La inteligencia artificial (IA) está viviendo una etapa frenética, todo se actualiza a una velocidad de infarto y se anuncian nuevos proyectos y aplicaciones casi cada día. Los últimos pasos de Microsoft, OpenAI y Google han puesto patas arriba los métodos educativos y, de paso, lanzando un poderoso órdago al mercado laboral actual con una serie de trabajos llamados a desaparecer en España. Aunque puede resultar abrumador en un principio hasta dónde puede llegar en teoría esta tecnología, la ambición de la IA es ayudarnos hasta en las tareas más lúdicas.
Bing de Microsoft y Bard de Google (este último aún restringido a unos pocos usuarios) son la nueva generación de buscadores, capaces de resumir grandes informes en pocos párrafos, hacer exámenes mejor que los humanos, incluso crear imágenes de cero. Capacidades casi infinitas pero que hay que saber aprovechar para conocer dónde están sus límites y hasta dónde nos podemos fiar de ellas.
Si uno de los sectores que más cambió con la llegada de internet fue el negocio de los agentes de viajes, tratamos de hacer el ejercicio de comprobar de primera mano si con esta nueva tecnología los agentes de viaje verán simplificada aún más la tarea, la complica o la resuelve por completo. Por ello, le hemos pedido al chatbot de Microsoft con ChatGPT que nos organizase un viaje aprovechando los festivos de Semana Santa.
Elegir destino
Queremos viajar. Así que nos ponemos delante del Bing, el navegador de Microsoft, para que nos dijese un sitio a dónde ir. Lo primero que nos encontramos es que su navegador da la opción de elegir si se quiere que Bing sea más preciso y conciso o se prefiere una conversación creativa donde las sorpresas abunden en las respuestas. Esto llega después de que la compañía haya tenido que poner límites tras algunas contestaciones. Nos quedamos con el término intermedio, "más equilibrado", pues queremos irnos de viaje y necesitamos que los datos sean certeros. Spoiler: nos vamos a llevar más de una sorpresa.
Nada más preguntarle por unas hipotéticas vacaciones en estas fechas, la IA me propone viajes paradisíacos en el Caribe con enlaces a webs como Viajes El Corte Inglés. El plan apetece solo con ver las imágenes, por supuesto, pero para saber si la información que nos da es realmente de ayuda voy a ponerla a prueba con algo más conocido y local. ¿Qué tal un recorrido entre algunas procesiones españolas?
Haciendo un pequeño inciso, es probable que en los próximos meses sea posible darle una fotografía a Bing para que ayude a organizar un viaje en ese lugar que ha llamado tu atención. ChatGPT4, el modelo de lenguaje natural de Open AI que ejecuta Bing, ha evolucionado a un modelo "multimodal", lo que significa que admitirá imágenes como entrada. Será posible subir fotos y pedir explicaciones a partir de ellas y más adelante, puede que también en Bing.
Habrá que conformarse, de momento, con pedir información mediante texto, por lo que le preguntamos a Bing tanto por las procesiones más bonitas, como aquellas poco conocidas de España. Nos contesta con una lista de procesiones acompañadas de una pequeña descripción con la fecha y enlaces a las webs en las que se ven listas similares. Nos recomienda el Jesús Yacente de Zamora, La Madrugá de Sevilla o el Cristo de la Buena Muerte en Málaga, entre otras.
Para la mayoría de españoles, algunas de las mencionadas no necesitan descripción, pero si no se conocen la información no deberían llevar a un callejón sin salida. Y aquí es donde nos encontramos con el principal inconveniente de esta nueva forma de buscar por internet.
La IA se equivoca
Ante las preguntas sobre procesiones, quisimos indagar más. Conocer algunos de los cortejos procesionales menos conocidos, tratar de descubrir alguna joya oculta en la ciudad de destino. Sin embargo, la respuesta de ChatGPT fue completamente inventada.
Bing optó por recomendarnos la procesión de los "farolicos en Málaga", tan desconocida que le sonará a chino al capillita más cofrade malacitano: no existe en toda la provincia y en la web que aporta como fuente no aparece. Buscando por nuestra cuenta tampoco es fácil encontrar a qué paso se refiere por lo que vuelvo a preguntarle por ella. Ni corta ni perezosa, la IA se inventa toda una historia alrededor de esta supuesta procesión malagueña.
Tras las últimas correcciones la IA es más sumisa y admite el error en cuanto se le indica, afirma que ha confundido con la Virgen de los Dolores y el Cristo de la Buena Muerte, los titulares de la Congregación de Mena, una de las más conocidas de la capital de la Costa del Sol. Sin embargo, es curioso que no mencione que en Yecla, localidad de Murcia, sí existe la procesión de los Farolicos.
