La frontera que separa lo digital y lo analógico es cada vez más fina. Los simuladores van ganando terreno en el automovilismo, no sólo en los entrenamientos, sino en competiciones específicas de eSports, como el LeMans Virtual que se celebra cada año y en el que participan pilotos de primer nivel como Fernando Alonso o Max Verstappen. Y es que el nivel de realismo y precisión de los videojuegos de SimRacing está llegando a unos niveles asombrosos.
Sin embargo, hay veces que el camino se invierte y modelos de coche diseñados específicamente para un videojuego acaban convertidos en realidad. Tras la llegada de vehículos como el Team Fordzilla P1, ahora le ha tocado el turno al McLaren Solus GT, un superdeportivo creado inicialmente para el juego Gran Turismo Sport, lanzado en 2017 para PlayStation 4.
Lo que entonces era un coche elegible por los jugadores con el nombre de McLaren Vision GT, ahora es un monoplaza que se puede ver, tocar y conducir, como se ha demostrado en el reciente Festival de la Velocidad de Goodwood, uno de los eventos más importantes del mundo del motor, que se ha celebrado esta misma semana en Chichester (al sur de Inglaterra).
Tanto éxito tuvo el coche original en el videojuego, que McLaren decidió crear una serie limitada de 25 unidades basada en el coche virtual, con las pertinentes adaptaciones, para que pudiera circular exclusivamente en circuitos. Se vendieron todas por un precio no desvelado, pero que algunos expertos sitúan entre los 3 y los 4 millones de euros.
Sus especificaciones son apabullantes. El protagonista principal es el motor de 5.2 V10 que alcanza hasta 10.000 revoluciones por minuto. Su potencia es de 840 CV y tiene un par máximo de 650 Nm, gestionado por una caja de cambios secuencial de siete velocidades. Pero lo más sorprendente es su escaso peso, que no llega a los 1.000 kilogramos, gracias a la fibra de carbono es omnipresente y otros materiales ligeros como el titanio, aplicado a determinadas piezas gracias a la impresión 3D.
La carrocería y los elementos externos potencian su aerodinámica heredada de los coches de competición. Cuenta con un frontal muy bajo, prácticamente pegado al suelo, además de un parachoches delantero con una enorme entrada de aire y pasos de rueda que conducen el flujo de aire alrededor de la carrocería.
Una toma de aire superior, un gran alerón y un difusor completan un diseño capaz de generar hasta 1.200 kilos de carga aerodinámica. Eso le permite alcanzar un tiempo de 0 a 100 km/h de unos 2,5 segundos y una velocidad máxima de más de 320 km/h.
Todas estas cifras se hicieron realidad esta semana en el Festival de Velocidad de Goodwood. El Solus GT hizo el mejor tiempo en el célebre circuito de Goodwood con una marca de 45,34 segundos, un segundo por delante del Subaru GL Family Huckster, cruzando la línea de meta viajando 32 km/h más rápido.