Los tejados de los hogares en España no son los únicos que aprenderán a convivir con la energía solar o eólica; los campos de cultivo, las carreteras y otras infraestructuras también parecen destinados a llenarse de placas fotovoltaicas. Estos módulos sirven como suministro eléctrico para abaratar el coste de la energía y para proteger las plantaciones o hasta las vías del tren.
Una hilera de placas da cierta sombra y protegen del viento a las vides de una plantación en California, a la vez que generan energía limpia. En sustitución del vallado, el proyecto Sunzaun propone el uso de placas solares en posición vertical, lo que, a diferencia de lo que pueda parecer, esta posición puede conseguir incrementar la efectividad de esta tecnología.
La muralla solar de Sunzaun, en realidad, es un diseño original de una empresa en Alemania. El éxito de este primer proyecto de investigación en Europa animó a la empresa Sunstall de California a llevar esta idea a la producción de vino en Estados Unidos.
[Las ingeniosas placas solares que se doblan y generan energía barata en cualquier superficie]
Esta estructura podría también utilizarse como barrera de carreteras para proteger del ruido a los vecinos que viven al pie de una autopista. Sunzaun también propone su uso como barrera para la red ferroviaria, aunque compite con otros proyectos que ya se están aplicando en Europa para integrar los paneles en las vías de los trenes.
Modelo vertical
Un estudio realizado por científicos alemanes de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Leizpig afirma que la instalación de paneles solares inclinados más en posición vertical que horizontal puede mejorar la eficiencia. Los científicos calculan que los paneles verticales aumentan la producción total de energía en casi 7 veces, de 58 a 400 gigavatios por año.
Este estudio asegura que la producción de energía aumenta cuando se cambia la inclinación estándar de entre 20 y 35 grados, hasta los 90 grados, quedando casi en vertical. Algunos sistemas cambian su inclinación siguiendo al sol, pero requieren de más espacio.
La única condición para conseguir este efecto es que los paneles deben mirar hacia el oeste por un lado y hacia el este por otro. De esta forma, el sol, que se pone por el este y se esconde por el oeste, siempre está incidiendo sobre una cara de los paneles en su recorrido diario por el cielo.
Al colocarse en posición vertical, el sombreado de las placas afecta en menor medida la recepción de luz para los cultivos, que otras soluciones. Una alternativa más amigable con ciertas plantaciones, hasta que se diseñen módulos fotovoltaicos que permitan ceder parte de la luz a las plantas, recogiendo otra parte para la generación de electricidad.
No obstante, surgen otras dudas, ¿qué pasa con la luz del mediodía que incide de forma más vertical? En este caso, se indica que la energía generada en esta franja suele exceder la demanda de consumo y termina almacenándose o limitándose para no saturar las baterías, por lo que se desperdicia. En contraposición, los paneles verticales siguen recogiendo el sol por la tarde cuando los modelos horizontales pierden fuerza por su inclinación y requieren de menos infraestructura para guardar toda la energía y no desperdiciar.
Murallas solares
La propuesta de Sunzuan, por lo tanto, persigue un doble objetivo, el primero y más obvio es la generación de energía solar para nutrir los servicios de en campos de cultivo o granjas ganaderas. El segundo es el más sencillo, servir de vallado para proteger infraestructuras o terrenos. La muralla fotovoltaica puede contener cargas de viento de hasta 0.084 psi.
Es cierto que por su posición vertical, las células fotovoltaicas proyectan en ciertos momentos del día sombra sobre el suelo, pero esto puede facilitar el ahorro de agua para el cultivo. También es posible colocar los paneles en la linde del cultivo a una distancia prudente para que la sombra no afecte.
Su instalación se presenta más sencilla que el modelo tradicional de placas horizontales e inclinables mediante un sistema automatizado. Las células se instalan sobre dos pilotes sin necesidad de colocar el sistema de estanterías que suele acompañar a los paneles solares más conocidos.
Se pueden colocar en diferentes terrenos, con una pendiente de hasta 15 grados y con 1,2 metros de distancia del suelo. Incluso es posible ajustar la altura de los paneles desde el suelo si es necesario.
Para demostrar la capacidad de este nuevo proyecto, Sunstalls ha instalado sus paneles solares verticales como barrera de un viñedo en California. La hilera de 43 módulos bifaciales, colocados de pie y a conectados a un microinversor y dos baterías, cuentan con una potencia total de 23kW en la colina, dejando un espacio de casi 61 metros de las vides.
En ese espacio, el agricultor puede pasar cerca de los paneles con el tractor y seguir trabajando en su cultivo con normalidad. No indica la empresa el calor que pueden desprender los paneles al pasar cerca cuando está incidiendo el sol. Además, explican en AgriSolar Clearing House, ha sido necesario retirar una hilera de vides para colocar la fila de placas fotovoltaicas solares.