Es posible que, si has realizado un viaje desde España en los últimos meses, hayas pensado que el espacio en este transporte se ha ido reduciendo con el tiempo restando comodidad al viaje. Sin embargo, las aerolíneas proponen un futuro con travesías aéreas totalmente opuestas, con espacios modulables, tecnologías y atmósferas pensadas para que el pasajero no desee abandonar el avión. Airbus abre una ventana al futuro de la aviación de lujo donde la experiencia de viajar por el aire, sobre todo para los que se pueden permitir ir en primera clase, será una experiencia digna del cine de ciencia ficción.
La aerolínea Airbus transporta a los pasajeros hasta 2035 en su exposición de diseño e innovación. Ese año, la empresa se imagina un mundo con aviones interactivos en el que el vuelo y el interior de la cabina se funden en uno. Se trata de un proyecto conjunto entre aerolíneas y empresas tecnológicas que creará la llamada Airspace, una cabina a la vanguardia en diseño y tecnología que se podrá descubrir en los aviones a partir de 2035.
Los viajeros caminan por un aeropuerto de diseño con máquinas imprimiendo en 3D y en el que las personas portan móviles formados por una sola pantalla, sin carcasa ni cámaras. Este es el futuro que se imagina Airbus, pero que depende más de la pericia de los fabricantes de smartphones. Con esas pantallas, el viajante interactúa por el avión, recibiendo información sobre el vuelo en todo momento, incluso sobre la composición de los materiales de los asientos.
Por un lado, se encontrarán en una estancia con servicios personalizados, dispositivos inteligentes y una "atmósfera mejorada" que parte de la colocación de un techo transparente con el que poder ver el cielo mientras se vuela. Imagine viajar de noche y sumergirse en la inmensidad de las estrellas. Esta cabina de cristal lleva en la mente de la aerolínea desde 2019 y se ha mencionado en diferentes conceptos futuristas, pero sin dar indicaciones de cómo sería posible.
Las ventanas que dan a los usuarios una vista más amplia del exterior se convierten en una pantalla interactiva desde la que acceder a un mundo de información, ambientes y contenidos. En vez de subir o bajar el panel que sirve de persiana en las actuales ventanillas, la pantalla lateral desplegará en cada fila de asientos la escena deseada por los pasajeros, con o sin luz, por si quieren leer o descansar. En el frontal del avión, un inmenso ventanal también permite ver el viaje como si la cubierta de un crucero fuera por el cielo.
Este concepto presentado se basa en tres pilares: transparencia, descarbonización y circularidad. Además de comodidad, la compañía quiere que el pasajero sienta que su viaje en avión no supone un alto coste para el medioambiente, una de las principales críticas que recibe este sector.
Tras cada asiento, los cuales presentan un soporte para la espalda semitransparente, hay otra pantalla con la que interactuar. Allí los pasajeros pueden conocer el impacto ambiental de cada vuelo y cómo la empresa compensa las emisiones de carbono que sigue generando.
[El revolucionario invento que silencia a los aviones sin que los motores pierdan potencia]
Para Airbus, la mejor forma de reducir ese nivel de contaminación es reduciendo el peso del avión en un 40%. Por ejemplo, haciendo que los pasajeros pidan la comida en sus vuelos de larga distancia antes de subir y así no tener que llevar sobrepeso en la cabina, con lo que se conseguiría reducir el 15% del peso.
El diseño de los asientos es otra de las claves de este propuesta, con materiales que se puedan reparar, reciclar y reutilizar. La compañía se dispone a iniciar alguno de estos cambios de inmediato en su forma de operar, pero deja el resto para la próxima generación de aviones.