El Mobile World Congress de Barcelona ha terminado. La feria de tecnología ha mutado y si antaño los móviles eran el centro de atención, ahora son más las aplicaciones de la en el día a día lo que mueve el interés de los stands. Sin embargo, en la edición de este año ha habido un producto estrella:las gafas inteligentes.
Éstas han sido las reinas absolutas de la edición de 2023 con modelos y conceptos nunca vistos en España que buscan profundizar en un mercado que parece dará mucho de qué hablar en los próximos meses, con la posible presentación de las gafas de Apple en junio. Todos quieren adelantarse al gigante de Cupertino, aunque el gran melón es el que nadie sabe abrir: cómo serán las gafas del fabricante del iPhone.
Raro era el stand y la marca de tecnología de consumo que no tenía en exposición su particular visión de este tipo de dispositivos que, por el momento, tienen un uso muy minoritario. Aunque es posible que comience a cambiar dentro de poco, con lo que nadie quiere quedarse fuera. Recuerda a la carrera que se dio en 2014, cuando todos los fabricantes se lanzaron a sacar su propio reloj inteligente antes de que el rumoreado Apple Watch llegase al mercado.
Lo cierto es que esta fiebre por las gafas no es realmente nueva. Hace años ya se vivió una primera de edad de oro de las lentes inteligentes con la realidad aumentada y muy especialmente de la realidad virtual para videojuegos y contenido multimedia. Aquellos enormes —y en muchas ocasiones mareantes— cascos que aislaban del mundo exterior han ido evolucionando hacia formatos mucho más refinados y soportables para largos periodos de tiempo. También murieron concepto como las Google Glass que nunca terminó de convencer y que en el MWC muchas compañías han querido rescatar con su particular vesrión.
Ante el desconocimiento qué es lo que puede presentar Apple, hay tres corrientes de dispositivos bien diferenciados. Los que ven en las gafas el sustituto perfecto de los monitores o televisores, con la idea de tener una gigantesca pantalla que se pueda llevar en el bolsillo. Por otro lado los que ven en las glasses el formato perfecto para asistirnos en el día a día, es decir, llevar más allá el concepto que Google comenzó a plantear. Mientras que por último están aquellas que ven en este tipo de dispositivos una forma de entrar por completo en un mundo virtual y en el que el usuario pueda transformarse en un avatar e interactuar en un espacio pixelado con usuarios, herramientas y aplicaciones.
Contenido a lo grande
Son varias las tecnologías en las que se están enfocando estos prototipos, unos aspiran a ser reproductores multimedia con pantallas de grandes pulgadas que se pueden llevar a todos lados. En este sentido, ZTE ha presentado las Neovision Glass cuya principal utilidad es ver la pantalla de otro dispositivo como el móvil o la consola frente a los ojos en un tamaño que promete alcanzar los 120 pulgadas, pero en la demostración a la que ha tenido acceso este medio el tamaño era similar al del móvil con el que estaban conectadas.
Afirma ZTE que sus gafas son las primeras del mundo Hi-Res Audio Quality y certificación TÜVRheinlan. La calidad corre a cargo de un panel Micro-OLED con 3500 de PPI, una resolución HD binocular de 1080P. Los altavoces proyectan el sonido desde las patillas que son todavía gruesas para ajustarse con comodidad.
Estas gafas se pueden graduar entre 0 y 500 grados para ajustar la nitidez a la visión de cada ojo. En el centro lo que se ve es la pantalla del teléfono, la tablet, el ordenador o la consola (XBOX, PS5, Switch) con la que se está interactuando y que se conecta vía cable DisplayPort, con adaptador para los móviles.
Uno de los puntos clave que todas las marcas se disputan es la ligereza de sus modelos, ZTE recalca que sus Neovision Glass solo pesan 79 gramos. Además todos tratan de darle un diseño moderno, cada vez más parecido a una montura tradicional como las gafas de sol de moda con cristales espejo de colores, que en este caso se pueden retirar y colocar fácilmente con imanes.
Otra compañía china, en este caso TCL, también ha aprovechado esta edición del Mobile World Congress para mostrar sus gafas Nxtwear S con un concepto calcado a las de ZTE.
Las gafas multimedia de TCL se conectan mediante un cable a un teléfono móvil que después puede usarse como una especie de mando a distancia. Dispone de un panel que simula un televisor de nada menos que 130 pulgadas a una distancia aproximada de 4 metros.
La experiencia es un tanto descafeinada al no notar que realmente muestra una pantalla simulada tan grande. Y, según la compañía, está enfocada a usuarios que viajen en transporte público y quieran tener lo más parecido a estar frente al televisor en cualquier parte. O conectarlas a cualquier fuente de imagen con salida display port.
Dispone también de un sistema estéreo de altavoces y no necesita recargarse porque emplea la energía del smartphone al que está conectado. Y tiene previsto lanzarlo a unos 400 euros, aunque todavía no se sabe la fecha o si llegará realmente a venderse en España.
