la zona adecuada. "Todos los pacientes toleraron bien el procedimiento y, por lo general, fueron dados de alta en 48 horas”, dijo el co-investigador principal, el profesor Peter Mitchell, director de neurointervención del Royal Melbourne Hospital.
Una vez implantado, Stentrode detecta y transmite de forma inalámbrica la intención motora para controlar los dispositivos digitales personales. Este diminuto dispositivo mide únicamente 4 mm de diámetro y está fabricado en nitinol, un tipo de aleación fuerte pero flexible que se usa habitualmente en medicina y en el espacio.
Stentrode envía la señal recibida de la actividad cerebral a una antena inalámbrica instalada bajo la piel del pecho, encargada de comunicarse con Axon de forma inalámbrica. Este segundo dispositivo traduce los comandos y los envía por Bluetooth a un tercer gadget donde brain.io, la plataforma de manos libres de Synchron, gestiona las órdenes mandadas por el cerebro.
El sistema de primera generación de Synchron se ha desarrollado en asociación con la empresa Ripple LLC, y utiliza su tecnología de detección neuronal para proporcionar capacidades de adquisición de señales centrales, telemetría de datos y procesamiento de señales.
Comprar con el cerebro
Los participantes de este estudio pudieron usar el implante para enviar mensajes de texto, correos electrónicos, finanzas personales y hasta compras en línea. El avance con respecto a hitos anteriores de la empresa es el uso de esta tecnología durante 12 meses y las comprobaciones de que el dispositivo es seguro durante tanto tiempo.
La intención no es tanto usar Amazon o Twitter con el cerebro, o que los pacientes puedan jugar al pong como hacen los chimpances de los experimentos de Neuralink, sino que las personas con dificultades motrices tengan mejor calidad de vida y cierta autonomía. Por ejemplo, en un futuro Stentrode también podría servir como conexión entre el cerebro y una prótesis como un brazo robótico que podrían utilizar para alimentarse.
Este tipo de parálisis puede provocar pérdida de control de los músculos del cuerpo, pero mantiene el cerebro intacto. La interfaz cerebro-máquina está diseñada para restaurar la transmisión de la señal de intención motora perdida asociada con la parálisis. Es decir, la señal cerebral que subyace a la voluntad física de moverse.
Planes de futuro
Synchron tiene más pacientes usando su dispositivo que los participantes de este estudio, y hasta siete personas han probado ya su invento. Uno de ellos, Rodney Gorham, es el primero en usarlo con un producto de Apple, en concreto, con su iPad. Conseguir la compatibilidad con los principales sistemas operativos es uno de los pasos para difundir su tecnología entre la sociedad, así como conseguir la aprobación de la FDA.
Los resultados del reciente estudio allanarían ese camino hacia un uso generalizado. En octubre del año pasado, la empresa anunció el inicio del ensayo COMMAND en la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania. El ensayo se lleva a cabo bajo la primera exención de dispositivo de investigación (IDE) otorgada por la FDA a una empresa que evalúa uno de estos implantes instalado de forma permanente.
Gracias a sus avances tecnológicos y la demostración de que su propuesta funciona en los seres humanos, esta empresa está recibiendo un gran apoyo económico. Entre los nuevos inversores están gigantes de Silicon Valley como Bill Gates o Jeff Bezos, que entran así a competir con Elon Musk en el mercado de la neurotecnología.
Ambas startups, Stentrode y Neuralink, comenzaron su andadura en 2016 con la misma meta, pero con una diferencia significativa, la financiación. La empresa creada por Elon Musk nació con 370 millones de dólares para desarrollar su tecnología, frente a los 50 millones de dólares de inversión que han servido a Synchron para llegar donde está ahora.