La industria de la construcción está en constante transformación, impulsado por los avances tecnológicos que han dado lugar a la creación de materiales innovadores. Por ejemplo, existen unos ladrillos que levantan paredes más rápido, otros que ofrecen más resistencia y son sostenibles, y hasta unos que permiten levantar casas como Legos. A pesar de esta diversidad, el hormigón sigue manteniendo su posición como uno de los materiales más utilizados en España y es el gran protagonista de un invento que promete cambiar este sector: unas casas que se inflan y se edifican tres veces más rápido que las convencionales.
Se trata de la técnica 'Binishell', un sistema inventado por el arquitecto italiano Dante Bini en 1964, quien tuvo la sorprendente idea de inflar un edificio de hormigón. De hecho, construyó 1.600 en 23 países. Este concepto lo retomó y mejoró después su hijo Niccolò Bini, también arquitecto y diseñador. Un método que necesita de equipos complejos y tiene un alto coste, pero se mantiene en la actualidad como una de las formas más rápidas y rentables de levantar estructuras en forma de cúpula, monolíticas y con cubierta de hormigón.
Las viviendas Binishell surgieron como una solución única y suponen un gran aporte a la arquitectura sostenible. Y es que, en lugar de depender de materiales de construcción tradicionales que consumen una gran cantidad de recursos, estas casas ofrecen un método que reduce el desperdicio de materiales y el impacto ambiental, ya que para edificarlas basta con inflar una enorme carcasa de hormigón para crear su estructura central.
Casas que se inflan
Las Binishell originales, ideadas por Dante Bini, son circulares y están armadas con un sistema de muelles y barras de refuerzo. La tecnología para construir este tipo de casas se basaba en las estructuras aéreas, ya que se levantan de manera similar a un globo. Estos edificios se diseñaron originalmente para una gran variedad de aplicaciones, desde escuelas hasta viviendas, pueblos turísticos, estadios deportivos, almacenes, silos y hasta discotecas.
En la actualidad, Niccolò Bini ha evolucionado esta técnica para construir unas viviendas con un diseño de conchas que han llamado la atención de personalidades como el actor Robert Downey Jr. Pero ¿cómo se construyen los Binishell? El método es más sencillo de lo que pueda parecer, ya que apenas implica unos cuantos pasos esenciales. El primero de ellos corre a cargo de los obreros, quienes colocan una membrana sobre los cimientos que prepararon anteriormente.
Cuando esta membrana hinchable se llena de aire, da la forma deseada de la futura casa. El molde está hecho de un polímero resistente capaz de soportar el peso, tanto de la estructura de la casa como del hormigón. Una vez inflada, los obreros pasan a instalar sobre ella un armazón de refuerzo. Después, rocian hormigón geopolímero, fabricado con cenizas volantes y residuos industriales bajos en carbono de manera uniforme y homogénea mediante una bomba.
Hasta el momento, la compañía mantiene en secreto la receta completa de todos los componentes de este material, pero asegura que es de calidad, tiene bajas emisiones de carbono y garantiza su durabilidad. Una vez que la cúpula de hormigón se endurece, la membrana inferior se desinfla y se retira fácilmente. Después de completar todos estos pasos, llega el momento de embellecer las ventanas y puertas que se han modelado para este espectacular diseño de vivienda.
También se puede proceder a instalar los tabiques y comunicaciones según las necesidades del propietario de la casa y comenzar los trabajos de acabado. La compañía no indica cuánto cuesta construir un Binishell, pero detalla en su página que "en términos generales, la envolvente del edificio puede costar aproximadamente la mitad de una estructura tradicional del mismo tamaño, y se puede construir tres veces más rápido". También aclaran que estos hogares se pueden instalar en cualquier sitio, también en zonas con riesgo de terremotos.
Respetuosa con el medioambiente
La empresa destaca que su tecnología de construcción monolítica cuenta con una variedad de puntos fuertes. En primer lugar, señalan que es una casa hinchable de hormigón más respetuosa con el medioambiente y que cuenta con un rendimiento energético elevado, gracias a su diseño de monobloque y a la ausencia de puentes térmicos en su envolvente. Unas características que permiten reducir el consumo de energía en torno a un 87% frente a los de una casa convencional.
Asimismo, durante la construcción la cantidad de recursos utilizados es de alrededor de un 50% inferior al de las estructuras tradicionales con tamaño equivalente. Por otro lado, y desde el punto de vista de la seguridad, las casas Binishell están formadas por un único y delgado armazón que distribuye las fuerzas por toda la envoltura, lo que ofrece una mayor resistencia en caso de fuertes vientos, inundaciones o terremotos. Las ventajas no quedan ahí, ya que su construcción también ahorra tiempo y dinero.
Como curiosidad, el reconocido actor Robert Downey Jr., quien interpreta al superhéroe Iron Man en la gran pantalla, tiene una casa Binishell de 2.832 hectáreas en Malibú, en la costa sur de California (Estados Unidos). Se trata de una vivienda ecológica, con electricidad suministrada por aerogeneradores y placas solares para ofrecer una huella de carbono muy reducida. Se construyó como lugar ideal donde pasar las vacaciones y cuenta con una decoración interior futurista y un aspecto exterior en forma de burbuja.
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