Hace un mes cuando a Bing se le indicaba que se había equivocado, el chatbot se ponía chulo e insitía en su error, lo que hacía las delicias de los jugaban a explorar sus límites. Ahora la respuesta es más dócil y va reconociendo sus errores.
Esta respuesta vuelve a recordar, una vez más, que esta tecnología no cuenta con compresión lectora como la que desarrollan los humanos a lo largo de su vida. Los chatbots no entienden lo que están diciendo, sino que estos algoritmos están entrenados para reconocer patrones en los textos que reciben como ejemplos.
Pueden construir textos replicando las expresiones, términos y el estilo más probable en cada momento, además de extraer datos de la red. Por eso en muchas ocasiones se les pilla inventando datos y contestaciones sin comprobar claramente lo que están diciendo. Estos errores son similares a los que pueden encontrarse en los primeros resultados de una búsqueda orgánica actual sin revisar otras fuentes, sin embargo, la respuesta categórica y la fiabilidad que le estamos dando hacen que pensemos que el chatbot siempre tiene razón, y por más que insista la máquina, no es así.
Hoteles y transporte
Al final, ante los errores en qué hacer en Málaga, decidimos optar por un viaje exprés donde parece que no se equivoca. Planeamos una ruta por la Semana Santa castellanoleonesa con una escapada entre Zamora y Valladolid para ver dos de sus procesiones, que parece que Bing las tiene algo más claras.
Toca adentrarse en la parte más complicada, encontrar opciones de transporte y alojamiento. Bing nos detalla algunos de los horarios de transporte al azar y nos conecta con diferentes webs para elegir los trenes entre Zamora y Valladolid, donde comprobamos que algunos de los datos no son muy precisos, como el tiempo del trayecto.
A la hora de buscar hoteles, sucede lo mismo, Bing puede mostrar las principales opciones de la zona, incluso parece ser capaz de elaborar la lista según los que tienen habitaciones disponibles para esas fechas. Por desgracia se muestra incapaz de dar los precios de las habitaciones para esos días o algunas ofertas especiales. Aún así, entre las preguntas generadas automáticamente el chatbot sugiere que le preguntes por ofertas especiales.
Booking es una de las webs a las que más recurre como fuente en este caso. Pero primero nos lleva a su sección de viajes Microsoft Bing Travel. Para el usuario casi da lo mismo, pues debe entrar en esta u otras páginas para encontrar lo que necesita y hacer las reservas pertinentes, un proceso casi idéntico que el que ya se tenía con las búsquedas tradicionales.
Una de las últimas novedades que han aparecido en Bing son los anuncios, formas de monetización que serán la base de este nuevo servicio para mantener su alto coste con gestión y desarrollo. Al mismo tiempo, le sigue interesando que el usuario entre en las webs para terminar de informarse y gestionar el viaje no dando toda la información en la conversación.
Conclusión: no te puedes fiar
Llegamos al límite de la conversación, Microsoft ha establecido un máximo de interacciones que se pueden tener con el chatbot para evitar los atascos o pérdida de calidad que se venían hace un mes cuando la conversación era muy larga. Ahora llega a 20 interacciones, tras las cuales hay que volver a empezar.
En ese momento, ya sabiendo destino y algunos detalles, un atajo es pedirle una guía de viaje: "Hazme un plan de viaje de 3 días entre Zamora y Valladolid para ver las procesiones en esas ciudades". Bing responde con una parrafada donde describe ligeramente el plan de cada día sin entrar en tanto detalle e indicaciones como haría un buen agente de viajes, sin posibles hoteles u horarios de transporte a menos que se le pida expresamente.
Bing ya está disponible para todo el mundo que quiera probarlo. Con pocos meses de vida, este chatbot siempre está en constante evolución y aprendizaje. Como ya ocurrió con los primeros años de los buscadores, tanto el usuario como el navegador deberán aprender a comunicarse entre ellos. Al mismo tiempo que las personas aprendan a sacarle todo el partido a esta nueva tecnología en su día a día, el chatbot aprenderá a dar mejores respuestas.
Para organizar viajes evita tener que estar leyendo cientos de guías de viaje antes de decidir qué hacer, pero el principal esfuerzo sigue siendo tuyo y es imprescindible comprobar cada dato que da si no quieres visitar algo que no existe. Su aportación es leve por el momento, un simple esquema de la información en la que después debes profundizar. El trabajo de los agentes de viaje, por ahora, no peligra.