Los usuarios de iPhone en España que además sean fanáticos de la tecnología se acordarán del 'Batterygate'. Esta controversia, que data de hace algunos años, acusaba a Apple de ralentizar algunos de sus iPhone de forma deliberada para evitar que la degradación de sus baterías provocase problemas a los usuarios. Tras una serie de demandas, Apple estaría cerca de pagar a los usuarios damnificados a tenor de las últimas resoluciones judiciales del caso.
Según recoge Fast Company, Apple estaría cada vez más cerca de realizar los primeros pagos a los damnificados por el evento. Y es que la semana pasada, una juez de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos falló en contra de dos propietarios que lanzaron una contrademanda ante un acuerdo que inicialmente propuso Apple.
Este acuerdo, que gracias al fallo de la Corte se llevará a cabo, prometía que Apple solucionaría el asunto con un pago de 500 millones de dólares a los usuarios afectados. Según recoge The Mercury News, los propietarios de los iPhone que reclamaron su pago correspondiente recibirían una cantidad equivalente a 65 dólares, al cambio, unos 59,58 euros.
La historia del Batterygate
Todo se remonta a los años 2017 y 2018. Algunos usuarios de iPhone notaron que sus dispositivos empezaban a fallar; se apagaban de forma aleatoria, iban mal y les duraba muy poco la batería. Así, Apple lanzó actualizaciones para estos dispositivos que tenían la batería desgastada que los ralentizaban, para así preservarlos más tiempo, a costa de su rendimiento.
Si bien parece un movimiento lógico, la demanda colectiva que se tomó contra Apple denunciaba que Apple no habló de esto en sus actualizaciones, y que los cambios que mermaban el rendimiento de los iPhone no fueron comunicados. Así, se acusó a los de Cupertino de mala praxis y falta de transparencia. Apple se justificó asegurando que esto era una consecuencia de la naturaleza de las baterías, que acababan por degradarse con el tiempo.
Los modelos afectados por el Batterygate fueron los iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus, iPhone 7, 7 Plus e iPhone SE de primera generación. Apple acabó por admitir que limitar el rendimiento de estos teléfonos para evitar que se apagaran era la única solución, y la compañía no le dio la oportunidad a los usuarios para que, si ellos lo deseaban, rechazar dichas actualizaciones.
Apple intentó solventar lo ocurrido realizando ofertas a los usuarios, rebajando los precios de sustitución de las baterías de estos teléfonos. Incluso se le dio la opción a estos de que revirtieran los cambios para ganar ese rendimiento extra a cambio de perder rendimiento en batería. Por supuesto la demanda colectiva usó esto como excusa para asegurar que, de no haberse descubierto esto, Apple en ningún momento habría dado tales facilidades a los consumidores.
Apple se libra
Con la resolución estadounidense, todos los usuarios que se acogieron a la reclamación recibirán un pago compensatorio que podría ir desde los 60 hasta los 65 euros. Un precio que se puede ver como bajo, pero que palidece ante el coste que puede tener un reemplazo de batería de un iPhone moderno. Por ejemplo, el cambio de batería de un iPhone 14 asciende hasta los 119 euros, casi el doble de lo que se va a pagar a los usuarios por este asunto.
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¿Esto significa que un usuario puede reclamar ahora? Nada de eso. El usuario que opte a esto debe haber presentado una reclamación antes del pasado 6 de octubre del 2020 para que fuera incluido en el acuerdo. Es decir, que pasada esa fecha, no es posible acogerse a la compensación, por lo que no se recibirá ningún pago, al menos en este caso.