Asistiendo en el día a día
La otra forma de entender las gafas es como un particular mayordomo. Que sirvan como una pantalla que te asiste en tus necesidades al instante. Oppo ya presentó el año pasado su primera aproximación de las Air Glass —que era un monóculo— y ahora acaba de hacer lo propio con una segunda versión con un diseño de doble lente muy similar a unas gafas de ver tradicionales. Las Air Glass 2 pesan solo 38 gramos y tienen la posibilidad de graduar los cristales para así adaptarse a todas las necesidades.
Funcionan sincronizadas a un teléfono móvil mediante conectividad Bluetooth y es de este último dispositivo de donde beben la inmesa mayoría de sus funciones. Por el momento, es tan solo un prototipo muy limitado y desde la compañía han indicado que están trabajando con desarrolladores para incorporar más funciones.
Actualmente las aplicaciones más interesantes planteadas por Oppo se encuentra la de traductor simultáneo. En este escenario, los micrófonos captarán la voz del interlocutor y la transformarán en tiempo real en texto para que el usuario de las gafas pueda leerlo.
También dispondrá de una función de navegación que irá sincronizada con el teléfono móvil y donde se proyectará en las gafas las indicaciones para llegar al destino. Una especie de HUD como el que se puede encontrar en los coches más modernos.
Como en la anterior categoría, TCL también ha llevado al Mobile World Congress sus gafas de realidad asistida bajo el nombre de RayNeo X2. También se encuadran dentro de la realidad adaptativa y, como novedad, incorporan una cámara frontal situada en el puente de las gafas de 16 megapíxeles.
En las especificaciones aportadas por la compañía también se puede ver que cuentan con 6 GB de memoria RAM, 128 GB de almacenamiento y una carta muy completa de sensores como acelerómetro o brújula. En cuanto al concepto de aplicaciones, TCL muestra un camino muy similar al de Oppo en esta categoría. Casi como un complemento más de la vida diaria y en el que están trabajando para afinar todavía más el diseño y el software.
Tal es el furor que están causando estos equipos que por los interminables pasillos de la Fira de Barcelona era posible encontrarse con viandantes que llevaban curiosos artilugios como este que se puede ver en la fotografía. Un producto a mitad de camino entre un casco, unas gafas o un retrovisor para la cabeza.
Son obra de la empresa estadounidense Realwear, menos conocida que las grandes marcas antes mencionadas, pero una muestra más del interés que está despertando este mercado incipiente. Explica su portador, Derrick Sawyer, director de la empresa en Reino Unido que se puede usar con seguridad mientras se camina o conduce. La empresa lo describe como un portátil con manos libres para la cabeza.
A través del visor que se ajusta en el lateral del ojo es posible consultar correos o terminar algo del trabajo con indicaciones por voz, incluso utilizar la cámara en la cabeza para hacer fotos o ver con infrarrojos lo que se tiene delante. La pantalla se ve con claridad y el sistema reconoce bien la voz del usuario entre el bullicio de la feria, pero es un modelo poco práctico frente a lo que plantea el resto de empresas.
Gafas para otro mundo
Otra de las grandes protagonistas de esta edición del MWC 2023 ha sido Xiaomi, quien tampoco ha desaprovechado la oportunidad de mostrar sus gafas de realidad mixta, aunque no ha sido posible probarlas de primera mano. Son algo más aparatosas para cargar con cámaras y lentes, estas gafas inteligentes son inalámbricas y cuentan con cristales que cambian de transparente a opacos para saltar entre las funciones de realidad aumentada y zambullirse en el mundo virtual.
Xiaomi ha recurrido al mismo procesador de las Meta Quest Pro, el Qualcomm Snapdragon XR2 Gen 1, para funcionar de forma independiente. Se rumorea que las gafas de Apple montarán un chip M2 con este mismo objetivo. Además, las gafas de Xiaomi prometen una latencia de 50 ms, 1.200 nits de brillo y una resolución cercana a los 60 píxeles en los que el ser humano ya no puede distinguir el grano de la imagen.
Además de consumir contenido en ellas, es posible interactuar con las manos gracias a las cámaras que equipan, así se pueden mover y ampliar los elementos virtuales que se presentan ante el usuario, incluso, hacer scroll para disfrutar de videojuegos u organizar presentaciones de trabajo.
El camino marcado
Toda esta vorágine de gafas con diferentes tecnologías llega varios años después del lanzamiento de otras propuestas como son las Hololens de Microsoft o las malogradas Google Glass. Las primeras sí que tuvieron un cierto éxito al principio del lanzamiento e incluso los de Redmond desarrollaron y lanzaron un segundo modelo algo más refinado, pero partían de un concepto diferente de dispositivo para usar en casa o, al menos, bajo techo.
Más tarde han ido desarrollando algunas versiones e incluso tienen aplicaciones dentro de la industria militar para equipar a los soldados con HoloLens en el campo de batalla. Pero nada que ver con ser un dispositivo de masas que parece que es lo que se busca con este desembarco de gafas en el Mobile World Congress de 2023.
Por su parte, Meta tiene las Quest 2 como puerta de entrada a un metaverso que tampoco parece terminar de cuajar. Lo que parecía una auténtica revolución se quedó relegado a una posición muy secundaria con prácticamente nula presencia en la edición de este año.