Tras las sofocantes temperaturas de agosto, septiembre está siendo un mes pasado por agua. Las esperadas lluvias han llegado, pero causando múltiples destrozos y varias muertes. Múltiples proyectos persiguen en el territorio español a aprovechar esas precipitaciones y el gua del mar para diferentes usos urbanos y agrícolas. Al mismo tiempo se necesita acondicionar las ciudades y pueblos para prevenir inundaciones. Ambos objetivos se reúnen en iniciativas que ya se pueden visitar en la capital.
A los pies de las torres más altas de Madrid, los niños juegan en el Parque Caleido, con vistas también al Hospital de la Paz. Quienes pasan por este parque diseñado en varias alturas ignoran lo que esconden sus gradas repletas de plantas, árboles y fuentes en calma. Un sistema escondido aprovecha el agua de lluvia y la filtra basándose en la naturaleza, una tecnología procedente de los Países Bajos que se está ampliando en futuros proyectos españoles.
La Universidad Politécnica de Madrid ha colaborado con la empresa FieldFactors en la instalación y estudio posterior de su funcionamiento, a través de un programa del Instituto Europeo de Innovación y Tecnologíay con el apoyo de la Oficina Azul, de la Delegada de Obras y del Director General de Espacio Público del Ayuntamiento de Madrid. "Nosotros somos una empresa holandesa que, mediante un sistema basado en la naturaleza, captamos agua de lluvia en espacio urbano y en lugar de drenarlo por el alcantarillado municipal, la tratamos con un sistema de biofiltrado, para luego utilizarla en diversos usos no potables, como por ejemplo, el riego o estanques ornamentales", explica a EL ESPAÑOL-Omicrono, Karina Peña, cofundadora y CEO de FieldFactors.
Esta misma empresa también ha iniciado otros proyector similares como en Valladolid, aunque este de momento está paralizado. Tras el éxito del Parque Caleido en Madrid, ya han emprendido los preparativos para hacer una instalación más ambiciosa en otra zona de la capital madrileña. Entre las ventajas de estas iniciativas, está el aprovechamiento del agua de lluvia y la prevención de inundaciones.
Biofiltrado en los parques
Entre árboles y pisos de vegetación, un estanque de 500 metros cuadrados aporta frescor al parque. El agua llega a él y se mantiene en circulación desde un sistema subterráneo que puede recoger 14.490 metros cuadrados y reutilizar 460 metros cuadrados de agua al año.
La escorrentía del agua de lluvia que llega al parque se recoge a través de una red de zanjas de drenaje y se guarda en un tanque de almacenamiento subterráneo o BlueHub. Ya sea desde el tanque de almacenamiento como desde el estanque, el agua de lluvia llega al BlueBiofilter, parcelas llenas de plantas que están integradas en el diseño del propio estanque.
El BlueHub se encuentra bajo la zona peatonal pavimentada cerca del estanque. El resto del tiempo, el agua del estanque está en continua circulación a través del biofiltro, para evitar que se estanque y ser un peligro sanitario.
El bioflitro, explica Karina Peña, se compone de sustratos arenosos donde se cultivan una serie de plantas. El conjunto entre sustrato y vegetación se diseña pensando en el tipo de agua que se requiere y el uso que se le va a dar para que el filtrado sea óptimo. "Hacemos una combinación de plantas ornamentales, pero también plantas que tienen una función de depuración", indica, contando con la ayuda de expertos en el Ayuntamiento de la Madrid para escoger vegetación local.
Uso del agua
El agua de lluvia recogida por este parque no se destina al consumo humano ni para regadío de las plantas de esa zona, sino que tiene un destino más concreto, abastecer de agua a las fuentes que refrescan el parque. Esos espacios con agua que decoran el entorno deben reponerse con regularidad para evitar los problemas de salud que generaría el agua estancada, pero por normativa, no se puede usar cualquier agua, como la de riego y tampoco interesa gastar el agua potable para el consumo de la población.
La empresa explica que uno de los motivos por los que el agua no se ha destinado a otros usos se debe a que el Ayuntamiento quería poner a prueba esta tecnología antes de aplicarlo en otros puntos de la ciudad. Pero principalmente, el motivo está que en los sistemas de riego del parque ya estaban instalados cuando se decidió a contar con FieldsFactor y sin los mismos que se gestionan para el resto de zonas verdes que pueblan la capital.
En Madrid ya existe una red para agua destinada al riego, pero este suministro no se puede utilizar para fuentes ornamentales por normas de higiene y salud pública. En las fuentes, estanques y demás adornos con agua al alcance de los ciudadanos, aunque no sea agua potable, es obligatorio que el agua tenga un tratamiento específico por si alguna persona decide tocar esa agua, por ejemplo, los niños al meter las manos en las fuentes.
Control remoto
La calidad del agua es uno de los aspectos más controlados en este parque, el cual cuenta con sensores para verificar en tiempo real que el agua que llega al estanque cumple con la normativa sanitaria. Esta es la parte del proyecto de la que se ha encargado durante un año la Universidad Politécnica de Madrid.
El control remoto del sistema del parque abarca detalles como la cantidad de agua pasa y se acumula en el sistema, así como la calidad de la misma con la biofiltración. "En los Países Bajos también usamos infiltración en el acuífero además de la bioflitración que está en España", indica Peña.
Otra de las ventajas de este acuífero artificial, es el control de las inundaciones cuando la lluvia es excesiva como ha ocurrido este último mes en varias provincias de España. El agua que cae se almacena y reutiliza pero también se cuenta con compuertas y válvulas para redirigirla y evitar la acumulación que pueda provocar daños en el parque y los alrededores.
Futuros proyectos en España
Al margen de esos dos proyectos que la empresa tiene en España, se ha iniciado un tercero. El Proyecto Life se sitúa en el complejo inmobiliario de Los Ahijones, en el Parque Oeste de esta nueva ampliación urbanística. En este caso, a diferencia del jardín de las Cuatro Torres, sí se establecerá una lámina para recoger y tratar el agua de lluvia, pero también se "se utilizará nuestra tecnología para tratar aguas regeneradas", explica Karina Peña. Para esto nuevo proyecto también están trabajando con la UPM.
De esta forma, esa agua de mayor calidad se podrá dirigir a más usos. "Entonces, por ejemplo, en los meses de verano, si se agota el agua de lluvia que se ha recogido, se utilizará agua regenerada, que primero pasará por el sistema de filtración" y añade, "será la primera vez que se tratará agua regenerada en un sistema basado en la naturaleza como este". Es la primera vez que en España se va a instalar esta tecnología.
Este sistema, dentro del proyecto de cuatro años que se acaba de iniciar y aún no se ha instalado, se aplicará tanto en Madrid como en los Países Bajos en otro parque. De esta forma, se quiere estudiar cómo se adapta la tecnología y su eficiencia en climas tan diferentes de Europa.