Hay que sumar una nueva línea al extenso currículum de la inteligencia artificial. Además de aprobar exámenes complejos como ChatGPT o recrear obras de arte de artistas famosos como Midjourney, esta tecnología también ayuda a los investigadores a analizar imágenes satelitales o aéreas con distintos objetivos, a veces en misiones militares y otras con la intención de comprender misterios tan conocidos como las líneas de Nazca. Una nueva investigación revela figuras hasta ahora desconocidas en el desierto de Perú, encontradas por la inteligencia artificial.
El significado que esconden las líneas de Nazca llevan décadas siendo una incógnita intrigante para la comunidad científica. Estas inmensas figuras geométricas de animales marcadas en la superficie del desierto en la región de Ica, al sur de Lima, fueron realizados por la cultura nazca (siglos I-VII), pero a día de hoy, su función sigue sin estar clara. Salvo para un equipo de investigadores japoneses que, mediante el uso de la tecnología, lleva años estudiándolas y afirma que podrían haber servido para marcar caminos y senderos.
El equipo de la Universidad de Yamagata, al oeste de Japón, utiliza imágenes aéreas y drones para observar las figuras. Con esas imágenes, la inteligencia artificial de IBM estudia su ubicación y facilita encontrar nuevas figuras y su posible significado. Así, los investigadores liderados por Masato Sakai acaban de anunciar que esta tecnología de aprendizaje profundo ha sido capaz de identificar cuatro nuevos geoglifos: un humanoide, un par de piernas, un pez y un ave. El par de piernas mide 78 metros de longitud, mientras que el pez es de 19 metros y el pájaro de 17 metros.
En el comunicado, explica la Universidad de Yamagata que el aprendizaje profundo demuestra un alto rendimiento en tareas como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del habla y el procesamiento del lenguaje natural. En el reconocimiento de imágenes, el sistema aprende de forma similar a la detección humana que distingue un perro de un gato, pero a través de redes neuronales inspiradas en el cerebro humano que se entrenan con grandes conjuntos de datos.
La tecnología entrenada por este equipo es capaz de identificar 21 veces más rápido estas figuras que un ser humano a simple vista, indica el informe publicado en la revista Science Direct. Explican los investigadores que el modelo de machine learning analiza a gran velocidad el conjunto de datos visuales al mismo tiempo que aprende a reconocer las características asociadas a las obras de arte grabadas o geoglifos.
Para conseguir este resultado, los investigadores describen cómo han entrenado la tecnología de IBM en Japón. Ha sido un proceso laborioso pues los patrones de los geoglifos de Nazca que se conocen son únicos y complejos, no repetitivos. "Es difícil encontrar nuevos geoglifos utilizando modelos de detección de objetos de aprendizaje profundo entrenados solo en geoglifos conocidos", por ello dividieron los geoglifos conocidos en elementos pictóricos simples. También se recortaron las imágenes que pueden llegar a tener 300 metros de longitud.
Las imágenes aéreas se redimensionaron, "este enfoque nos permitió intentar la detección de geoglifos de diferentes tamaños". Con la redimensión de las escalas y la división de las imágenes se solucionó otro problema, la escasez de datos, pues solo contaban con 21 figuras con las que entrenar a la inteligencia artificial. Este trabajo les facilitó 307 datos de entrenamiento.
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Así, los investigadores comprobaron que el método había servido al ver que el sistema reconocía figuras ya conocidas, pero con las que no había sido entrenado. Posteriormente reveló las cuatro figuras nuevas. Tras el hallazgo y siguiendo con su investigación, el grupo de investigación afirma en el comunicado estar en conversaciones con el Ministerio de Cultura de Perú para implementar medidas que protejan los geoglifos descubiertos a través de la IA.