El concierto de Coldplay en Barcelona a finales de mayo o la gira de Taylor Swift, Eras Tour, que está desatando la locura entre sus fans, están dejando grandes imágenes que corren como la pólvora por las redes sociales. Parte de la culpa la tienen los efectos de luz que se pueden ver en los conciertos y que se realizan gracias a una interesante aplicación de la tecnología que tienes en tu propia casa.
Quien haya ido a un concierto multitudinario últimamente, es muy posible que se haya encontrado con el curioso regalo a la entrada del evento de una pulsera LED, un juguete que sustituye a los clásicos mecheros y ahora a los móviles para iluminar el ambiente y representar a la inmensa multitud que se agolpa en el recinto. No obstante, estos accesorios esconden más tecnología de la que dejan ver a simple vista.
Un corazón gigante y bien definido o una serpiente que repta por el estadio son algunas de las figuras que se pueden ver mientras Taylor Swift canta en el escenario. Las culpables son las pulseras que llevan todos los asistentes, las cuales son rastreadas con infrarrojos para activar solo las que en ese momento sean necesarias para dar forma a la figura.
PixMob es una de las empresas que trabajan con estos efectos tan llamativos y ha decorado las giras de estos artistas. En su web menciona la actual gira de Coldplay y la anterior de Taylor Swift, Reputation. Además, su trabajo se ha podido disfrutar también en espectáculos como Eurovisión y la Super Bowl de Estados Unidos.
Normalmente, estas pulseras se programan de forma individual antes del evento para que cada una cuente con un código personal y poder activarla en un momento específico. Pero en este caso, sería necesario saber dónde va a estar colocada cada pulsera y que su propietario no se mueve. Estos inconvenientes se evitan con la tecnología de PixMob.
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De crear esa magia más sencilla se ocupan las moving head, como las denominan la propia empresa. Estos sensores distribuidos por el estadio, son como cámaras que observan toda la escena localizando cada una de las pulseras y mandándoles órdenes a través de láseres de red infrarroja invisibles.
Imagina los clásicos focos gigantes de luz que iluminaban diferentes secciones de las gradas en los conciertos. En vez de lanzar potentes focos de luz de colores, las moving heads lanzan infrarrojos con la forma que quieren recrear hasta las pulseras de luz.
Así se activan solo las pulseras que se encuentran dentro de la figura en movimiento que se quiere crear. Esta tecnología es similar a los controles remotos de la televisión DMX, pero también a la tecnología que usan algunos satélites de defensa para localizar misiles, los cuales emiten en esa radiación, tal y como explica, Cleo Abram.
Desde la mesa de control, se mandan los comandos MX a las moving heads que los transforman en redes infrarrojas para controlar la iluminación de las pulseras, explica uno de los responsables de PixMob. Los asistentes no tienen que hacer nada, solo levantar el brazo y disfrutar de la música y el espectáculo.