Un sumergible que transportaba a cinco personas en una visita por los restos hundidos del Titanic desapareció el domingo en las profundidades del océano Atlántico. Una hora y 45 minutos después de iniciar el viaje se ha perdido la comunicación, en parte operada a través de Starlink. La operación de rescate se ha puesto en marcha con el tiempo corriendo ante la posibilidad de que los pasajeros se queden sin aire. Se calcula que cuentan con unas 70 horas de aire dentro de Titan, el sumergible de pequeñas dimensiones.
Entre los pasajeros se encuentra el empresario británico Hamish Harding, de acuerdo con una publicación en las redes sociales: "Estoy orgulloso de anunciar finalmente que me uní a OceanGate Expeditions para su Misión RMS TITANIC como especialista de la misión en el submarino que desciende al Titanic", escribió Harding este sábado en Facebook.
Los viajeros llegan a pagar aproximadamente 250.000 dólares por la experiencia que dura una semana contando con la preparación previa al trayecto. Aunque el sumergible está diseñado para hacer el viaje de varios días, sus instalaciones no están pensadas para pasar mucho tiempo en su interior y la nave perdió contacto con el exterior una hora y 45 minutos después de haber sido lanzada.
Así es Titan
La nave que se pretende rescatar es propiedad de la empresa OceanGate y es una pequeña embarcación sumergible diseñada para transportar a una pequeña triuplación por el fondo marino, en concreto, un piloto y cuatro pasajeros. Fabricado con fibra de carbono y titanio, como indica la web de la empresa, este submarino mide 6,7 metros de largo y puede descender hasta profundidades de 4 kilómetros, suficiente para ver de cerca el transatlántico más famoso del mundo, cuyo casco descansa en el lecho marino a 3,8 kilómetros de profundidad.
Con estas dimensiones es fácil comprender que el Titan está diseñado para viajes cortos y no estancias largas. No cuenta con muchas instalaciones, ya que su espacio es reducido y se sella con una cápsula cilíndrica. Los viajeros apenas pueden ponerse de pie y ven el Titanic a través de una ventana frontal de cristal de 21 pulgadas de diámetro. Además, contarían con un pequeño baño a bordo.
Titán puede viajar a una velocidad de tres nudos y descender a 55 metros por minuto gracias al impulso de sus cuatro propulsores eléctricos. David Pogue, un periodista de CBS que viajó en el Titán para ver el Titanic en 2022, se sorprendió al descubrir que la nave estaba controlada con un mando de videojuegos. Por las imágenes compartidas en el reportaje de la CBS sería el F710 de Logitech, un mando que se encuentra por 40 euros en Amazon.
"Titán es el único sumergible tripulado que emplea un sistema integrado de monitoreo de salud en tiempo real", afirma la empresa. La presión se mantiene constante y vigilada por un sistema de monitorización que avisa al piloto para detener el descenso y volver a la superficie en caso de problemas de presión. Utiliza sensores acústicos y medidores de tensión en todo el límite de presión. Así, el sistema RTM hace posible analizar los efectos del cambio de presión en la embarcación a medida que el submarino se sumerge más profundo y evaluar con precisión la integridad de la estructura.
Viaje al Titanic
Lo que de momento se desconoce es el origen del problema. La Guardia Costera de EEUU indica que una hora y 45 minutos después de la inmersión del submarino este domingo, el buque de mando del sumergible, el Polar Prince, perdió el contacto con la embarcación a 1.450 kilómetros al este de Cape Cod, Massachusetts. La empresa informó días antes del incidente que la conexión a internet necesaria para la operació se realiza a través de la red satelital Starlink de Elon Musk.
Aparte de posibles víveres y demás necesidades, lo que más preocupa ahora mismo a los responsables del rescate son las reservas de aire, el cual se recicla dentro de forma similar al sistema de una nave espacial. La compañía asegura que los ocupantes tienen 96 horas de aire disponible desde el inicio del viaje. Durante la conferencia de prensa en Boston, el Contralmirante John Mauger de la Guardia Costera de EEUU estimó que ese tiempo se había reducido a 70 horas.
La expedición consiste en viajar a la ciudad de St. John, donde los pasajeros se alojan en un hotel y conocen a los especialistas de la misión. Los restos del Titanic están a unas 643 km de la costa, por lo que viajan de noche para llegar al día siguiente al punto del naufragio, cuenta un antiguo pasajero en SaltWire. Los viajeros reciben formación a bordo para poder ayudar durante la misión.
Entre preparativos y viaje de ida y vuelta, la experiencia dura más de una semana, aunque la inmersión es de seis u ocho horas para alcanzar el Titanic. Después, se exploran los alrededores y se regresa a la superficie.
El inicio del viaje comienza con la inmersión de la nave, que se asienta sobre una plataforma hasta que alcanza unos 9 metros por debajo de la superficie del agua, donde inicia el descenso sin las turbulencias provocadas por las olas y las corrientes marinas. A la vuelta, atraca en la plataforma y los tanques de lastre se llenan de aire, devolviendo a la nave y a sus pasajeros a la superficie.