Los fabricantes de coches y motos no sólo trabajan en los nuevos modelos que cada cierto tiempo lanzan al mercado, sino también en diseños y pruebas de concepto que probablemente nunca verán la luz, pero sirven para allanar el camino hacia la movilidad del futuro. Si la Husqvarna Devil S parece sacada de un manga, ahora Yamaha ha desvelado el diseño de Motoroid 2, un increíble prototipo que contaría con basculante giratorio, reconocimiento facial por IA y capacidad de autoestabilización.
"¿Cómo serán realmente las interfaces hombre-máquina en el futuro?", se plantean los ingenieros de Yamaha que están detrás de este peculiar modelo experimental, diseñado para permitir la mayor integración posible entre el conductor y la moto. En ello llevan trabajando desde 2017, cuando se presentó en el Tokio Motor Show la primera Motoroid, toda una exhibición del I+D de la compañía nipona.
Ahora, más de seis años después, la firma tiene lista su evolución, basada en la misma idea pero con múltiples mejoras. Todavía faltan detalles concretos, pero las imágenes y especificaciones que ha compartido Yamaha hasta la fecha muestran una motocicleta eléctrica con varias partes basculantes potenciadas por el Sistema de Control Activo del Centro de Masa (AMCES, por sus siglas en inglés). Este sería el responsable de ofrecer una mayor fluidez a la hora de conducir la moto, permitiendo inclinarse para tomar las curvas manteniendo siempre la estabilidad.
No hay muchas más pistas en las imágenes que permitan imaginar cómo se puede conducir esta moto futurista. El manillar se ha sustituido por unos mandos laterales sin conexión mecánica para dirigir la rueda delantera, así que todo parece regirse a través de una dirección electrónica y el propio sistema AMCES. Además, los sensores de reconocimiento facial se encargan de identificar al conductor para evitar cualquier posibilidad de robo.
Este sistema también permite controlar el vehículo de dos ruedas de forma remota, a través de gestos con las manos. Adiós a empujar la moto para aparcarla o para moverla hasta un lugar propicio para arrancar. La Motoroid 2 puede quitar o poner su propia pata de cabra a distancia para hacerle la vida más fácil a su conductor.
Hay otros elementos sorprendentes, de los que cuesta adivinar su posible función. Por ejemplo, toda la zona central, incluido el asiento, se puede levantar y tiene unas misteriosas luces azules. Para conocer más detalles sobre la moto habrá que esperar al nuevo Japan Mobility Show, que se celebrará a finales de este mes en Tokio.
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