En el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania, existen muchos aspectos a tener en cuenta de vital importancia de los que se ha hablado en España. Uno de los más relevantes es el proyecto de RuNet, el llamado 'Internet ruso' que pretende desconectar al país del Internet global y aislar a nivel digital a Rusia para tener una red propia de contenidos controlados. Este plan, que lleva fraguándose unos años, ha dado un nuevo paso con Rusia probando brevemente a desconectarse de la red global.
Según apuntan medios como el medio local ruso RBC y el Malaysia Sun, las autoridades rusas han probado en la madrugada a desconectar al país de la red internacional de Internet. Tal y como aseguran fuentes dentro de la industria de telecomunicaciones rusa, la medida fue promovida por ley, y sirvió para comprobar si las redes domésticas del país eran capaces de funcionar de forma independiente.
La desconexión tuvo lugar la pasada madrugada del miércoles al jueves, y tuvo una duración de al menos un par de horas, desde las 02:00 hasta las 04:00 de la mañana, hora de Moscú. Un portavoz del Kremlin, responsable de dar el anuncio de la desconexión, explicó que la desconexión buscaba comprobar si el Internet de Rusia era capaz de seguir funcionando si sufría un apagón "desde el exterior".
Una desconexión rusa
RBK detalla que en estos ejercicios, las autoridades de Rusia pudieron comprobar "si RuNet [continuaba funcionando] después del apagado". La desconexión, como era de esperar, provocó que muchos usuarios del país no pudieran establecer conexión con el Internet global y con servidores internacionales, impidiéndoles el acceso a plataformas como Google.
Un ejecutivo dijo al medio que durante este ejercicio, "pudieron verificar si RuNet realmente continuaría funcionando después de tal cierre. Los chalecos antibalas se prueban de la misma forma, cuando se colocan en maniquíes y luego se les dispara". Otros magnates, como Alexander Dvryansky, de la compañía de microelectrónica Sitronics Groups, señaló lo necesaria que era la posibilidad de la desconexión por el control de EE.UU de los servidores externos.
No fue la única declaración peculiar que lanzaron nombres importantes del panorama tecnológico ruso. Es el caso de Alexander Lyamin, fundador de la compañía de ciberseguridad Qrator Labs, que comparó estas pruebas con el acto de cortar una mano "y ver cuánto tiempo vivirá sin el resto del cuerpo". O en palabras más comedidas, "hasta qué punto el segmento ruso de Internet puede funcionar de manera estable sin conexión al resto de la red".
RuNet, el Internet ruso
RuNet es un proyecto que lleva fraguándose al menos desde 2014, y no ha sido hasta 2019 que ha cogido forma. El Kremlin ha justificado esta red privada rusa como un 'escudo' para resistir las ofensivas digitales de Occidente, aunque no son pocas las voces, especialmente después de los últimos años, que creen que este RuNet servirá para controlar la información que llega al a ciudadanía rusa.
En 2019, Rusia comenzó a desarrollar la infraestructura para controlar el interior de su red virtual. Esta suerte de parcela virtual privada permitiría a Putin y en general al gobierno de Rusia controlar el contenido de Internet al que tienen acceso los ciudadanos rusos. Una medida que sigue poco a poco los pasos del Gran Cortafuegos de China.
El 1 de noviembre de ese mismo año entraba en vigor la ley del Internet soberano. Esta daba el control al Roskomnazor, la organización encargada de las telecomunicaciones del país, para apagar conexiones de Rusia con la red mundial si así lo considera necesario. Lo mismo ocurre con el contenido considerado por ellos como sospechoso o amenazante; todo ello sin necesidad de autorización judicial y sin necesidad de avisar a proveedores de Internet.
Todo este plan sufrió una radicalización desde el inicio de la invasión a Ucrania, ya que desde el conflicto, el Kremlin ha estado forzando a los servicios digitales presentes en el país a pasar por la lupa de esta ley para operar en Rusia. Esto, junto al apoyo incondicional de la comunidad internacional a Ucrania, ha provocado que todo tipo de servicios dejen atrás el país.
Una de las declaraciones más llamativas en torno a la desconexión que sufrió recientemente Rusia la da Aleksand Khinshtein, presidente del Comité de Políticas de Información y Comunicaciones de la Duma Estatal, al Comité Económico Internacional de San Petesburgo.
Ante las comparaciones de RuNet con el Gran Cortafuegos de China, Khinshtein aseguró que nadie estaba proponiendo tal cosa. "Nadie está proponiendo que nos separemos del mundo entero y usemos puertas de enlaces online como se está haciendo en China". Cree, además, que "no sucederá por varias razones".