La arquitectura actual aspira en gran medida a alcanzar altas cotas de eficiencia y sostenibilidad tanto en el proceso de construcción como en el posterior uso de cada edificio. Son muchos los nuevos procesos y materiales, algunos presentes en España, que persiguen aislar las viviendas de las extremas temperaturas que está provocando el cambio climático y así rebajar la factura de la luz de sus habitantes. Esta empresa argentina propone para ello utilizar esferas con materiales reciclados entre el hormigón del edificio.
Desde hace décadas se persigue contaminar menos a la hora de levantar nuevas edificaciones, al mismo tiempo que se crean edificios más sostenibles y autosuficientes que requieran menos mantenimiento y consumo de electricidad. Para ello se reciclan materiales plásticos para hacer los ladrillos o se innova en las ventanas para proteger el interior del exterior y ahorrar en calefacción.
Una empresa argentina lleva más de un millón de metros cuadrados construidos con su sistema de esferas plásticas aislantes y resistentes que además, le permite acelerar el proceso de construcción y abaratarlo. Prenova defiende que su invento abarata hasta un 20% los costes de construcción, evitando el gasto excesivo en materiales contaminantes como el hormigón que solo debe recubrir la estructura de esferas infladas.
Ahorro y aislamiento
Ricardo Levinton, arquitecto argentino, se inspiró en las estructuras encontradas en la naturaleza como el interior de los huesos para desarrollar este sistema que surgió en 1997. La porosidad del interior de un fémur se puede extrapolar al esqueleto de una casa para otorgarles diferentes cualidades que el hormigón tradicional no consigue.
Los edificios firmados por Prenova pesan hasta un 40% menos que los tradicionales, consecuencia directa de haberse ahorrado hasta un 20% del acero y el doble de hormigón requerido para su construcción. La empresa consigue esta ligereza y ahorro al deshacerse de las vigas, al mismo tiempo que las luces entre apoyos son mayores.
De igual manera, se suprimen la yesería, los contrapesos, los encofrados de vigas y el doblado de armaduras. Todo el proceso reduce a la mitad los plazos de ejecución, permitiendo abaratar cada proyecto hasta en un 20%, según cálculos de la compañía. Prenova afirma que su método permite reducir hasta un 30% el consumo de hormigón y un 20% de acero en la construcción del edificio.
Las ventajas no solo radican en la fase de edificación, Prenova también promete mejoras en el posterior uso de los edificios. Entre sus bondades estaría el aislamiento térmico y acústico, aunque presenta otras ventajas en el proceso de construcción y el mantenimiento del edificio.
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El vacio o aire como aislante térmico se utiliza con frecuencia en la construcción, con materiales porosos o cámaras de aire. La constructora no da indicaciones detalladas sobre la capacidad de aislamiento de cada uno de los edificios que ha puesto en pie. Al incluir aire en cápsulas dentro de nuestra losa de hormigón, logramos una mayor eficiencia energética, ya que el plástico tiene una baja conductividad térmica.
Otra de las ventajas que presentan estas losas es la plasticidad de la estructura para poder absorber cargas estáticas y dinámicas, lo que significa que sería más resistente a la fuerza del viento o a temblores terrestres.
Esferas y discos
Este método patentado de construcción emplea losas de hormigón armado sin vigas. Su secreto son dos tipos de bolas de plástico que pueden tener formas diferentes, como esferas de entre 28 y 42 cm o con forma de discos de 15 a 28 cm, aunque están trabajando con un nuevo disco más delgado. Estos balones dotan de firmeza, pero también de flexibilidad la estructura y permite ahorrar en otros materiales más contaminantes, según la descripción de su inventor.
Se colocan de forma reticulada entre dos mallas de acero. El espacio libre que queda entre ellas se rellena con hormigón dejando las esferas o los discos atrapados en la mezcla. Al endurecerse se crea una losa con cavidades en dos direcciones. "Del elemento de hormigón se distinguen tres partes, una losa continua superior, una losa continua inferior y almas en dos direcciones perpendiculares que unen la losa superior con la interior" explican en su web.
Las esferas y los discos se fabrican a partir de materiales reciclados. El proceso es por plástico inflado y aunque es una capa fina, el fabricante asegura que es resistente. El balón o disco cuenta con varios salientes que permiten fijarlo con la maya hasta que el hormigón las inmovilice.
Cada 10.000 metros cuadrados se ahorran 1.000 metros cúbicos de hormigón y 700 metros cúbicos de contrapisos, Prenova calcula que esto equivale a evitar la emisión de 400 toneladas de dióxido de carbono.
Prenova ha colocado su sistema de balones en las losas hasta en una terminal del Aeropuerto de Ezeiza, donde ha creado 18.160 m2; de losas de este tipo. han puesto en pie desde viviendas unifamiliares, hasta grandes comunidades de vecinos y hasta edificios públicos como la cárcel Magdalena en Buenos Aires.