El cáncer de mama es el segundo tumor más diagnosticado en España, sólo después del cáncer de colón. Sin embargo, el acceso a las mamografías no es igual para todas las mujeres, una desigualdad que influye en la tasa de mortalidad. Como solución, un equipo de investigadores ha creado este guante inteligente que facilita enviar al médico los datos cuando la mujer se autoexplora en su casa en busca de bultos y otros síntomas menos conocidos.
"La inspiración para este proyecto vino de mi abuela a quien le diagnosticaron cáncer de mama este verano", explica Siyuan Feng, miembro del equipo de la Universidad City de Birmingham que firman este invento. Feng y Wang Yingze han presentado su diseño a The James Dyson Award —galardón de la popular firma de aspiradoras— de donde surgen cada año cientos de proyectos innovadores entre los que también hay ideas españolas.
El objetivo de este trabajo era crear un producto portátil, preciso, pero sobre todo barato para que llegue a todas aquellas mujeres con bajos ingresos o en zonas rurales que no siempre tienen acceso a la sanidad. Se trata de un guante con el que la paciente puede explorar su pecho en la comodidad de su casa y mandar los datos e imágenes internas al médico.
El calor como alerta
El aumento de temperatura es la clave de esta prueba portátil que puede acercar la medicina a muchas mujeres que de otra forma tendrían que realizar grandes traslados o pagar costosas pruebas médicas. A diferencia de los rayos x utilizados en las mamografías actuales, este guante utiliza sensores de presión y temperatura. Es decir, se basa en la termografía, una nueva técnica que está estudiando el Hospital General Universitario de Elche, entre otros centros, pero que aún no es tan precisa como los rayos X.
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Después de la angiogénesis o formación de vasos sanguíneos nuevos, el flujo local de la sangre aumenta, así como la temperatura y la cantidad de hemoglobina en el sitio del tumor. Esto significa que a medida que crece el tejido canceroso, hay un aumento medible de temperatura en la superficie del seno afectada.
Como muestra de este síntoma, una mujer descubrió en 2019 que sufría cáncer de mama al ver ese aumento de temperatura reflejado en la cámara térmica de una atracción turística, como explicó The Times en su momento. De esta forma, se quiere simplificar las pruebas iniciales que toda mujer debe hacerse regularmente para detectar el cáncer y otras afecciones mamarias de forma temprana.
Así funciona
Thermal, como han bautizado las investigadoras a este dispositivo, se compone de una serie de sensores que miden la temperatura del cuerpo, la saturación de oxígeno en sangre y la presión sanguínea. Aparte el dispositivo se carga con una batería, un transmisor inalámbrico para enviar los datos al sistema y un microprocesador Arduino que ejerce de cerebro de todo el equipo.
El guante comienza a analizar la presión que la mano ejerce en la mama y cuando es la adecuada, procede a generar imágenes de la temperatura corporal de la zona que se examina. El guante cuenta con una pequeña pantalla LED en el dorso de la mano en el que la paciente puede ver la imagen que está generando los sensores de presión y temperatura.
Bajo la pantalla se encuentra el sistema con la batería y el microprocesador, todo conectado por pequeños cables a los sensores que se ajustan a las yemas de los dedos con velcros. El dispositivo central, por el contrario, está sujeto a la mano por una banda de silicona.
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La usuaria puede usar hasta tres gestos diferentes al examinarse cada uno de los pechos sobre los que tiene que ejercer movimientos determinados. Para empezar puede aplicar un suave pellizco con el dedo índice y pulgar, otro gesto es el barrido alrededor del pezón con los dedos índice, medio y anular; por último, "iluminar la parte trasera de la Thermal con el espejo que tiene delante", explica el informe presentado a The James Dyson Award.
Autoexploración, clave
Con o sin el guante, se recomienda a las mujeres realizar exámenes periódicos de sus pechos con las manos. En ellos se debe empezar por observar cada mama frente al espejo moviendo los brazos y colocando el cuerpo de frente y de lado. Después se palpa con los dedos de la mano realizando diferentes patrones circulares, verticales y horizontales.
"Los espejos son una gran ayuda para el autoexamen de mamas antes o después de haberse duchado. Las mujeres suelen realizarse el autoexamen de mamas en un espacio donde se sienten cómodas y seguras", dice el equipo de investigación que quiere aportar su invento a ese momento personal de cada mujer.
Aspiran a que los hospitales y sistemas sanitarios de los países distribuyan este producto entre las mujeres de poblaciones rurales o en zonas con menos acceso a la sanidad. De esta forma, las pacientes pueden realizar la exploración en sus casas y mandar los resultados al médico quien puede llamarlas en caso de encontrar alguna anomalía que requiera más pruebas y así evitar desplazamientos innecesarios, pero aumentar la detección temprana de tumores.